Clase digital 6. Estructura y funciones del sistema nervioso

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Estructura y funciones del sistema nervioso

Introducción

¡Hola! 

Espero te encuentres muy bien y con buen ánimo para seguir complementando tu aprendizaje. Como siempre te brindo la bienvenida a la clase y deseo que tengas mucho éxito en todo aquello que realices. 

En esta clase revisaremos la estructura y funciones del sistema nervioso, así como su subdivisión en central y periférico, las estructuras que los conforman y la función que realizan, además se detallarán las funciones del sistema nervioso autónomo. Finalmente se revisará el mecanismo a través del cual se desarrollan algunas de las enfermedades más comunes de este sistema, tales como la Epilepsia, Parkinson y Alzheimer.

Una vez que sabemos sobre lo que tratará esta sesión, comencemos…

Desarrollo del tema

El sistema nervioso regula las actividades corporales respondiendo con rapidez mediante impulsos nerviosos. Tiene también a su cargo nuestras percepciones, conductas y recuerdos, e inicia todos los movimientos voluntarios.

Con un peso de sólo 2 kg, alrededor del 3% del peso corporal total, el sistema nervioso es uno de los más pequeños y, sin embargo, más complejos de los once sistemas y aparatos del cuerpo. Esta red intrincada de miles de millones de neuronas (incluso la neuroglia) está organizada en dos subdivisiones principales: el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico.

El sistema nervioso central (SNC) está formado por el encéfalo y la médula espinal, procesa diversos tipos de información sensitiva aferente, es la fuente de los pensamientos, emociones y recuerdos. La mayoría de los impulsos nerviosos que estimulan a los músculos para que se contraigan y a las glándulas para que aumenten su secreción se originan en el SNC.

Imagen 1. Sistema nervioso central (humano).

Encéfalo: es la parte del SNC que se localiza en el cráneo y contiene unos 100.000 millones de neuronas. Presenta cuatro porciones principales: el tronco encefálico (o tallo cerebral), el cerebelo, el diencéfalo y el cerebro.

Tronco Encefálico: es la zona comprendida entre la médula espinal y el diencéfalo; está conformada por tres estructuras: el bulbo raquídeo, la protuberancia (puente) y el mesencéfalo.

Cerebelo: ocupa las regiones inferior y posterior de la cavidad craneal. La zona central, angosta, es el vermis, y las “alas” o lóbulos laterales son los hemisferios cerebelosos, la capa superficial se denomina corteza cerebelosa, más en la profundidad, se encuentran tractos de sustancia blanca que forman el árbol de la vida. Todavía más en lo profundo, entre la sustancia blanca, se observan los núcleos cerebelosos, regiones de sustancia gris de la que parten axones que conducen impulsos del cerebelo a otros centros encefálicos. La función primaria del cerebelo es evaluar cómo se lleva a cabo un movimiento iniciado por las áreas motoras del cerebro.

Diencéfalo: forma un centro de tejido encefálico inmediatamente por encima del mesencéfalo. Está rodeado casi en su totalidad por los hemisferios cerebrales y contiene muchos núcleos que participan en una amplia variedad de procesos sensitivos y motores. Se extiende entre el tronco del encéfalo y el cerebro y rodea al tercer ventrículo; comprende: el tálamo, el hipotálamo y el epitálamo.

Imagen 2. Diencéfalo.

Cerebro: Nos otorga la capacidad de leer, escribir, hablar, realizar cálculos, componer música, recordar el pasado, planificar el futuro e imaginar cosas que jamás han existido. El cerebro consiste en una corteza cerebral externa, una región interna de sustancia blanca cerebral y núcleos de sustancia gris, en la profundidad de la sustancia blanca. Se divide en corteza cerebral (región de sustancia gris que forma el borde externo del cerebro), la región cortical se pliega sobre sí misma. Los pliegues se denominan giros o circunvoluciones. Las grietas más profundas entre las circunvoluciones se denominan fisuras; las más superficiales se conocen como surcos. La depresión más profunda, la fisura longitudinal, divide el cerebro en una mitad derecha y una mitad izquierda denominadas hemisferios cerebrales. Cada hemisferio cerebral se subdivide en varios lóbulos. Los lóbulos se denominan según los huesos que los cubren: frontal, parietal, temporal y occipital.

Imagen 3. El cerebro.

Los 12 pares de nervios craneales llevan esta denominación porque atraviesan forámenes de los huesos craneales y se originan en el encéfalo, en el interior de la cavidad craneal, pero forman parte del sistema nervioso periférico.

  1. Nervio Olfatorio
  2.  Nervio Óptico
  3.  Nervio Oculomotor
  4.  Nervio Troclear
  5.  Nervio Trigémino
  6.  Nervio Abducens
  7.  Nervio Facial
  8.  Nervio Vestibulococlear
  9.  Nervio Glosofaríngeo
  10.  Nervio Vago
  11.  Nervio Accesorio
  12.  Nervio Hipogloso

Médula Espinal: está conectada con el encéfalo a través del foramen magno del hueso occipital y está rodeada por los huesos de la columna vertebral. La médula espinal contiene unos 100 millones de neuronas, se encuentra alojada en el conducto vertebral de la columna vertebral, la cual le da protección. Los ligamentos vertebrales, las meninges (duramadre, aracnoides y piamadre) y el líquido cefalorraquídeo constituyen una protección adicional. Se extiende desde el bulbo raquídeo, hasta el borde superior de la segunda vértebra lumbar.

La organización de la médula espinal parece ser segmentaria, ya que los 31 pares de nervios espinales que de ella se originan emergen a intervalos regulares de los forámenes intervertebrales. Hay 8 pares de nervios cervicales (C1-C8), 12 pares de nervios torácicos (T1-T12), 5 pares de nervios lumbares (L1-L5), 5 pares de nervios sacros (S1-S5) y 1 par de nervios coxígeos (Co1).

En la pared interna de la médula espinal, se puede apreciar sustancia blanca que consiste , en haces de axones mielínicos de neuronas. Y sustancia gris que tiene la forma de una letra H o de mariposa; está formada por dendritas, cuerpos neuronales, axones amielínicos y neuroglia.

Los nervios espinales se distribuyen en ramos y plexos (redes axónicas) los cuales son: cervical, braquial, lumbar, sacro y coccígeo.

Imagen 4. Médula espinal.

El sistema nervioso periférico (SNP) está formado por todo el tejido nervioso que se encuentra fuera de la médula espinal.

Los componentes del SNP incluyen nervios, ganglios, plexos entéricos y receptores sensoriales. Un nervio es un haz de cientos de miles de axones (junto con el tejido conectivo y los vasos sanguíneos asociados) que se encuentran por fuera del encéfalo y la médula espinal. Doce pares de nervios craneales emergen del encéfalo y 31 pares de nervios espinales emergen de la médula espinal. Cada nervio sigue un camino definido e inerva una región específica del cuerpo. Los ganglios son pequeñas masas de tejido nervioso constituidas por los cuerpos celulares de las neuronas, localizados fuera del encéfalo y de la médula espinal. Los ganglios están íntimamente asociados a los nervios craneales y espinales. Los plexos entéricos son redes extensas de neuronas localizadas en las paredes de los órganos del tubo digestivo.

El término receptor sensorial se refiere a una estructura del sistema nervioso que controla los cambios en el medio ambiente externo o interno.

El SNP puede ser subdividido, a su vez, en sistema nervioso somático (soma-, cuerpo) (SNS), sistema nervioso autónomo (auto-, propio; y -nómico, ley) (SNA) y sistema nervioso entérico (enteron-, intestino) (SNE).

El Sistema Nervioso Somático está formado por: Neuronas Sensitivas y Neuronas Motoras. Su acción es voluntaria.

El Sistema Nervioso Autónomo está formado por neuronas sensitivas que transportan información proveniente de receptores localizados en órganos viscerales y pulmones hacia el sistema nervioso central y motoras que conducen impulsos nerviosos desde el sistema nerviosos central hacia el músculo liso, músculo cardiaco y glándulas. Su respuesta es involuntaria.

El Sistema Nervioso Autónomo tiene dos ramas:

La división simpática: ayuda a la ejecución de las acciones de emergencia, las llamadas respuestas de “lucha y huida”.

La división parasimpática: tiene a su cargo las actividades de “reposo y digestión”.

El Sistema Nervioso Entérico es conocido como el “cerebro visceral”, es involuntario, contiene más de 100 millones de neuronas situadas en los plexos entéricos, que se distribuyen a lo largo de la mayor parte del tubo digestivo. 

Las neuronas sensitivas del SNE monitorizan los cambios químicos que se producen en el tubo digestivo, y también la distensión de sus paredes. Las neuronas motoras entéricas coordinan la contracción del músculo liso del tubo digestivo, que estimula la progresión del alimento a lo largo de él, regulan las secreciones de los órganos digestivos, como el ácido gástrico, y la actividad de las células endocrinas del aparato digestivo, que secretan hormonas.

Imagen 5. La división simpática y parasimpática.

Epilepsia: se caracteriza por accesos cortos y recurrentes de disfunción motora, sensitiva o fisiológica. Dichos accesos conocidos como crisis epilépticas se inician por descargas eléctricas sincrónicas, anormales, generadas por millones de neuronas cerebrales, quizá como consecuencia de circuitos reverberantes anómalos. Las descargas hacen que muchas neuronas envían impulsos a través de las vías de conducción. Como resultado, se pueden formar señales visuales, auditivas u olfativas sin que haya mediado la estimulación previa de los ojos, los oídos o las fosas nasales. Asimismo, los músculos esqueléticos pueden contraerse en forma involuntaria.

Parkinson: Esta enfermedad se caracteriza por una degeneración progresiva de la vía dopaminérgica nigro-estriada (degeneración que sufren las neuronas productoras de dopamina). Sus síntomas son principalmente motores como rigidez, bradicinesia (movimientos lentos), inestabilidad postural y temblor en reposo.

Alzheimer: Esta enfermedad se define como el envejecimiento prematuro del encéfalo. Es un trastorno neurodegenerativo causado por la acumulación del péptido beta amiloide en amplias regiones del encéfalo, sus rasgos clínicos son: 1) Afectación de la memoria de tipo amnésico. 2) Deterioro del lenguaje, 3) Déficit visuoespacial.

Conclusión

Hemos llegado al final de esta sexta clase digital, en la cual se revisó el sistema nervioso y su subdivisión en central, periférico y entérico.

De cada una de estas subdivisiones se detallaron las estructuras que las conforman: El SNC se conforma de encéfalo (cerebro, cerebelo, tallo cerebral y diencéfalo) y el SNP, dividido a su vez en autónomo (simpático y parasimpático) y somático. 

Finalmente se incluyó el mecanismo fisiopatológico de algunas de las enfermedades más comunes del sistema nervioso como lo es la Epilepsia, el Párkinson y el Alzheimer.

Has concluido la sexta clase, ¡muchas felicidades por tu esfuerzo! Ahora toca el turno de realizar la tarea y enviarla como se te indica. Te encuentro en tu siguiente clase, hasta pronto.

Fuentes de información

Tortora, G. J., y Derrickson, B. (2013). Principios de Anatomía y Fisiología. (13ª ed). Editorial Médica Panamericana.