
Estado y territorio I – El ámbito territorial en la planeación del desarrollo
Presentación del tema
La planificación territorial es un proceso dinámico que trasciende la mera delimitación cartográfica: implica comprender el territorio como un sistema vivo, donde factores ambientales, sociales, económicos y culturales interactúan de manera compleja. Desde la primera cartografía militar y los proyectos de reforma agraria en el siglo XIX hasta la implementación de Sistemas de Información Geográfica (SIG) y los “smart cities” del siglo XXI, el Estado ha ejercido su autoridad sobre el espacio para promover el desarrollo, gestionar riesgos y garantizar el bienestar colectivo. No obstante, estas prácticas han evolucionado en respuesta a dos fuerzas contrapuestas:
1. Centralización versus descentralización.
- Modelos centralizados (décadas de 1940–1970) diseñaron “planes maestros” nacionales con metas uniformes, asumiendo que un enfoque homogéneo optimizaba la eficiencia. Sin embargo, estas visiones top-down subestimaron la diversidad regional y acabaron por generar desequilibrios, por ejemplo, grandes centros industriales rodeados de áreas rurales marginadas.
- A partir de los años 80, el giro hacia la descentralización buscó otorgar autonomía a gobiernos subnacionales y municipios, con herramientas como presupuestos participativos y consejos territoriales. Esto con el fin de adaptar las políticas a las necesidades locales y aprovechar saberes comunitarios.
2. Oferta de recursos versus demanda social.
- Boisier (1997) utiliza la metáfora del cometa para ilustrar que el territorio ofrece “hilos” tangibles —agua, suelo fértil, infraestructura—, pero la “manija” que lo controla es la demanda social: proyectos de desarrollo, inversiones y dinámicas poblacionales. Equilibrar oferta y demanda requiere instrumentos flexibles de zonificación, que distribuyan usos de suelo (residencial, productivo, de conservación) de manera sostenible.
- Martín (1981) amplía este enfoque identificando estilos de planificación que varían según el grado de intervención estatal, la escala de aplicación y el nivel de participación ciudadana, advirtiendo que la coherencia intersectorial solo se logra mediante criterios claros de priorización y gobernanza compartida.
Las Directrices Internacionales de UN-Hábitat subrayan la necesidad de una gobernanza multinivel, donde el Estado nacional establece marcos estratégicos, las regiones diseñan planes regionales y los municipios implementan políticas locales con el respaldo técnico de SIG y procesos participativos. Esto implica:
- Mecanismos de coordinación (comités mixtos, observatorios ciudadanos) que garanticen la articulación de objetivos ambientales, sociales y económicos.
- Monitoreo continuo mediante indicadores espaciales y temáticos (calidad del aire, cobertura de servicios, índices de vulnerabilidad) para ajustar las intervenciones en tiempo real.
- Inclusión de riesgos en la zonificación: mapas de peligros naturales (inundaciones, deslizamientos) que condicionen la asignación de usos de suelo y orienten planes de mitigación y adaptación climática.
En la era de la Agenda 2030, la planificación territorial ya no es un ejercicio meramente técnico, sino un proceso político y social que exige competencias transversales: liderazgo colaborativo, dominio de herramientas geoespaciales y sensibilidad cultural. Esta lección profundizará en los instrumentos de zonificación, los marcos normativos y los mecanismos de participación, sentando las bases para diseñar territorios inclusivos, resilientes y sostenibles.
Objetivo didáctico de la clase
Analizar los fundamentos teóricos y metodológicos de la planificación territorial, identificando los instrumentos de zonificación, los marcos normativos y las dinámicas de gobernanza que articulan el Estado, la sociedad y el espacio geográfico en la formulación de políticas de desarrollo.
Contenido didáctico
A continuación, se presenta el contenido didáctico de acceso abierto o institucional para profundizar en el tema.
No. | Nombre del recurso | Sinopsis | Tipo de recurso | Enlace Web |
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1 | Boisier, S. (1997). El vuelo de una cometa. Una metáfora para una teoría del desarrollo territorial. Revista EURE, 23(69), 41–79. | Reflexión sobre el territorio como sujeto y objeto de desarrollo, usando la metáfora del cometa para explicar la tensión entre oferta y demanda de espacio. | Artículo académico (PDF) | [Acceder] |
2 | Martín, J. (1981). Estilos de desarrollo y tipos de planificación. Revista EURE, 7(21), 33–70. | Clasificación de modelos de planificación territorial según estilos de desarrollo, con énfasis en la escala y el papel del Estado. | Artículo académico | [Acceder] |
3 | UN-HABITAT WORLDWIDE [unhabitatglobal] (21 de septiembre de 2016). International Guidelines on Urban and Territorial Planning [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=8X1b-T3XxyQ. | Presenta las directrices de la ONU para la planificación urbana y territorial, destacando principios de sostenibilidad, equidad y multiparticipación | Video de YouTube | [Acceder] |
Material didáctico complementario
No. | Nombre del recurso | Sinopsis | Tipo de recurso | Enlace Web |
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1 | UN-HABITAT WORLDWIDE [unhabitatglobal] (9 de noviembre de 2021). Sourcebook: Integrating Health in Urban and Territorial Planning [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=5R5fkvbTm8o&ab_channel=UN-HABITATWORLDWIDE. | Explica cómo incorporar la salud pública en los procesos de ordenamiento territorial, con ejemplos de políticas de ciudades saludables. | Video de YouTube | [Acceder] |
2 | Rojas, E. (2000). Estructura espacial y asentamiento rural en el Caribe Anglófono. Revista EURE, 10(30), 53–74. | Estudio de la organización territorial en islas caribeñas, destacando desafíos de conectividad, servicios y políticas de desarrollo local. | Artículo académico | [Acceder] |
Resumen e ideas relevantes de la clase digital
La planificación del desarrollo territorial reconoce el espacio como un actor que condiciona y a la vez es transformado por las políticas públicas. Boisier (1997) emplea la metáfora del cometa para ilustrar la tensión entre la “oferta” del territorio (recursos, infraestructuras, características biofísicas) y la “demanda” (proyectos de desarrollo, inversiones, dinámicas sociales). Martín (1981), por su parte, clasifica estilos de desarrollo según el grado de intervención estatal, la escala de los proyectos y la centralización versus descentralización de la toma de decisiones.
Los International Guidelines de UN-Habitat ofrecen un marco de principios para planificar territorios urbanos y rurales, haciendo énfasis en la sostenibilidad, la equidad y la participación multipartita de actores estatales, privados y comunitarios. A su vez, el Sourcebook de la OMS demuestra cómo la salud pública se integra en los planes territoriales, proponiendo indicadores para evaluar la relación entre urbanización y bienestar sanitario. En conjunto, estos recursos subrayan que una gobernanza territorial efectiva requiere:
- Instrumentos de zonificación claros (planes de uso de suelo, planes parciales).
- Marcos normativos que coordinen niveles nacional, regional y local.
- Mecanismos participativos para incorporar saberes locales y proteger grupos vulnerables.
- Monitoreo multisectorial que enlace indicadores ecológicos, sociales y económicos, asegurando prácticas de desarrollo inclusivo y resiliente.