Clase digital 2. Principios generales y responsabilidades del auditor

Inicio » Clase digital 2. Principios generales y responsabilidades del auditor

Principios generales y responsabilidades del auditor

1. Fundamentación del tema

El presente tema corresponde a la Unidad de Aprendizaje (UDA) Normas de auditoría, impartida en el cuarto semestre de la Licenciatura en Contador Público. Es importante conocer este tema, dado que un contador, al ejercer como auditor, tiene que actuar bajo ciertos lineamientos, principios y siempre con responsabilidades muy específicas. De sus acciones depende emitir una opinión y un dictamen con validez oficial, que define tanto a su trabajo como a la imagen o la situación de la entidad auditada. Además, dicha opinión será tomada como base para decisiones cruciales y contundentes por parte de la propia entidad o de otras dependencias públicas o privadas. Por lo tanto, es relevante que conozcas las responsabilidades que tiene un auditor, desde la preparación a seguir hasta la ejecución y la elaboración del informe de una auditoría.

2. Objetivo didáctico

Reconocer las responsabilidades y los principios que debe seguir un contador en su desempeño como auditor, conforme a las Normas Internacionales de Auditoría, desde la fase preliminar hasta la conclusión del proceso, a fin de comprender la importancia de su aplicación en la labor profesional.

3. Contenido didáctico

Introducción

¡Hola! Bienvenidas y bienvenidos a este recurso didáctico. En esta ocasión, abordaremos cuatro Normas Internacionales de Auditoría (NIA) que deben aplicarse antes de comenzar una auditoría y, en general, durante todo su desarrollo: 

Sí recordamos el recurso anterior, “Introducción a la auditoría”, se adoptaron las NIA para estandarizar y lograr la aceptación de los trabajos de auditoría a nivel internacional. No obstante, a fin de que todo esté en orden, el auditor debe cumplir una serie de requerimientos que establecen y facilitan las condiciones para que la auditoría alcance sus objetivos. 

En primer lugar, cuando hablemos de requerimientos globales nos estaremos refiriendo a la primera NIA, la NIA 200, que nos informa sobre los principales requisitos de ética e independencia que se deben aplicar. Siempre deberá estar presente la ética, que se refiere a esa característica profesional con la que debe actuar no sólo un auditor, sino cualquier profesional. 

La segunda norma que abordaremos, la NIA 210, explica que, para que un auditor o una firma de auditores (lo cual incluye también a un despacho de contadores) acepte un trabajo de auditoría, debe realizar un análisis que permita identificar la existencia de las características adecuadas para que la auditoría se pueda llevar a cabo. De no ser así, el auditor debe rechazar dicho trabajo. Asimismo, si existen las condiciones previas para que una auditoría se pueda llevar a cabo, la carta de acuerdo de auditoría (entre la entidad y los auditores) debe contener otra serie de requisitos, explicados por la NIA 210, para asentar la conformidad del trabajo de auditoría que habrá de realizar.

A continuación, la NIA 220 tratará sobre los requisitos o características que debe cumplir un auditor a cargo de una auditoría, llamado socio de encargo, quien debe actuar como líder y ejemplo en la aplicación de otros requisitos, como la mencionada ética. En este recurso, también podrás conocer los aspectos que deben tener los miembros de un equipo de trabajo, como la experiencia, la ética, el juicio profesional, entre otros. 

Por último, hablaremos de la NIA 240, donde se expone cómo debe ser la actuación de un auditor cuando se encuentra ante un riesgo de fraude, situación que puede alterar significativamente la información financiera y repercutir en la auditoría y en la entidad misma. 

¡Comencemos!

Desarrollo del tema

1. NIA 200, Objetivos globales del auditor independiente y realización de la auditoría de conformidad con las Normas Internacionales de Auditoría

Como vimos en el recurso anterior, la auditoría tiene un objetivo muy específico: otorgar un nivel de confianza acerca de los estados financieros y su cumplimiento con las Normas de Información Financiera (NIF). De esta manera, la auditoría se vuelve útil para las necesidades de los usuarios de la información. Un ejemplo claro de las necesidades de los usuarios, como sabemos, es la toma de decisiones. Dicho objetivo se ve reflejado con la emisión de una “opinión” por parte del auditor. 

La NIA 200 establece los objetivos globales y los requerimientos que debe tener un auditor en la realización de una auditoría de estados financieros; es decir, nos señala lo necesario para alcanzar los objetivos de una auditoría. A continuación explicaremos con mayor detalle dichos objetivos.

  • Objetivos globales del auditor:

Cuando se lleva a cabo una auditoría, como establece la NIA 200, el auditor tiene dos objetivos globales. El primero es conseguir una seguridad razonable, es decir, un alto grado de certeza de que los estados financieros no presentan incorrección material, para que así el auditor tenga la posibilidad de dar una opinión sobre el cumplimiento de la información revisada en el marco de las NIF. El segundo objetivo es emitir un informe o dictamen de auditoría que contenga dicha opinión, así como una adecuada comunicación sobre los hallazgos que realice durante la auditoría.

(Comisión de Normas de Auditoría y Aseguramiento, 2018: párr. 11). 

Es importante explicar que la incorrección se refiere a la “diferencia entre la cantidad, clasificación, presentación o información revelada respecto de una partida incluida en los estados financieros y la cantidad, clasificación, presentación o revelación de información requerido respecto de dicha partida”, como menciona la NIA 200 (CONAA, 2018, párr. 13 (i)). Es decir, la diferencia entre lo que es y lo que debe ser, de acuerdo con lo indicado en las NIF. Por su parte, el término material, se refiere a que sea “relevante”. 

La incorrección material se presenta cuando existen diferencias que afectan la información de manera importante. Esto puede darse por errores o por fraudes donde la información financiera presentada no muestra de forma fiable la situación de la entidad. Un error por ejemplo, sería registrar como ingreso facturas que han sido duplicadas, donde, a causa de una falta de comunicación entre el departamento de contabilidad, ventas, cobranza, facturación o el responsable en su caso, la situación no se detecta; entonces, las facturas dobles no se cancelan y en la información financiera se registra un ingreso doble, lo cual ocasiona que las ventas sean aumentadas, según el importe y el estado general de la empresa. Este error puede representar una incorrección material. 

  • Requerimientos

La NIA 200, además, establece una serie de requisitos que debe cumplir el auditor durante la planeación, la ejecución y los informes de una auditoría. Estos requerimientos están guiados para que la auditoría sea llevada a cabo de forma adecuada, imparcial y objetiva. 

  • Requerimientos de ética e independencia: Existe un Código Internacional de Ética, emitido por el Consejo de Normas Internacionales de Ética para Contadores (IESBA, por sus siglas en inglés), de la Federación Internacional de Contadores (IFAC, por sus siglas en inglés), que aplica de igual forma para un auditor que para un contador. Este código señala los siguientes principios fundamentales de ética

(IESBA, 2018: 17): 

Fuente: Elaboración propia

En cuanto a la independencia, el código menciona la actitud mental independiente, aquella en la que podemos conducirnos sin interferencias que alteren nuestro juicio, así como la independencia aparente, donde se busca no caer en situaciones que otra persona con cierta capacidad y conocimiento pudiera determinar que los principios de ética se han visto rotos.

(IESBA, 2018: 27).  

Actuar de forma ética e independiente es algo muy importante en el desarrollo profesional del contador. Usualmente, vemos ejemplos de estas situaciones en nuestra práctica, desde ser honestos con las determinaciones de impuestos o con las deducciones de gastos, hasta evitar favoritismos cuando existen relaciones personales con alguna persona física o moral. 

  • Escepticismo profesional: Consiste en no creer que la información o la situación presentada es la verdad absoluta y está libre de errores. La propia NIA 200 nos dice que se debe tener más atención cuando encontramos evidencias que contradicen a otra evidencia, información que afecta la confiabilidad de documentos y evidencias, posibles indicios de fraude y aquellas situaciones en las que es necesario aplicar más procedimientos de auditoría de los que requieren las NIA. Ser escéptico disminuye los riesgos de no verificar cuestiones anormales y de hacer hipótesis que no son correctas o conclusiones generales que afectan los resultados de la auditoría.

(CONAA, 2018: apdo. A18). 

Un ejemplo de alguna situación como la anteriormente descrita lo encontramos cuando una entidad, que se dedica a la venta de ropa y de accesorios para bebé, mantiene sus ventas constantes durante todo el año y con los mismos clientes; sin embargo, en los meses de noviembre y diciembre, antes de finalizar el ejercicio, presenta un fuerte aumento de sus ventas con un cliente nuevo. Sería importante que el auditor verificará que realmente se devengaron esos ingresos, que las facturas existen y son vigentes, que hubo una salida real de inventario y demás factores que ayuden a determinar la veracidad de esas variaciones. 

  • Juicio profesional: Implica la adopción de la práctica considerada adecuada, con ayuda de cualidades, experiencias y, sobre todo, conocimiento profesional acerca de alguna situación o suceso (IESBA, 2018: 23). La NIA 200 dice que la aplicación del juicio profesional tiene un impacto importante en la toma de decisiones, en especial en la determinación de la importancia relativa y del riesgo de auditoría, en la determinación de la naturaleza, del alcance y de la oportunidad de la auditoría (planeación), en la obtención de evidencias y en su evaluación (ejecución), así como en la evaluación de decisiones de la dirección de la entidad y las conclusiones a las que llega (informe).

(CONAA, 2018: apdo. A24). 

Si nos damos cuenta, el juicio profesional impacta en todas las etapas de la auditoría y, por tanto, representa sus resultados. De esta forma, tú, con los conocimientos y las experiencias que has adquirido a lo largo de tu carrera y de tu práctica profesional, puedes ser capaz de tomar la mejor decisión respecto a algo en particular, a la vez que identificar cómo y cuándo actuar de la mejor manera. 

  • Evidencia de auditoría suficiente y adecuada y riesgo de auditoría: Este requerimiento se divide en dos: la evidencia, por una parte y, por otra, los riesgos de auditoría. La evidencia, como sabemos, es la demostración de que algo ocurrió o no, de una determinada forma. La evidencia en auditoría, como indica la NIA 200, se obtiene en su mayoría a través de la aplicación de los procedimientos y de las técnicas de auditoría durante todo el desarrollo de esta; para tener validez debe ser “suficiente y adecuada”. La primer característica es cuantitativa y se refiere a toda la evidencia que se necesita para que el auditor pueda crear conclusiones; la segunda es cualitativa, ya que, además de que la evidencia de auditoría debe ser de calidad, también necesita ser relevante y confiable para poder sustentar una opinión.

(CONAA, 2018: apdo. A28-30). 

Los procedimientos y las técnicas de auditoría las abordaremos en un recurso posterior. No obstante, otros ejemplos sobre la obtención de evidencia pueden ser auditorías realizadas por otros auditores, ya sean internos o externos. Incluso, se considera evidencia el hecho de que la propia administración de la entidad no acceda a entregar la información o los documentos que le sean solicitados. Esta situación debe ser registrada y, algunas veces, puede ser causal para la terminación de la auditoría. 

Por su parte, el riesgo de auditoría se relaciona con el riesgo de incorrección material y con el riesgo de detección. Dicho riesgo de auditoría consiste en que la opinión emitida por el auditor no sea la adecuada (CONAA, 2018: párr. 13(c)). Para conocer más sobre los riesgos de auditoría, consulta el PPT “Riesgos de Auditoría”.

  • Realización de la auditoría de conformidad con las NIA: Las  NIA señalan los requisitos que debe cumplir un auditor en cada una de sus normas y durante cada etapa de la auditoría. Sin embargo, las auditorías también se realizan respetando las disposiciones legales de acuerdo con cada país

(CONAA, 2018: apdo. A53-56). 

Por esta razón, para que un trabajo de auditoría logre cumplir con los objetivos, se debe realizar en el marco de las Normas Internacionales de Auditoría y de las normas y leyes que apliquen en su caso. Por ello, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) emite constantemente normas y guías que facilitan la aplicación práctica de las NIA, como es el caso de los libros Normas de Auditoría para Atestiguar, Revisión y Otros Servicios Relacionados (2018) y las Guías de Auditoría (2020). 

2. NIA 210, Acuerdos de los términos del encargo de auditoría

Para las firmas de auditores o para un auditor independiente, aceptar o no aceptar un encargo de auditoría es una decisión libre e importante, ya que de ello dependen largas horas de trabajo e, incluso, posibles problemas relacionados con el pago de honorarios o con situaciones que afecten la imagen del auditor o de la firma, entre otras cuestiones que se pudieran presentar. 

Por ello, antes de aceptar un encargo, el objetivo del auditor es verificar que las condiciones existentes permitan el desarrollo de la auditoría y que se  llegue a un acuerdo entre la entidad auditada y el auditor en cuanto a los términos de la auditoría. 

  • Condiciones previas a la auditoría: Barral, Bautista y Molina (2015: 72-73) mencionan que si, luego de este análisis, no existen las condiciones señaladas a continuación, el auditor deberá rechazar el cargo: 
Fuente: Elaboración propia

Cuando alguna de estas situaciones no se da previamente, hay una limitante para poder aceptar un trabajo de auditoría. En muchas ocasiones, las entidades no están dispuestas a revelar información por determinados motivos, desde la desconfianza hasta desacuerdos de la administración o actividades poco lícitas, entre otras. 

La revisión de las condiciones previas es el primer análisis que debe realizar un auditor. Una vez que se han establecido las condiciones previas, el siguiente paso es la realización del acuerdo bajo el cual se realizará el trabajo de auditoría, aceptado por la entidad. 

  • Acuerdo sobre términos del trabajo de auditoría: Puede entenderse como un contrato auditor-cliente. Hacer una carta de acuerdos escrita, firmada y con el conocimiento entero de ambas partes, antes de comenzar un trabajo de auditoría, ayuda a evitar posibles conflictos futuros y confusiones (Intervención General de la Administración del Estado, 2019: 10-11). Este  acuerdo tiene los siguientes requisitos: 
Fuente: Elaboración propia

Dicho acuerdo resume lo que se hará y por qué se hará, al igual que los compromisos del auditor y administración; asimismo, define el marco que se utilizará (en estos casos las NIF, ya que hablamos de auditorías financieras), especifica las limitaciones de la propia entidad y de los procedimientos que se apliquen (con la aclaración de que tienen garantía absoluta), y precisa el tiempo y el presupuesto necesarios para realizar el análisis pertinente y la manera en la que se hará el informe, así como la opinión que se pretende emitir, con el reconocimiento de que dicho contenido y dicha opinión pueden verse modificados por lo que arrojen los resultados de la auditoría. 

En el recurso complementario de apoyo “Modelo de carta de encargo NIA-ES 210 (primer año de contratación)” podrás encontrar el ejemplo de una carta de este tipo. Sin embargo, considera que es de España, por lo que las normativas y algunas referencias no aplican para nuestro país. 

Como podemos observar, el acuerdo sobre términos del trabajo de auditoría es de suma importancia, puesto que garantiza la correcta comunicación entre la entidad y el auditor desde el inicio del ejercicio. Es importante resaltar que la realización de dicho acuerdo puede ser necesaria incluso cuando el auditor se encuentre frente a una auditoría recurrente.   

Las auditorías recurrentes, como el nombre lo señala, son aquellas que se realizan continuamente en la misma entidad, como si se tratara de un cliente constante. Para este tipo de encargos, al considerar que se trata de ejercicios nuevos donde existe la posibilidad de que haya cambios en la entidad, la NIA 200 establece que se deben revisar los acuerdos y, en su caso, volver a presentarlos a la administración, a fin de reiterar que no haya confusiones. 

Entre los factores que hacen necesaria una revisión y una aclaración nueva se encuentra el hecho de que la entidad esté malinterpretando objetivos, el alcance o cualquier otro término especial; otras razones son las modificaciones que la entidad presente, ya sea por cambios de dirección de la entidad, por cambios de propiedad o en naturaleza de sus actividades, así como los cambios y los nuevos requerimientos que año con año suceden en las normas y leyes que pueden impactar significativamente en la entidad.

(IGAE, 2019: 12). 

Un ejemplo muy simple es la actualización que tienen cada año las NIF, como la que sucederá en 2022, con las modificaciones de la Serie A, Marco Conceptual de las NIF, la cual transformará el concepto básico de activo, entre otros cambios importantes. 

Una vez que este acuerdo es aceptado y firmado, corresponde a la firma de auditores llevar a cabo y revisar una serie de controles internos, con el objetivo de garantizar que el trabajo de auditoría será llevado en forma y como se requiere. 

3. NIA 220, Control de calidad de la auditoría de estados financieros

Otro aspecto que el auditor debe considerar, simultáneamente con los requerimientos de ética, se refiere a los requerimientos de control interno, que afianzan la calidad de la auditoría realizada.

(Consejo de Normas Internacionales de Auditoría y Aseguramiento, 2019: parr. 1). 

Cada firma tiene la obligación de elaborar un sistema de gestión y de control de calidad, el cual permita y garantice que las auditorías son planeadas, ejecutadas e informadas con estándares que proporcionan un alto grado de confianza, en donde todos los socios de la firma participan activamente en atención a dicho sistema de calidad. Como consecuencia de este cumplimiento, cada dictamen que se emita será adecuado y de calidad.

(IAASB, 2019: párr. 2). 

Para lograr lo anterior, la NIA 220 establece los siguientes requerimientos de responsabilidad del liderazgo del socio de encargo, la persona que dirige la auditoría y que responde ante ella por parte de la firma de auditores.

(IAASB, 2019: apdo. A22-30):

Fuente: Elaboración propia.

Por otra parte, los requerimientos de ética (IAASB, 2019: apdo. A31-39) se refieren a lo siguiente: 

Cómo abordar los requerimientos de ética:

  • La firma debe proporcionar los mecanismos y la información apta para que el socio de encargo y los miembros del equipo logren cumplir los requerimientos.
  • Es importante que el personal esté en constante capacitación. Entre las fuentes importantes para llevar a cabo todo este proceso de información están: guías y manuales, procesos sobre comunicación, las tecnologías de la información, etc.

Identificar y evaluar amenazas cuando se cumplen estos requerimientos:

  • Así como deben crearse manuales sobre la aplicación, debe existir información acerca de cómo identificar y manejar las posibles amenazas o faltas.

Incumplimiento o indicio de incumplimiento de los requerimientos:

  • Así como deben crearse manuales sobre la aplicación, debe existir información acerca de cómo identificar y manejar las posibles amenazas o faltas.

Llevar a cabo acciones adecuadas:

  • Entre las acciones puede haber medidas disciplinarias. Se puede comunicar la situación a la entidad y, según la gravedad del asunto, buscar asesorias legales o retirarse del encargo, si es posible y las normas lo permiten.
Fuente: Elaboración propia.

La NIA 220 también plantea que, para que una firma decida aceptar y continuar trabajando posteriormente con el cliente, también debe hacer una evaluación sobre la ética de la entidad, su administración y sus recursos disponibles y apropiados. Asimismo, debe considerar si la entidad respondió correctamente ante los compromisos adquiridos, si el equipo cuenta con el tiempo suficiente para trabajar la auditoría y algunas otras cuestiones importantes durante la auditoría realizada (IAASB, 2019: apdo. A43). Estos aspectos le permitirán a la firma decidir si continúan o no con un cliente determinado. Como profesional, podrás darte cuenta de la importancia que tiene este tipo de análisis. Por más trabajos y experiencia que quieras adquirir, en ocasiones es mejor declinar ante ciertos posibles clientes, con la intención de evitar conflictos, desacuerdos, pérdida de tiempo, dinero y hasta prestigio. 

Aparte de que el socio responsable del encargo tiene que actuar a modo de líder, también debe elegir a los miembros del equipo de trabajo que presenten las competencias y las cualidades aptas para desarrollar la tarea. Para ello, debe considerar el conocimiento y la experiencia práctica que posean los miembros, así como su conocimiento particular de las normas y de la legislación aplicable. Al igual, debe verificar que cuenten con experiencia en áreas de especialización y que manejen de forma adecuada las tecnologías de la información, tales como programas de auditoría. Además, los miembros del equipo deben conocer o estar familiarizados con el sector industrial de la entidad que se va a revisar y ser capaces de seguir los requerimientos de ética, principalmente su juicio profesional y el escepticismo, así como tener una buena sincronización con las políticas y los manuales de procedimientos de la firma de auditoría.

(IAASB, 2019: apdo. A62).

Elegir a los miembros del equipo de trabajo es un proceso de selección con un objetivo claro: garantizar y mantener la calidad dentro de la firma y, como consecuencia, en los trabajos de auditoría. 

Para finalizar con las primeras NIA referidas al análisis preliminar para un trabajo de auditoría, que el auditor debe conocer bien y aplicar en forma adecuada, se encuentra también la siguiente norma.

4. NIA 240, Responsabilidades del auditor en la auditoría de estados financieros con respecto al fraude

La NIA 240 aborda las responsabilidades y la manera en la que el auditor debe actuar ante algún caso de fraude dentro de la revisión de auditoría. Es importante tener en cuenta que, a pesar de que el objetivo de una auditoría en los estados financieros no es la búsqueda de un fraude, es prudente detectar factores que apunten a la existencia de uno para favorecer la comunicación necesaria. Además, el escepticismo profesional (como vimos al inicio, uno de los principales requerimientos que señala la NIA 200) nos permite considerar que la información presentada no está por completo libre de errores y, por lo tanto, puede estar presente un fraude. 

La NIA 240 establece que el auditor debe identificar y valorar los riesgos que sean causa de fraude, para lo cual tiene que obtener la evidencia de dichos riesgos y responder ante ellos apropiadamente.

(Deloitte, 2016: 6). 

Pero, ¿qué debemos entender por fraude? Un fraude se entiende como un hecho ilegal o injusto que es llevado a cabo entre uno o más miembros directivos de la entidad o de la administración, por empleados o por algún tercero para obtener un beneficio de dicha acción (Deloitte, 2016: 7). Se debe aclarar que un error no es igual a un fraude, ya que el fraude se realiza con la intención de tener una ventaja. 

Imagina que realizas una auditoría. Desde un inicio sabes que el gerente anterior de la empresa llevó a cabo un fraude con ayuda de su asistente. Deberás considerar que la información financiera está expuesta a un mayor grado de errores de incorrección material a causa del fraude. Quizá la cuenta de bancos, de resultados, de capital o cualquier otra cuenta, contengan diferencias de valuación, presentación y revelación más importantes que, sin duda, no reflejan la situación real de la empresa. 

La NIA 240 menciona los siguientes requerimientos ante el riesgo de fraude: 

  1. Escepticismo profesional
  2. Discusión entre el equipo de trabajo
  3. Procedimientos de valoración del riesgo y actividades relacionadas
  4. Identificación y valoración de los riesgos de incorrección material debida a fraude
  5. Respuestas a los riesgos valorados de incorrección material debida a fraude
  6. Evaluación de la evidencia de auditoría
  7. Imposibilidad del auditor para continuar con el encargo
  8. Manifestaciones escritas
  9. Comunicaciones a la dirección y a los responsables del gobierno de la entidad
  10. Comunicaciones a las autoridades reguladoras y de supervisión
  11. Documentación
Fuente: Elaboración propia a partir de Deloitte (2016: 6).
  1. Escepticismo profesional: Tener en mente que el riesgo de incorrección material a causa del fraude estará presente. 
  2. Discusión entre el equipo de trabajo: Comunicación sobre el grado en el que pueden verse comprometidos los estados financieros y el diálogo, siempre honesto, que se debe sostener con la entidad.
  3. Procedimientos de valoración del riesgo y actividades relacionadas: Procedimientos que se van a aplicar conforme a la NIA 315, que abordaremos más adelante en otro recurso.
  4. Identificación y valoración de los riesgos de incorrección material debida a fraude: Se debe aplicar la NIA 315. 
  5. Respuestas a los riesgos valorados de incorrección material debida a fraude: Acciones que se tomarán conforme a la NIA 330.
  6. Evaluación de la evidencia de auditoría: Se valora la aceptabilidad de la evidencia obtenida o, en su caso, la falta de evidencia debido a su implicación fraudulenta.
  7. Imposibilidad del auditor para continuar con el encargo: Esto sucede cuando el auditor considera que no puede continuar con el trabajo debido a la situación de la entidad.
  8. Manifestaciones escritas: Reconocimientos de la entidad sobre sus responsabilidades y sus conocimientos sobre un fraude. 
  9. Comunicaciones a la dirección y a los responsables del gobierno de la entidad: Esta comunicación se debe realizar oportunamente cuando se detecta un fraude, con la administración, o en su caso la dirección, que corresponda. 
  10. Comunicaciones a las autoridades reguladoras y de supervisión: Este punto es uno de los más importantes, ya que, si es el caso y le concierne al auditor por ética y por responsabilidad social, se debe evaluar si el deber es informar a una autoridad ajena a la entidad, aunque se rompa la confidencia pactada. Un ejemplo sería aquellos fraudes que involucran evasión fiscal o lavado de dinero, los cuales deben informarse al Servicio de Administración Tributaria (SAT) o, de lo contrario, el auditor es parte del delito.
  11. Documentación: Se realiza sobre las decisiones tomadas, las evidencias y los riesgos encontrados, los procedimientos y las respuestas a esos riesgos, los resultados de las respuestas y los procedimientos, la comunicación presentada entre la entidad y el auditor y la base de las conclusiones de la revisión.

Con el fin de que comprendas y observes un ejemplo del procedimiento cuando se está ante un riesgo de fraude, puedes utilizar el recurso complementario de apoyo “Documento Técnico para la aplicación práctica de la NIA-ES 240 (Versión corta)”.

A manera de conclusión, la auditoría es un proceso riguroso de análisis, control interno, planeación, ejecución e informes. Cada etapa contiene sus propios requerimientos y procedimientos. Es importante que tengas una noción sobre lo que conlleva el análisis previo a la aceptación y al inicio de la auditoría, pues con ello podrás definir el resto de la auditoría. Todos los requerimientos que las NIA señalan en cada norma tienen la función de garantizar que el desarrollo de la profesión sigue un mismo estándar y tiene una misma calidad, de ahí la importancia de su aplicación.

Resumen e ideas relevantes

Es importante recordar que: 

  • La ética, el juicio profesional, el escepticismo profesional, la evidencia suficiente y adecuada, el riesgo de auditoría y la realización de la auditoría conforme a las NIA son los principales requerimientos y principios globales que tiene un auditor, como indica la NIA 200.
  • Para que un auditor acepte un trabajo de auditoría debe verificar que existen las siguientes condiciones previas: marco de referencia aceptable y compromiso por parte de la entidad sobre sus responsabilidades (preparación de los estados, control interno y facilitación de la documentación necesaria). Con base en estos elementos, puede aceptar o rechazar un encargo de auditoría. 
  • El acuerdo de auditoría es la carta que contiene el objetivo, el alcance, las responsabilidades de la entidad, las responsabilidades del auditor, el marco de referencia (NIF), las limitaciones existentes, la forma y el contenido del informe de auditoría que se pretende entregar, así como el reconocimiento de que pueden existir variaciones.
  • La firma o despacho de auditores o contadores debe aplicar un sistema de gestión de calidad, para que el encargado de la auditoría cumpla con las características de liderazgo, ética, capacidad, entre otras, y los miembros del equipo de trabajo atiendan a los criterios de ética, independencia, juicio profesional, cuenten con experiencia técnica-práctica y trabajen con un buen entendimiento del equipo, de la firma y de la entidad auditada. 
  • Cuando un auditor identifica un riesgo de fraude debe mantener su escepticismo y considerar que la información puede no estar libre de errores materiales debido al fraude. Además, tiene que llevar a cabo requisitos de comunicación, valoración de riesgos, análisis de evidencia, respuesta a los riesgos, documentación, entre otros, a fin de determinar el grado en el que la información se vio afectada. En su caso, debe considerar si puede o no continuar con la auditoría e, inclusive, si debe o no informar a una autoridad de supervisión y regulación, aunque se incumpla la confidencialidad, para que prevalezca su ética y su compromiso social.

Fuentes de consulta