Tema 3. Identidad de género y expresión de género

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Identidad de género y expresión de género

Desarrollo del tema

El desconocimiento de los conceptos que rodean las cuestiones sexo-genéricas puede acarrear prácticas discriminatorias, por ello es importante que las conozcas y sepas diferenciarlas. La identidad y la expresión del género se refieren a cuestiones acerca de la vivencia y percepción del género en las personas, las cuales pretenden desmontar las reglas que el sistema sexo-género impone. 

La clásica división entre sexo y género es útil en muchos de los casos, sin embargo, el debate actual se ha nutrido con diversas posturas que nos ayudan a comprender que, aunque el sexo es una categoría relativa a la biología, esta resulta ser más compleja de lo que podría afirmarse. De manera que la biología de los cuerpos, al igual que la identidad de las personas que se compone por elementos sociales, no es estrictamente binaria (Fausto-Sterling, 2018). Los cuerpos son múltiples, como las identidades lo son.

La identidad de género es “la vivencia interna e individual del género tal como la persona la siente profundamente” (Principios de Yogyakarta, 2007). Corresponde a la vivencia interna e individual y no al sexo asignado al nacer (CONAPRED, 2016).

Entonces, se trata, como su nombre lo dice, del género con el que cada persona se autoidentifica y que puede o no coincidir con su sexo, por lo tanto, habrá personas cuya identidad de género coincida con el sexo que les fue asignado al nacer (personas cisgénero), así como personas que no se identifiquen con el sexo asignado o con la categorización binaria hombre-mujer (por ejemplo, personas transexuales y personas travestis). 

Estos elementos en conjunto pueden referirse como condiciones sexo-genéricas y su forma de manifestación e intersección como diversidad sexo-genérica. Cabe destacar que se habla de no convencionalidad, ya que social y culturalmente no son vistas como manifestaciones de la sexualidad o género “éticas y naturales”, lo que conlleva a la descalificación y discriminación de las personas que no pertenecen a esa calificación. De ahí la importancia de conocer la diferencia, respetar, proteger y garantizar la identificación de las personas con determinada categoría. Por ejemplo, la comunicación con mujeres transgénero debe hacerse a partir de su identificación con el género femenino. 

Al respecto, es importante enfatizar que la identidad de género es una vivencia, no es una moda, no un capricho, no una preferencia, no una confusión y ni siquiera una elección. Forma parte de los procesos de identidad personal y esta puede involucrar la modificación, o no, de la apariencia o función corporal (Principios de Yogyakarta, 2007). 

La expresión de género es una manifestación externa del género (SCJN, 2019). Aquí se incluyen los rasgos culturales que pueden hacer que identifiques a una persona como masculina o femenina conforme a patrones asociados a cada género (Alcaráz, 2008), como puede ser el atuendo, los ademanes, adornos, tono de voz, vocabulario, modificaciones corporales, etc. La expresión de género es adoptada por cada persona y puede o no coincidir o aproximarse a los códigos socioculturales de la construcción binaria de lo masculino y femenino, ya que incluso puede ser que no se adopte ninguno de estos imaginarios.

Si te interesa profundizar en el tema, te invitamos a ver el documental “Iter”.

Además de la identidad y expresión de género, es importante que sepas identificar a qué se refiere el término orientación sexual. Se trata de “la capacidad de las personas de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo género, o de más de un género, así como la capacidad de mantener relaciones íntimas y sexuales con estas personas” (Principios de Yogyakarta, 2007). Es un componente de la vida privada que no depende del sexo ni del género asignado al nacer, ni con la identidad o expresión de género, pero sí con la personalidad, plan de vida y relaciones con otros seres humanos (CIDH, 2015).