Instrumentos de evaluación de las políticas culturales: indicadores culturales de medición (tipos), observatorios culturales y sus metodologías
Introducción
¡Hola admirable estudiante!
Me da mucho gusto saludarte en esta ocasión, que sin demeritar las anteriores, ya has avanzado mucho en este proceso formativo y eso es razón suficiente para pedirte que continúes con ese mismo ímpetu por aprender más. Te reitero mis felicitaciones y te doy la bienvenida a la última clase digital de esta UDA.
Finalizamos revisando información pertinente, a fin de construir el concepto de evaluación de políticas culturales, lo cual nos permitirá entender la importancia de evaluar, justamente, una política cultural determinada. Esto a su vez, hará posible identificar modelos de evaluación de las políticas culturales en ámbitos internacionales y del contexto mexicano.
Al respecto, partamos de las premisas ¿Qué significa evaluar las políticas culturales? ¿Por qué es importante evaluar una política cultural determinada? ¿Cuáles son algunos modelos de evaluación de las políticas culturales en ámbitos internacionales y del contexto mexicano?
En relación con lo anterior, ¡sigamos adelante!
Desarrollo del tema
Estudios diversos sobre el papel de la cultura y de las políticas culturales, coinciden en que hay una carencia sorprendente en herramientas metodológicas idóneas que permitan evaluar el resultado e impacto de las políticas culturales en la sociedad. Esto significa que hoy en día no existen suficientes estudios sobre el tema, siendo relevante al respecto, la ausencia o insuficiencia de indicadores en materia cultural.
Un indicador se refiere a un dato procesable que remite al estudio del impacto de una o varias acciones en materia de cultura, siendo estos datos valiosos en la toma de decisiones sobre qué proyectos emprender en una sociedad determinada, esto como elemento de monitoreo del cumplimiento de las políticas culturales y, en todo caso, realizar una evaluación de planes y programas que en materia cultural efectúa una institución, ya sea pública o privada. Ahora bien, estos indicadores deben ser de ayuda en la clasificación de los sectores culturales, e identificar causas del desarrollo cultural.
Para lo anterior, como apunta Belén Fiallos (2018, p. 215), hay varios tipos de indicadores:
- De contexto: socioeconómicos.
- De resultados: a corto, mediano y largo plazo.
- De gestión: procesos y recursos.
- De evaluación: juicio sobre logros alcanzados.
- De recursos, costos y tiempos: valorar los recursos, costos y tiempos empleados.
Para el caso de México, se tienen varios documentos con indicadores interesantes, siendo que, no obstante, aún son fuentes insuficientes para medir el amplio espectro de la cultura y el consumo cultural.
Al respecto, sin duda la Encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo cultural que publicó en 2010 el extinto Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), es un instrumento completo donde se examinan las realidades del consumo cultural en la capital y las entidades del país. Resulta por demás interesante el que se dispongan datos precisos sobre consumo en cine, danza, música, teatro, zonas arqueológicas, museos, literatura (bibliotecas, librerías, lectura), artes plásticas y visuales, prácticas artísticas y culturales, exposición a medios, patrimonio inmaterial, equipamiento cultural, turismo cultural, gasto cultural y hasta el uso del tiempo libre y la percepción de la cultura. La encuesta ofrece datos nacionales y de las entidades del país, por lo cual se convierte en un insumo indispensable.
No obstante, el estudio es del 2010, y no ha sido sino hasta el 2020 que apareció otra encuesta, esta vez realizada por la Universidad Nacional Autónoma de México. Así, se publicó la Encuesta Nacional sobre Hábitos y Consumo Cultural 2020, que incluye tres documentos: dos que contienen datos de preguntas específicas sobre el consumo cultural, presentados en gráficas y en tablas cruzadas, y uno más, donde diversos especialistas en la materia, realizan un análisis cualitativo y estadístico del resultado de las preguntas contenidas en seis bloques, donde se cuestiona sobre: 1) intereses y prácticas culturales de las personas encuestadas; 2) hábitos y actividades desarrolladas durante la pandemia; 3) participación y consumo de actividades culturales en línea; 4) estado de ánimo e inquietud sobre protocolos sanitarios en las actividades presenciales; 5) perspectivas de participación en las actividades culturales hacia los próximos meses; 6) ¿Quién respondió la encuesta? Información sociodemográfica de las personas encuestadas.
Como afirma Fiallos (2018, p. 214), los indicadores derivados de encuestas como las referidas, que no son las únicas para el caso de México, pero sí emblemáticas del consumo cultural nacional, permiten evaluar los fenómenos de la cultura, que se convierte en esencial para la toma de decisiones en cuanto a la implementación de proyectos, programas y planes de intervención cultural, y con ello, la modificación, supresión si es el caso, o creación de ser así necesario, de nuevas formas de impulso y desarrollo a la cultura.
Ahora te invito a que interactúes con datos en materia cultural, de los sitios siguientes:
- Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales
- Encuesta Nacional sobre Hábitos y Consumo Cultural 2020
Sobre los modelos de evaluación de la cultura, hay varias posibilidades. Siguiendo, nuevamente a Fiallos (2018), se disponen los siguientes:
- Marco Lógico.
- Modelo de presión-Estado-Respuesta, relacionado con la sostenibilidad y el desarrollo.
- Modelo en áreas de educación.
Justamente, para profundizar sobre ello, te pido que realices la lectura siguiente, dando, con ello, por terminada la clase.
Fiallos Quinteros, Belén (2018). “¿Cómo evaluar la cultura? Algunas experiencias en evaluación cultural”.
Conclusión
Para finalizar, evaluar las políticas culturales de instituciones públicas y privadas se hace, entre otras cosas, para percibir el impacto general y específico de las acciones implementadas por proyectos, programas, planes de acción, etcétera. Esto permite que quienes detentan liderazgos puedan tomar decisiones sobre la creación, supresión o modificación de esos planes y programas, y que puedan estar en condiciones de presentar una estadística de desarrollo cultural, lo cual, además, sirve para justificar el gasto invertido en la cultura.
Las estadísticas con que se cuenta son valiosas en este sentido, y, no obstante, aún se carece de una totalidad de instrumentos de evaluación ya que la medición realizada es general-nacional-estatal, sin que ello alcance a nivel municipal solo en casos excepcionales. Por tanto, la conclusión de esta clase es que la evaluación es fundamental, empero, que aún hay mucho por hacer, sobre todo en una nación, como la mexicana, pluricultural y pluriétnica, con enormes necesidades de expresión cultural y desarrollo artístico.
¡Has llegado al final de la última clase del curso, muchas felicidades! Ha sido un gozo compartir contigo este trayecto formativo. Deseo que el curso haya cumplido tus expectativas y encuentres satisfacción en los temas abordados, así como con tu desempeño y compromiso. Para concluir de forma correcta, te invito a realizar la tarea asignada y mandarla como corresponde. Espero encontrarte nuevamente. ¡Gracias por tu atención y hasta pronto!
Fuentes de información
- Fiallos Quinteros, B. (2018). “¿Cómo evaluar la cultura? Algunas experiencias en evaluación cultural”. Universidad de la Habana 285, pp. 213-222. En: http://scielo.sld.cu/pdf/uh/n285/uh13285.pdf
- José Luis Ben Andrés et al. (s./a.). Guía para la evaluación de las políticas culturales locales. España: Federación Española de Municipios y Provincias, 280 pp. En: https://www.redalyc.org/pdf/2971/297124737006.pdf