Clase digital 6. Teatro y dramaturgia

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Teatro y dramaturgia

Introducción

Bienvenido a esta clase de Taller de Lectura y Redacción II, donde abordaremos otro género literario que es la dramaturgia.

En esta clase revisaremos la diferencia que hay entre dramaturgia y teatro, así como algunas características de cada una de ellas. De igual manera, hablaremos sobre los subgéneros y algunos aspectos que sin duda serán de tu interés.

El teatro es una actividad que involucra el desarrollo de muchas habilidades como la expresión corporal, la seguridad de pararse frente a un auditorio, la representación de emociones, entre muchas otras. Aunque es una disciplina artística aparte, su relación con el texto consiste en que este se diseña considerando principalmente cómo se transforman las palabras en acciones. Por otra parte, veremos en la clase que la forma en que están construidos los textos dramáticos es utilizada en otros ámbitos, incluso laborales. Existen situaciones en las que la elaboración de un guion es indispensable para organizar una actividad, incluso del ámbito laboral. Por eso, a lo largo de la clase revisarás los elementos clave que incluye un guion dramático y te presentaré algunos ejemplos en video.

Asistir a una obra de teatro es una experiencia sin igual. Por ello, en esta ocasión trataremos de adentrarnos a esta disciplina artística a partir del texto mismo. 

Adelante.

Desarrollo del tema

Te quiero proponer que comiences esta clase viendo una obra de teatro. En el siguiente video podrás ver una obra de teatro escrita y dirigida por Ana Francis Mor, Cecilia Sotres, Marisol Gasé y Nora Huerta. La obra se titula Las Miserables, a cargo de la compañía de teatro Las Reinas Chulas. Fue puesta en escena en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz en la UNAM.

La primera reflexión sistemática sobre el teatro viene de la Poética de Aristóteles. En ella se distingue una poesía épica que cuenta las cosas como fueron y se asocia con la narrativa; una poesía lírica que cuenta las cosas como debieran ser y se identifica con la poesía; y, finalmente, una poesía dramática, que cuenta las cosas como son. El tiempo presente de la dramaturgia sugiere, de acuerdo a Aristóteles, que se trata de composiciones cuya finalidad es ser representadas en escena.

La primera distinción que es indispensable hacer es que llamamos dramaturgia a las obras literarias escritas para ser representadas en un escenario, es decir, escritas para su puesta en escena. Por su parte, lo que llamamos teatro se refiere al arte de representar dichas obras. La dramaturgia se lee y se estudia como un género del arte literario (escrito) y el teatro corresponde con un arte escénico.

Imagen 1. Anfiteatro griego.

¿Dramaturgia o teatro?

La distinción es simple: llamamos dramaturgia al arte de componer obras dramáticas, y teatro al arte de representarlas. 

De acuerdo con el Diccionario del teatro de Patrice Pavis, todo texto es teatralizable en cuanto es puesto en escena: “Aquello que hasta el siglo XX era considerado como la marca de lo dramático —los diálogos, el conflicto y la situación dramática, la noción de personaje— ahora ya no es más que una condición sine qua non del texto destinado al escenario o utilizado por él” (1998, p. 470).

Revisemos algunos de sus elementos:

  • Acotaciones escénicas: Son las indicaciones que no forman parte de los diálogos y que señalan nombres de personajes, indicaciones de entradas y salidas, descripción de los lugares e indicaciones para la interpretación.
  • Acotaciones espacio-temporales: Son las menciones explícitas de un lugar, un tiempo o, incluso, una acción. Estas son fundamentales para que el lector se ubique espacio-temporalmente pero, al momento de llevarla a escena, nada obliga al escenificador a concretarlas. Por esto, una obra puede ser adaptada desde diferentes contextos.
  • Diálogos: El diálogo dramático es el intercambio verbal entre personajes, aunque cabe señalar que pueden darse muchas posibilidades, por ejemplo, que un personaje dialogue con un personaje invisible o un espíritu o, incluso, un objeto.
  • Didascalias: Se suele designar con esta palabra a las acotaciones que aparecen al inicio de la obra, que describen el espacio-tiempo de la escena.
  • Monólogo: Es un discurso de una sola persona que habla consigo mismo.
  • Soliloquio: Es un discurso de un personaje dirigido a un interlocutor que permanece callado, es decir, una forma de diálogo unidireccional.
  • Acto: La división de una obra en actos ha variado a lo largo de la historia del teatro occidental. El acto es una división que, dependiendo de las épocas, suele designar un cambio de momento (un día, una jornada). Se considera el acto como una unidad temporal y narrativa, es decir, que dentro de la unidad y coherencia total de la obra el acto representa una unidad significativa y coherente en ella misma. Según Pavis “El acto acaba cuando han salido todos los personajes o cuando hay un cambio marcado en la continuidad espacio-temporal”(1998, p. 32).

Para la tradición aristotélica, la obra debía estar dividida en tres: la exposición del conflicto, la complicación o nudo y la resolución del conflicto. Pero si tomamos, por ejemplo, la obra de Edipo Rey, veremos que en realidad no hay actos. Esto es porque el ritmo en el teatro griego viene marcado por las intervenciones del coro.

La división en tres y cinco actos se debe más bien a los autores del Renacimiento y posteriores. Por ello, las obras de Shakespeare suelen estar divididas en cinco actos. No obstante, esta división solamente es operativa para las obras que están pensadas así, pues en realidad una escena o cuadro es una división suficiente para marcar el ritmo de las acciones. La obra misma de Shakespeare fue dividida en actos solo al momento de su edición.

  • Cuadro: El término cuadro aparece hacia el siglo XVIII y se usa para designar una unidad de acción. Hay un cambio de cuadro cada vez que hay un cambio de decorado.
  • Escena: Es la unidad de acción que ocurre en un lugar, un tiempo y con personajes determinados. Hay un cambio de escena cuando cambia alguno de estos elementos.
  • Escenario: Se refiere al espacio de acción. Tradicionalmente, correspondía al decorado, pues las obras se llevaban a cabo en lugares específicos, pero el teatro moderno ha obligado a pensar el escenario como un espacio que físicamente puede estar más allá de un espacio decorado. De esta manera, donde ocurre una acción significativa para la obra (espacio actoral) se le considerará parte del escenario o, como algunos prefieren, “extender el uso”, lo cual hace del término algo más temporal que espacial.
  • Personaje: Para el teatro griego, la “persona” es la máscara que usaba el actor, esto es, la personificación o la simulación que el actor realiza para encarnar a otro sujeto.
  • Puesta en escena: Es un término moderno que designa, de manera general, los medios y la acción para la interpretación de una obra dramática. Si esto lo ponemos en el contexto contemporáneo en donde los espectáculos son empresas que suelen involucrar a muchos colaboradores y que se han alejado de esta concepción “clásica” de un director que monta una obra total y armoniosa, será fácil comprender que la puesta en escena es, en muchas de las ocasiones, la parte esencial del espectáculo teatral (Artaud en Pavis, 1998).

En la siguiente imagen podrás observar algunos elementos resaltados de un guión dramático.

Imagen 2. Esquema de un guion teatral.

Historia del teatro

El teatro, según Aristóteles, tiene su origen en los ritos religiosos. Este sentido religioso de la “encarnación” es fácilmente identificable en la personificación del actor, a través de la máscara, en otro ser. En la Edad Media, el teatro estuvo fuertemente influenciado por el cristianismo, de manera que era común hacer representaciones de pasajes bíblicos, como las pastorelas. 

Imagen 3. Escena de una obra de Molière.

Por su parte, en este periodo, pero en Japón, surge el teatro Noh, cuyas obras tratan sobre fantasmas de mujeres guerreras, demonios y espíritus, donde además es muy característico el movimiento lento de los actores.

Imagen 4. Teatro japonés.

En el siglo XVI y XVII, en Italia aparece la comedia del arte que designaba a los actores que improvisaban en escena y de los cuales surgen estereotipos como el Mezzetino, la Colombina, el Arlequín y Pantaleón. 

En Francia nos encontramos a Molière, en España a Calderón de la Barca y a Cervantes con sus entremeses y en Inglaterra a Shakespeare, donde el periodo recibe el nombre de teatro isabelino por ser el periodo de la Reina Elizabeth. 

Imagen 5. Teatro cervantino en Guanajuato.

El teatro neoclásico nos trajo a Fernán de Moratín, mientras que el Romanticismo a J. W. Goethe Friedrich Schiller. Por su parte, a mediados del siglo XIX tenemos a Henrik Ibsen, Nikokái Gogol, a Antón Chéjov, entre muchos otros.

En el siglo XX aparecerán algunos dramaturgos que revolucionaron el teatro: Antonin Artaud, Samuel Beckett, Eugène Ionesco, Konstantín Stanislavski, Jerzy Grotowski y Peter Brook.

En México, el director japonés Seki Sano fundó el Teatro de las Artes y fue una figura fundamental para el teatro moderno del país. Hoy en día existen nuevas formas que suelen prescindir de un texto o guion, como el teatro, y que más bien buscan “ejecutarse”, como el performance happening (que habíamos mencionado en la introducción). ¿Has presenciado uno?

Imagen 6. Teatro contemporáneo.

En el siguiente link encontrarás la página de Tomás Urtusástegui, quien fue uno de los dramaturgos y directores de teatro mexicano más destacados de los años recientes, perteneciente a la generación de Leonor Azcate, Víctor Hugo Rascón Banda, entre otros. Seguro encontrarás alguna obra que sea de tu agrado.

Obras Completas… (tomasurtusastegui.com)

Antes de terminar esta unidad de aprendizaje, te invito a consultar estos dos videos: 

Conclusión

¿Qué podemos aprender de la dramaturgia y del teatro con todo lo que hemos visto?

Escribir en forma de guiones (indicando roles, diálogos y secuencia de acciones) es mucho más común de lo que tal vez imaginas: en diversos ámbitos profesionales se acostumbra a hacer una planeación en forma de guion. Por su parte, el teatro, como actividad lúdica, nos permiten desarrollar un gran número de habilidades: la expresión corporal, el volumen y matices de la voz, la seguridad frente al público y la confianza en uno mismo, la memoria, la improvisación, el apego a un guion y la creatividad para enriquecerlo, la preparación individual y el trabajo en equipo. 

Si ya has participado en grupos de teatro, sabrás reconocer con facilidad estas habilidades. Si aún no has tenido esa experiencia de actuar, quizás después de esta clase te puedas motivar para acercarte más al teatro.

Te invito a continuar con tu siguiente clase.

Referencias

  • Pavis, P. (1998). Diccionario del teatro: dramaturgia, estética, semiología. México: Paidós.
  • Gómez Redondo, F. (1994). El lenguaje literario. Teoría y práctica. Madrid: EDAF.
  • Villegas, J. (2005). Historia multicultural del teatro. Buenos Aires, Galerna.