Clase digital 4. La perspectiva de género en la educación, los medios de comunicación y en las políticas públicas – Segunda parte

Portada » Clase digital 4. La perspectiva de género en la educación, los medios de comunicación y en las políticas públicas – Segunda parte

La perspectiva de género en la educación, los medios de comunicación y en las políticas públicas – Segunda parte

Desarrollo del tema

La perspectiva de género en los medios de comunicación

Para sensibilizarnos en el tema es bueno reflexionar sobre ¿qué imagen del género femenino nos presentan los medios de comunicación? En un estudio científico realizado por Núria García Muñoz y Luisa Martínez García, de la Universidad de Guadalajara, en el 2008, nos presentan estos resultados:

  • Para las mujeres de los grupos de discusión, la representación del género femenino en los medios de comunicación se presenta generalmente con patrones que infravaloran la imagen de su propio género.
  • Los clichés principales corresponden, según las mujeres de los dos grupos investigados, a la invisibilización y ridiculización de la mujer, a la permanencia del rol de la mujer como víctima, a la coexistencia de estereotipos entre la mujer y la belleza, a la perpetuación de roles tradicionales que asocian a las mujeres con un ámbito privado-doméstico, a la cosmovisión masculina como dinámica arquetípica a seguir por las mujeres, a la presencia de la mujer-objeto en los medios y, finalmente, a la especialización temática de las revistas en función de los géneros.
  • El imaginario que plantean los contenidos mediáticos, específicamente el que propone la publicidad, se construye a partir del menosprecio y la tipificación de los roles de género. A este respecto una mujer expresaba: “La publicidad antes ridiculizaba a las mujeres. Y ahora parece que las cosas han cambiado. Pero lo que hacen es ridiculizar también a los hombres”.
Imagen 1. La discriminación se basa en el cuidado de la imagen y el concepto comercial de la belleza.
  • Uno de los criterios de noticiabilidad que aumenta la discriminación de los medios en relación con las mujeres, según las integrantes de los grupos, es su presencia como víctima de la violencia de género, desde dos aspectos determinados: el primero, la constatación del protagonismo de las mujeres en los informativos cuando han sido víctimas de agresiones. El segundo aspecto se refiere al tratamiento informativo de las noticias con respecto a estos hechos. Existe un exceso de sensacionalismo en el tratamiento relativo a las mujeres y una clara ausencia del seguimiento de los casos y las consecuencias de las acciones de los agresores.
  • Difusión de estereotipos sobre las mujeres y su relación, casi exclusiva, con ámbitos privados (como responsables de las tareas domésticas y familiares) y el tratamiento que se hace de ellos en la publicidad. “Si ya pasas de los 20 años y no te ves estupenda, pues pasas al estereotipo de ama de casa, madre que compra detergente y pasa la aspiradora”.
  • Uno de los arquetipos mencionado en las sesiones es la relación de las mujeres con el cuidado de la imagen y el concepto comercial de la belleza. Ambas cuestiones son percibidas como valores presentes en los medios que menosprecian la representación del género femenino en el ámbito social.
  • Un modelo sexista presente en la política editorial de las revistas es la especialización temática que responde a cánones estereotipados de género: ofrecen prensa del corazón para las mujeres, y política, economía o deporte para los hombres.

La invisibilización de las mujeres, en diferentes ámbitos, se aprecia como un déficit respecto a una construcción equilibrada del universo femenino y respecto al masculino. Este déficit genera una contradicción entre la representación, que construyen los medios mediante sus contenidos en materia de género y la realidad social.

La referencia a la abstracción del contexto femenino se concreta en los siguientes aspectos:

  • La sexualización de los planteamientos editoriales de las publicaciones periódicas, lo que provoca una ausencia de temáticas de interés para las mujeres.
  • Invisibilización de las mujeres en los informativos.
  • La presencia de la imagen de las mujeres como víctimas en los contenidos informativos de los medios.
  • Escasa presencia de mujeres en la producción de contenidos.
  • Ausencia de una representación de las mujeres que no sea maniqueísta   desde la perspectiva de género.
  • Ausencia de la representación de la mujer a partir de su propia cotidianidad

En la realidad se constata que se transmiten imágenes estereotipadas e injustas, se asocian a mujeres y hombres como usuarios exclusivos de ciertos electrodomésticos o servicios. Ejemplo, las damas promocionan artículos de limpieza, electrodomésticos, cosméticos o comida, y los varones, autos, bebidas e inversiones).

Se dan mensajes que expresan violencia (física, emocional o psicológica) y subordinación; los contenidos que transmiten una visión de incapacidad o dependencia de mujeres u hombres para realizar tareas no habituales, así como la publicidad que explota el cuerpo o la sexualidad para vender productos (INMUJERES, 2008).

Los medios de comunicación reafirman socialmente para mujeres y hombres la manera de actuar, las creencias, los rasgos de personalidad, las actitudes, los valores, las actividades, los espacios y las características que los distinguen, hacia sí mismos y para con los demás (Burin y Meler, 1998: 20).

Imagen 2. Foco en la igualdad de género en los medios y los sectores digitales.

Estas diferencias que separan a los individuos refuerzan la construcción cultural de género, la cual integra al conjunto de prácticas, ideas estereotipadas, discursos y representaciones sociales que reglamentan y condicionan la conducta objetiva y subjetiva de las personas, atribuyendo características distintas a cada sexo acerca de lo que es “masculino” y lo que es “femenino”, reproduciendo y transmitiéndolas a las nuevas generaciones.

Según Lagarde (1997: 75) la construcción cultural del género llega a convertirse en un hecho social de tanta fuerza que determina la manera en que hombres y mujeres vivirán. Su cimiento está profundamente arraigado en los valores morales y éticos, en imágenes y modelos promovidos y mantenidos por instituciones sociales como la Iglesia y el Estado.

La transmisión de esta realidad la llevan a cabo los medios de comunicación masiva, es decir, la televisión, la radio, la prensa y el cine reproducen lo que es “correcto”, “típico” o “deseable” en la mujer y en el hombre.

Lo dicho hasta aquí, provoca la conformación de innumerables estereotipos, prejuicios y mitos con respecto a la mujer, a sus funciones y a sus características, las cuales están estrechamente interrelacionadas entre sí y proporcionan una visión distorsionada de la realidad.

De acuerdo con Burkle (1997), la construcción del discurso televisivo ha respondido a un grupo en el poder —constituido mayoritariamente por varones—, interesado en mantener a la mujer sometida, ama de casa, sin otra aspiración que la superficialidad de su belleza física o el bienestar del hogar.

En cuanto a publicaciones especializadas, como la prensa económica, la sensación que producen en la audiencia es que las mujeres no existen (Menéndez, 2001). Ello se constata no sólo por los protagonistas de las notas de economía, sino también porque son casi exclusivamente varones quienes escriben sobre el tema.

En general, los medios de comunicación siguen fomentando los roles tradicionales tanto de mujeres como de hombres. En las revistas y en la publicidad, las mujeres siguen apareciendo como objeto sexual, a pesar de la intención de cubrir la imagen femenina con un barniz de modernidad y presentarla desarrollando roles profesionales. Se continúa mostrando a la mujer preocupada por su aspecto físico y nunca por el intelectual, mientras que los hombres se muestran interesados por los deportes y la tecnología. Aunado a ello, la mujer que trabaja es presentada en posiciones de subordinación (Menéndez 2001; Ortiz, 2001).

Organización de medios de comunicación alternativos

Con el propósito de compartir información, dar voz a las mujeres y hacerlas visibles, además de reflejar sus problemas, necesidades e intereses y concepciones, en la última década se registraron múltiples esfuerzos de grupos de mujeres dedicadas a la comunicación y a la promoción de los derechos de la mujer. Estos grupos se han encargado de construir y emitir mensajes fieles a la realidad social y de interés para las mujeres. En ese quehacer, las nuevas tecnologías de información han jugado un papel fundamental. A continuación, se mencionan algunos de esos esfuerzos realizados en todo el mundo, específicamente en América Latina:

Diagrama 1. Esfuerzos realizados en todo el mundo. Elaboración propia.

Perspectiva de género en las políticas públicas

Es bueno mencionar como introducción al estudio de este subtema que hay una exigencia cada vez más fuerte a vincular los problemas de población y desarrollo con las políticas públicas y sociales, por tanto, no solo hay que considerarlo como objeto de estudio e interpretación teórica, sino, como objeto de transformación.

¿Qué es una política pública?

La política pública suele entenderse como un curso de acción, una definición de principios y flujos de información en relación con un objetivo público definido en forma democrática. La política se expresa en orientaciones, instrumentos, programas, normas institucionales, entrega de productos, servicios, otros.

Definida así, una política pública implica el desarrollo de todo un proceso en el que actúan sujetos y tiempos diferenciales, desde el momento en que se presenta una problemática y es abordada e interpretada por una política pública, se suscita un nivel de entendimiento, acuerdo, compromiso, vinculación entre la sociedad y el gobierno, definiendo qué problemas merecen atención mediante las diferentes fases evolutivas de la política pública.

Por lo general una política pública, fruto de un estudio científico, se estructura con base en estos elementos:

  • Marco de referencia
  • Justificación
  • Objetivos
  • Metas
  • Medidas de políticas y programas
  • Introducción en la práctica y arreglos institucionales.

Las políticas públicas desde una perspectiva de género se centran fundamentalmente en:

  • Contrarrestar las desigualdades producidas por las valoraciones tradicionales acerca del papel de la mujer.
  • Corregir las distorsiones que genera el mercado a la población femenina.
  • Ampliar la participación ciudadana de las mujeres.

Políticas públicas que se implementan con más frecuencia, desde la perspectiva de género:

  • Estudios para identificar las principales brechas de desigualdad entre mujeres y hombres.
  • Desarrollo de un marco programático para la atención de diversos tipos de violencia con diferentes poblaciones, violencia obstétrica, feminicida, familiar, laboral, institucional, entre otras.
  • Elaboración de manuales para el trabajo con diferentes poblaciones: niñas, niños, adolescentes, jóvenes, personas adultas mayores.
  • Creación y fortalecimientos de refugios para mujeres en situación de extrema violencia.
  • Creación y fortalecimiento de Casas de la Mujer indígena.
  • Campañas de comunicación social para la prevención de la violencia.
  • Atención directa a las mujeres que viven violencia a través de la orientación jurídica, psicológica y de trabajo social.
  • Capacitación al funcionariado de las distintas dependencias que conforman los sistemas estatales para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.

Realidad actual

Actualmente, en México el esfuerzo emprendido para que la perspectiva de género se transforme en política pública se da en medio de mucha tensión por la dominación de grupos conservadores, que son apoyados por algunas agencias internacionales de financiamiento, gobiernos estatales, partidos políticos y otros actores sin apertura a las iniciativas que problematizan las relaciones de género.

El escenario en nuestro país respecto a la incorporación en políticas públicas de las necesidades, deseos, demandas, derechos e intereses de mujeres y hombres para paliar y transformar desigualdades de género se da en medio de una tensión, debido a que, por un lado, se diseñan políticas y programas orientados sesgadamente a resolver necesidades prácticas de hombres y mujeres igualando las oportunidades de acceso a recurso. Por otro lado, se sitúan los y las que luchan por incorporar una perspectiva de género cuya meta es transformar las relaciones de poder entre hombres y mujeres por medio de la identificación y satisfacción de necesidades reales, pertinentes y estratégicas.

Puedes darte cuenta al contemplar este escenario que falta mucho por hacer y que de alguna manera eres responsable de colaborar en la construcción de una sociedad más incluyente para que el acceso a las políticas públicas sea un derecho para todas y todos.

Es momento para que reflexiones y profundices en el tema, para ello te sugiero visualizar el siguiente video:

Sinopsis: se hace un análisis respecto a las políticas públicas vistas desde la situación de las mujeres, aludiendo a los antecedentes históricos, políticos y jurídicos, así como, al compromiso que tienen los gobiernos de desarrollar acciones, medidas, acuerdos en pro de la realidad de los diversos géneros.

Material complementario

Conclusión

Según el pensamiento de Susana Gamba, la perspectiva de género favorece el ejercicio de una lectura crítica y cuestionadora de la realidad para analizar y transformar la situación de las personas. Se trata así de crear nuevas construcciones de sentido para que hombres y mujeres visualicen su masculinidad y su femineidad a través de vínculos no jerarquizados ni discriminatorios.

La escuela desde el nivel preescolar hasta el universitario constituye uno de los agentes socializadores más importantes de la sociedad. Por tanto, debe fortalecer, desde esta edad, una educación incluyente que tome en cuenta la perspectiva de género.

Desafortunadamente todavía existen concepciones sexistas que perduran en la educación, mediante la socialización escolar se trasmiten una serie de estereotipos de género, acuñando el “deber ser” de mujeres y hombres; fomenta y refuerza la concepción de feminidad y masculinidad tradicional concebida a partir de determinadas características, cualidades, rasgos y atributos de las personas, en correspondencia con esto a las mujeres se les considera como el sexo débil, dependientes y subordinadas, mientras a los hombres, que son superiores e independientes. Esto nos compromete a trabajar por una educación equitativa e igualitaria para mujeres y hombres.

En el currículo oculto de la escuela persiste el enfoque y las conductas sexistas, lo cual hace que se conserven y trasmitan estereotipos genéricos que contribuyen a legitimar la inequidad de género. Es un compromiso para ti como estudiante evaluar continuamente tu perspectiva y comportamiento tanto en el aula, como en la familia y sociedad.

Por lo reflexionado en este tema pudiste darte cuenta de que el camino que te queda por andar es muy largo y seguramente con muchos obstáculos, pero te queda la satisfacción y el reto de que es posible encontrar estrategias y mejores vías para que se produzcan transformaciones de raíz, tanto en el contenido como en la democratización de los medios de comunicación y de las políticas públicas desde una perspectiva de género.

Ánimo, has terminado con la clase, ahora sólo queda que realices las actividades que se te proponen.

Fuentes de información

  • Artículo 10 de la Convención Sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
  • Artículo 8º. de la Convención Belém do Pará.
  • A/Res/48/104, artículo 4º.
  • Asamblea General de la Organización de Estados Americanos. (22 de noviembre de 1969). Ratificada por el gobierno mexicano el 24 de marzo de 1981 y publicada en el Diario Oficial de la Federación del 7 de mayo del mismo año.
  • Banco Mundial. (2017, 15 diciembre). Resumen del año 2017 en 12 gráficos. Recuperado 28 de agosto de 2022, de https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2017/12/15/year-in-review-2017-in-12-charts
  • Burin, Mabel y Meler, Irene (1998). Género y Familia. Poder, amor y sexualidad en la construcción de la subjetividad. Buenos Aires: Paidós.
  • Burkle B., Martha (1997). “La post-televisión y la construcción de la sexualidad de la mujer”, en Razón y Palabra, julio de 1997, edición especial. Consultada el 28 de julio de 2005 en http://www.razonypalabra.org.mx/mcluhan/post.htm
  • Gamba, S. (2008, marzo). ¿Qué es la perspectiva de género y los estudios de género? Mujeres en Red, el Periódico Feminista. https://www.mujeresenred.net/spip.php?article1395
  • García, N., & Martínez, L. (2008, 30 marzo). La recepción de la imagen de las mujeres en los medios: una aproximación cualitativa. Comunicación y sociedad. Recuperado 2 de junio de 2007, de
  • https://comunicacionysociedad.cucsh.udg.mx/index.php/comsoc/issue/view/680
  • Instituto Nacional de las Mujeres. (2008). DECRETO por el que se aprueba el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres 2009-2012. Recuperado de: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100919.pdf
  • Jelin, E. (1997). Igualdad y diferencia: dilemas de las mujeres en América Latina. Ágora. Cuadernos de estudios políticos. Año 3, núm 7. Ciudadanía en el debate contemporáneo.
  • Lagarde, Marcela. (1996) El género, fragmento literal: ‘La perspectiva de género’, en Género y feminismo. Desarrollo humano y democracia, Ed. horas y HORAS
  • Menéndez, M. Isabel (2001). “Una representación invisible: imagen actual de las mujeres en la información”, en Mujeres en medio: repaso crítico a los medios de comunicación y su lenguaje, Asociación de Mujeres Profesionales de la Comunicación. AMECO.
  • Ortiz, Marta (2001). “Igualdad de sexos en los medios de comunicación”, en Mujeres en medio: repaso crítico a los medios de comunicación y su lenguaje, Asociación de Mujeres Profesionales de la Comunicación. AMECO.