Author(s): Estela Cuna Pérez
Email (s): ecuna@unam.mx
Institution or organization of origin: Universidad Nacional Autónoma de México
Country: Mexico
Abstract
Los lagos El Sol y La Luna ubicados dentro del cráter del Nevado de Toluca, en el centro de México, poseen características fisicoquímicas, que los hacen altamente sensibles a perturbaciones de origen natural o antropogénico, constituyendo excelentes sensores de cambios ambientales. Actualmente se encuentran en riesgo por el Calentamiento Global y las inadecuadas políticas de protección. Ambos lagos se encuentran a 3,800 m snm, por lo tanto, son lagos de alta montaña. El estudio que se ha realizado de sus sedimentos (análisis de restos biológicos, susceptibilidad magnética y datación) han permitido identificar los cambios ambientales ocurridos en la zona desde 1000 años DC hasta la fecha, como son el periodo de sequía relacionado con la Revolución Mexicana, climas más secos y fríos que se corresponden con la Pequeña Edad de Hielo, clima más húmedo y cálido que se corresponde con la Anomalía Cálida Medieval, hasta el inicio del Calentamiento Global actual. Aun cuando constituyen un ecosistema único en México y están muy ligados a los Objetivos 6 (agua limpia) y 13 (acción por el clima) del Desarrollo Sostenible, en 2013 dejaron de ser un Área Natural Protegida, situación que ha acrecentado la actividad humana en la zona y su grado de perturbación, lo cual se refleja en el cambio de sus poblaciones algales naturales.