Clase digital 6. Estrategias de redacción para situaciones comunicativas diversas

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Estrategias de redacción para situaciones comunicativas diversas

Introducción

¡Bienvenido de nuevo!

La composición escrita representa un sistema de construcción de significados, mediante la elaboración de un discurso que permite la comunicación en un amplio alcance y hace posible que el contenido del mensaje perdure en el tiempo; razón por la cual, la escritura representa la huella que sigue el hombre en el estudio y comprensión de su existencia.

Como actividad trascendental en la historia de la humanidad, escribir constituye un proceso complejo y consciente que implica acciones cognoscitivas previas como la lectura, el análisis y la reflexión, entre otras. En consecuencia, la producción de un texto escrito puede resultar una actividad que exige del usuario dedicación para lograrla.

Recordemos entonces que la comunicación es una herramienta útil para hacer valer nuestras intenciones frente a los demás, respetando a la vez, las opiniones ajenas. Conocer las estrategias que nos permitan su uso adecuado, van a fortalecer nuestra autoestima, relajar posibles tensiones y evitar malos entendidos. 

Empecemos a revisarlas.

Desarrollo del tema

Estrategias de redacción para situaciones comunicativas diversas

Para transmitir una idea, ya sea oral o escrita, es necesario valerse de la competencia comunicativa como actividad inherente al lenguaje humano. Básicamente, en la producción escrita la competencia lingüística permite al autor utilizar las reglas que rigen el funcionamiento de su lengua. A su vez, la discursiva que representa el saber cognitivo-social (conocimientos previos, entorno, situación, registro) y orienta la adecuada construcción del mensaje.

El proceso cognitivo de escritura se refiere a las distintas actividades de pensamiento que desarrolla un autor en el transcurso de la elaboración de un discurso. La mente humana organiza el mensaje que desea transmitir a través de representaciones, códigos, rasgos y significados. Esta práctica equivale a la organización de las estructuras morfológica, sintáctica, semántica y pragmática para la conformación textual.

Para que el proceso de escritura se desarrolle de manera productiva, requiere de varios subprocesos: la planificación, la producción (elaboración de borradores), la revisión continua y la versión definitiva que se producen en forma simultánea y recursiva (Flower y Hayes, 1980). No es obligatorio cumplir con cada uno de ellos, depende de las condiciones de la producción del tema, de la intención y de la audiencia. Cada subproceso implica una serie de operaciones mentales de alto nivel: inferencias, transferencias y elaboración, entre otras. Al escribir, al mismo tiempo que planificamos y escribimos los primeros borradores, releemos, revisamos, modificamos el plan inicial y reorganizamos nuestras ideas tratando siempre de expresarlas en forma coherente y comprensible.

Intención comunicativa: objetivo de nuestro texto

La intención comunicativa es el objetivo que perseguimos cuando hablamos, escribimos o emitimos algún mensaje. Si queremos informar, nuestro mensaje tendrá ciertas características. Si queremos enseñar cómo se realiza algún procedimiento, el lenguaje varía. Tanto la estructura como las palabras empleadas en cada caso, son diferentes. Sin embargo, un mismo mensaje puede tener más de una intención.

Es además una de las maneras más importantes de clasificar los textos, nos ayuda a agruparlos según sea la finalidad que deseen conseguir en el universo del lector. Cuando se produce un mensaje, el emisor desea provocar en el receptor una reacción específica, esto es lo que se conoce como objetivo comunicativo del mensaje (es más común encontrarlo bajo el nombre de intención comunicativa). 

¿Cómo identificarlos? Puedes comenzar considerando los textos como mensajes dentro de los cuales siempre predominará una intención o finalidad de comunicación. Estos son los más comunes:

Un texto no solo puede informar… También puede explicar un fenómeno, compartir una experiencia o sentimiento, entretener al lector, persuadirlo o incluso, crear un mundo de ficción.

De acuerdo a los objetivos anteriores, un texto puede agruparse de acuerdo a las siguientes modalidades comunicativas: textos narrativos, textos expositivos, textos descriptivos y textos argumentativos. Este criterio de agrupación no busca responder a la pregunta ¿Qué se quiere comunicar? sino que intenta poner las reglas que reunirán los recursos necesarios para conseguir comunicar su intención de una manera más eficaz.

Ahora, como creadores de un texto es importante conocer la intención comunicativa como primer paso en el proceso de redacción, esto es, responder, a modo de planeación, preguntas del siguiente tipo: ¿Cómo se va comunicar la idea principal? ¿Qué elementos resaltan dentro del texto? ¿Qué tipo de lenguaje se emplea? y ¿Qué estructura es la más conveniente? La narración y la argumentación, por ejemplo, pueden tener en común un tema, pero las herramientas de comunicación que emplea va depender de la intención comunicativa, como veremos más adelante.

Existen muchos tipos de texto, la intención comunicativa los agrupa en narrativos, descriptivos, explicativos y argumentativos.

Cada intención comunicativa tiene un mapa distinto de estrategias. Por ejemplo, los textos didácticos necesitan de imágenes llamativas para reforzar el aprendizaje; los géneros periodísticos están llenos de encabezados y subencabezados; las narraciones literarias hacen poco uso (a excepción de los libros infantiles) de las ilustraciones y, finalmente, los textos argumentativos emplearán un mayor número de citas textuales con el fin de persuadir a los lectores.

Ahora revisaremos cuáles son las características más representativas de cada tipo de texto, clasificados de acuerdo a su intención comunicativa. Recuerda que no sólo existen los textos escritos, sino también los orales; éstos son los que con más frecuencia necesitas analizar en tu día a día. Todas las personas, medios de comunicación y líderes sociales comunican mensajes con intención, por lo que estamos expuestos a ser persuadidos o informados de una manera incorrecta. Sólo el análisis del objetivo comunicativo de nuestro mundo exterior nos dará una independencia de pensamiento.

  • TEXTOS EXPOSITIVO: LA INTENCIÓN COMUNICATIVA DE LOS HECHOS.

Los textos de tipo explicativo agrupan diferentes tipos de documento, entre los más famosos se encuentran tus libros de textos y los artículos de divulgación científica; recientemente los medios digitales han popularizado las entradas de blogs como espacio de difusión de la ciencia. Por lo general, los temas favoritos de los documentos científicos son los fenómenos de la naturaleza y de la sociedad.

Una de las características principales de los textos de tipo explicativo es el uso del lenguaje objetivo. Es a través de éste que el mensaje de los discursos científicos proporcionan al lector información neutra; la finalidad es dirigir el foco de atención de los lectores sobre los datos; no buscan cambiar la opinión de las personas interesadas en su divulgación.

Al lenguaje objetivo no le interesan los argumentos o las apreciaciones emocionales del autor, este tipo de lenguaje utiliza los datos comprobables para desarrollar el tema principal.

Los científicos y los periodísticos son los tipos de textos que comunican con una intención explicativa. Puedes encontrar estos textos en los diarios y revistas digitales. En las siguientes tablas se encuentran reunidas cada una de las características de esta clase de documentos. Observa con atención, puedes hacer tus propias comparaciones y concluir qué tipo de textos disfrutas leer o redactar. Cada punto te ayudará a crear mejores estrategias de escritura y de comprensión.

Radiografía de un texto científicoRadiografía de un texto periodístico
Utilizan verbos en tiempo presente, definiciones y comparaciones.
Tienen un vocabulario preciso para dar mayor objetividad.
Facilitan la información por medio de fotografías, ilustraciones, cuadros, gráficas, etcétera.
Muestran apartados con párrafos en los que se resumen la información, los datos y los conceptos importantes.
Se estructuran en secciones introducidas por encabezados y subencabezados.
Utilizan otro tipo de intención comunicativa, como la narrativa y la descriptiva.
Se redactan en tercera persona y con lenguaje directo. Las apreciaciones emocionales están fuera de lugar.
Explican información importante sobre teorías o descubrimientos científicos de diversos campos de conocimiento.
Ofrecen, a través de las notas actuales la interpretación del que presenta.
Permiten que el lector llegue a sus propias conclusiones, no busca persuadir.
Desarrollan temas de todo tipo: culturales, sociales, económicos y políticos.
Inician con los datos más relevantes del suceso.
Continúan con los detalles más importantes del acontecimiento.
Finalizan con la cobertura de los detalles secundarios.
Responden a las siguientes preguntas: ¿Qué? ¿Quién? ¡Cuándo? ¿Donde? ¡Por qué? ¿Para que?
Se estructura de la siguiente manera: Titular, bajada, entrada, cuerpo del texto.
– Organizan la información con esquemas.
Tabla 1. Características de un texto científico y periodístico.

Los textos periodísticos son el segundo tipo de documentos que utilizan la intención expositiva como forma de comunicación. Por lo general, agrupamos todos los discursos que leemos en el periódico bajo una sola forma de expresión; sin embargo, existe más de un género periodístico. Además de la noticia, el diario que consultamos diariamente nos ofrece, como géneros periodísticos, la entrevista y el reportaje informativo. El propósito de cada uno de ellos es el de dar a conocer acontecimientos relevantes; para este fin, los géneros periodísticos comparten con los artículos científicos el uso del lenguaje objetivo.

  • TEXTOS ARGUMENTATIVOS: LA INTENCIÓN COMUNICATIVA DE LA PERSUASIÓN.

Hasta ahora hemos revisado los textos explicativos cuya función comunicativa es la de exponer un tema en particular y manipularlo de manera que el público al que está destinado sea capaz de entenderlo. No obstante, facilitar información no es la única vocación del ser humano. Por naturaleza, las personas sentimos con frecuencia la necesidad de competir y, textualmente, esta inclinación la podemos ver reflejada en la argumentación.

Argumentar significa defender. Como seres sociales que somos es inevitable asumir una postura, una idea o una visión particular del mundo y, en esencia, la argumentación es una competencia puesto que este tipo textual exige de nosotros la desacreditación del bando contrario. 

Los textos orales que utilizan la argumentación como intención comunicativa son los debates, los discursos políticos y la publicidad. En el lenguaje escrito tenemos los artículos de opinión, las editoriales, los panfletos o los ensayos.

Un argumento es el razonamiento con el que defenderemos nuestra posición, pero es con un argumento como podemos que estas razones pueden ser, de igual manera, empleadas para refutar las ideas del opositor. El argumento es también la vía a través de la cual provocaremos reflexión en nuestro lector y, si estructuramos bien nuestro contenido, podremos influir en su propio modo de pensar. Los anuncios publicitarios son los textos argumentativos que influyen, incluso, en nuestra toma de decisiones. Así de efectiva es la persuasión.

Los argumentos no son los únicos elementos utilizados en los textos persuasivos; la tesis y la conclusión son también partes fundamentales de este tipo de documentos. En pocas palabras, la tesis es nuestra postura, nuestro punto vista, aquello que buscamos demostrar y, por decirlo de alguna manera, podría ser la bandera por la cual daríamos nuestra vida si la argumentación fuera un asunto de vida o muerte. Por su parte, la conclusión es la parte del texto en donde nos declaramos ganadores de la apuesta. Es en ella donde mezclamos cada uno de nuestros argumentos para obtener la victoria del pensamiento racional.

En la siguiente imagen, se ha tomado como referencia el artículo de opinión del químico Martín Bonfil Olivera, mismo que puedes consultar en esta página http://www.comoves.unam.mx/numeros/ojodemosca/15. Fue publicado por la UNAM en una de sus revistas digitales; nos ayudará a ejemplificar los conceptos de tesis, argumentos y conclusión.

Imagen 2. Conceptos de tesis, cuerpo argumentativo y conclusión.

Una de las características del texto persuasivo es su riqueza en recursos argumentativos. Dado que la tarea de influir en la opinión de una persona a través de la lectura no es nada fácil, este tipo de documentos necesitan un buen número de estrategias que el autor usará para cambiar la visión de su lector.

  • TEXTOS NARRATIVOS: LA INTENCIÓN COMUNICATIVA MÁS ANTIGUA.

La narración es la primera intención comunicativa que los seres humanos utilizamos en los comienzos de la civilización para expresarnos. Uno de sus resultados, los mitos, son la producción literaria más antigua que ha existido; para crearla, los hombres de las primeras culturas emplearon los elementos, la estructura y los recursos que estudias en esta sección. Los textos de tipo narrativo se han multiplicado con el paso del tiempo; hoy en día tenemos como representantes de esta modalidad a los cuentos, las caricaturas, las películas, las crónicas históricas, las notas periodísticas y los textos científicos de disciplinas como la Historia, entre otros.

La narración es un modo de discurso que tiene tres características fundamentales: el espacio y el tiempo, los actores históricos y lo que se conoce como relaciones causales entre los acontecimientos. 

Observa la siguiente tabla y aprende cuáles son los elementos clave de las características de la narración.

Imagen 3. Características de la narración.

Así como los textos explicativos utilizan como elementos lingüísticos los verbos en tiempo presente, las definiciones y las comparaciones; la narración necesita de categorías gramaticales para delimitar el tiempo y el espacio. Los textos narrativos son documentos ricos en adverbios, conjunciones y, sobre todo, conectores temporales.

El papel de los conectores temporales es el de señalar una secuencia temporal; permite, además ordenar cronológicamente los hechos. Ejemplos de esta clase de conectores son los siguientes grupos de palabras: antes (de), antes (que), después (que), mientras, cuando, en cuanto, tan pronto como, luego, entonces, etcétera.

Al igual que con la intención argumentativa, la narración también es empleada en el lenguaje oral. El texto oral que hace uso de la narración es la anécdota y las historias que nos contamos entre familia o amigos cada día de nuestras vidas. Este tipo de textos respetan una estructura casi idéntica a los textos literarios, salvo por las constantes interrupciones que sufrimos cuando conversamos con alguien. 

La organización de los elementos de un texto narrativo no es muy distinta a la nota periodística; ambos tienen una introducción, un desarrollo y un final. La diferencia es la manera en cómo se han nombrado además de la aparición de un elemento clave en la narración literaria.

Imagen 4. Orden de aparición en la narración literaria.

A diferencia de los textos explicativos (cuyo lenguaje empleado es el objetivo), los textos literarios utilizan el lenguaje subjetivo. Este lenguaje se caracteriza por permitir que el autor del texto exprese su forma de ver el mundo, no importando si ésta es coherente o no con la realidad que experimentamos día a día. Este lenguaje es también empleado por los textos argumentativos, pero la literatura permite, tanto a lectores como a escritores, compartir sentimientos a través de figuras poéticas.

  • LA DESCRIPCIÓN, LA INTENCIÓN COMUNICATIVA DE TODOS LOS TEXTOS.

Un texto descriptivo tiene por objetivo exponer todo el conjunto de características de una persona, animal, paisaje o situación. El autor recurre a la descripción siempre que necesite provocar en el lector una representación mental de lo que se está hablando en el texto. Una descripción intenta, por todos los medios, hacer una reproducción fiel de la situación, hecho político o acontecimiento a través de sus rasgos distintivos.

Decimos que la descripción es la intención comunicativa de todos los textos ya que, es a través de ella, que los géneros explicativos, argumentativos y literarios consiguen enriquecer su información. Los documentos que utilizan la descripción como propósito comunicativo predominante (como los catálogos de venta) son tan escasos por lo que a la descripción se le considera dependiente al resto de los géneros.

Los siguientes son los documentos donde podrás encontrar (y utilizar) la descripción como intención comunicativa:

  • NOVELAS
  • CUENTOS
  • POSTALES Y CARTAS
  • CATÁLOGOS
  • GUÍAS TURÍSTICAS
  • LIBROS DE VIAJE
  • SUPLEMENTOS SEMANALES
  • REPORTAJES
  • DIARIOS

En cuanto al uso de recursos lingüísticos, la descripción emplea a los adjetivos calificativos como su principal herramienta para retratar los rasgos de aquello que se busca describir, pero esta modalidad textual también es rica en complementos nominales y predicados nominales, adverbios y preposiciones de lugar y figuras retóricas.

Propiedades del texto: adecuación, coherencia, cohesión, organización y disposición o diseño del texto.

Un texto no es solo una secuencia de palabras, dispuestas unas tras otras tanto en el espacio como en el tiempo. Un texto, para que sea considerado como tal, debe poseer una serie de propiedades fundamentales. Pero ¿qué es un texto?

Cuando se escribe un texto no solo se emite un mensaje de cualquier manera y en cualquier lugar, sino que se tiene en cuenta una serie de factores como la intención y la finalidad comunicativas, el contexto y la organización de los elementos. Estas son las propiedades del texto, es decir, la adecuación, la coherencia y la cohesión.

La adecuación textual

Es la propiedad según la cual el texto resulta adecuado a la situación comunicativa. Se adapta al contexto.:

Imagina que estás en una discoteca, ¿sería adecuado mantener una charla filosófica sobre Kant o Nietzsche?

Se puede, pero no sería lo recomendable si te quieres enterar de lo que dice tu interlocutor y si no quieres dejarte la voz de tanto gritar para que te puedan escuchar.

Imagina que vas a una entrevista de trabajo, ¿sería adecuado que le hablaras al entrevistador como si fuera tu mejor amigo?

En principio, lo correcto sería adoptar un registro formal. No es conveniente ser demasiado coloquial o vulgar: “Eh, mira, tío, que yo estoy aquí porque lo valgo”.

Los aspectos que la adecuación tiene en cuenta son:

  1. La presentación del texto: tipografía (tipo y tamaño de letra, realces, subrayados, negritas, cursivas…) y disposición (márgenes, sangrías…).
  2. El propósito o la intención comunicativa: informar, formar, entretener, opinar, declarar, preguntar, persuadir, solicitar algo… Básicamente, todos los textos se orientan, grosso modo, hacia la objetividad o la subjetividad.
  3. El registro: es decir, la relación entre emisor y receptor que puede ser de igualdad, de superioridad o de inferioridad. También se habrán de tener en cuenta los saberes compartidos por ambos, la relación jerárquica (jefe-trabajador; vendedor-cliente; madre-hijo…) y la actitud psicológica, que será de cercanía o de lejanía. Por ejemplo, los anuncios bancarios quieren transmitir seriedad en sus productos y servicios y por ello suelen dirigirse de usted a los clientes. Sin embargo, la última tendencia es mostrar cercanía, compromiso y confianza. Para lograrlo, se dirigen de tú al posible cliente.
  4. El género y la tipología textual: la información sigue el esquema de pirámide invertida (va de lo más a lo menos importante), mientras que la opinión sigue el esquema de los géneros expositivos—argumentativos, cuya estructura está claramente dispuesta y ordenada para lograr convencer al interlocutor de que los razonamientos del autor son los acertados.
  5. El tema ha de ser coherente: si voy a escribir sobre coches no es muy práctico hablar sobre los efectos perjudiciales del tabaco, aunque sí puedo hablar sobre el efecto de los motores en la contaminación atmosférica.
  6. El canal: no es lo mismo preparar un texto para su publicación que para su recitación ante un auditorio. Tampoco es lo mismo escribir una noticia o un reportaje de información que un artículo de opinión. Un texto en línea tiene una serie de características que no se pueden permitir en los textos impresos como los enlaces o las informaciones complementarias.
La coherencia textual

La coherencia determina que la cantidad de información en el texto es la adecuada. Esta información estará dispuesta de forma ordenada y bien estructurada. En este punto hay que:

  1. Seleccionar la idea o tema principal.
  2. Relacionar las ideas secundarias con el tema global. ¿Existe una relación directa o indirecta? La coherencia siempre es un fenómeno de selección y de organización, porque debe existir una conexión con el todo que es el texto.
  3. Organizar las ideas de forma lógica en párrafos. ¿De qué forma se organiza la información? Hay que seguir un orden lógico y evitar el caos, las repeticiones innecesarias y la mezcla de ideas.
  4. Elegir una estructura adecuada al texto. Las más habituales son:

La analizante (deductiva): la idea principal va al principio y se desarrolla a lo largo del texto.

La sintetizante (inductiva): la idea principal no tiene lugar hasta el final del texto y suele ser consecuencia de todo lo anterior.

Ejemplo de un texto sin coherencia:

Laura, ayer vimos Juan cuando tú eras pequeña íbamos al supermercado de Huelín pero mis deberes eran difíciles y nadie me ayudaba aunque el perro salía y me dijo que le dijiste que fíjate que no sé cuándo suceden estas cosas de los libros me gusta Romeo y Julieta.

Otro ejemplo sería:

Los niños se alegraron al abrir los regalos que estaban junto al árbol de Navidad. Las clases estaban acabando y ya tenían ganas de que llegaran las navidades.

La cohesión textual

La cohesión es un texto bien cosido, hilvanado. Es la conexión que se da entre todas las partes. Es un fenómeno sintáctico. La transición entre una frase a otra y de un párrafo a otro debe estar bien trabada y articulada.

Los procedimientos que se emplean son:

  1. Repetición: de la entonación o modalidad oracional; de esquemas sintácticos; de las formas verbales; o de las palabras claves a lo largo del texto.
  2. Sustitución: mediante la sinonimia y la antonimia; el campo semántico; las palabras baúl o comodines; y por medio de pronombres y de adverbios que facilitan la economía del lenguaje.

Volvió a su país, una tierra marcada por mil arrugas.

De repente entró en su casa. Allí se sentía diferente.

Todos cometemos errores, pero hay equivocaciones que se pagan caras.

Mi madre me regaló un libro por Navidad. Ella siempre ha hecho lo mismo y me encanta.

3. La elipsis evita repeticiones innecesarias:

Yo llegué, yo vi, yo vencí.

Llegué, vi, vencí.

4. El uso de los conectores discursivos o argumentativos, cuya finalidad es conectar de forma lógica las distintas partes de un texto.

Ejemplo de texto sin cohesión:

La niña se comió una manzana. La manzana estaba pocha. La tiró por la ventana fue a la compra donde compró peras manzanas y compró peras y compró limones y compró chocolate le encantó el dulce que le llevó su abuela.

¿Conocías estas propiedades del texto?
¿Las tienes en cuenta cuando escribes o te sale de forma natural?

Estructura o diseño del texto según la situación.

Tipos de textos

Existen diferentes tipos de textos según diversos criterios, como su intención o función discursiva, si son textos literarios o no literarios o si se trata de textos digitales.

Según su intención o función discursiva, los textos pueden ser narrativos, informativos, expositivos, etc. La intención discursiva es el propósito con el cual se está comunicando un mensaje.

Los textos literarios, por su parte, tienen tres grandes categorías: narrativos, líricos y dramáticos. Mientras que los no literarios abarcan los textos científicos, los humanísticos o publicitarios.

Los textos digitales, por su parte, pueden ser unimodales o multimodales, dependiendo de si poseen o no elementos de interacción con el usuario.

Estas categorías no son rígidas, ya que un solo texto puede contener, en sí mismo, las características de varios tipos. Por ejemplo, un libro de cuentos en formato digital es un texto narrativo con pasajes descriptivos y al mismo tiempo es de tipo digital.

Tipos de textos según su función discursiva:

En 1979, el lingüista alemán Egon Werlich propuso 5 tipos de textos según su función: narrativos, descriptivos, argumentativos, expositivos e instructivos. Esta clasificación, llamada sistema o tipología de Werlich, se ha ido ampliando con el paso del tiempo y se han agregado nuevas categorías, como los textos normativos, informativos o persuasivos.

  • Textos narrativos:

Son textos que informan sobre el desarrollo de una acción que ocurre en una secuencia de tiempo. Es el tipo de texto más conocido y utilizado, ya que es la estructura que usamos cotidianamente para relatar eventos o situaciones. Una biografía, una crónica periodística o un relato histórico son textos narrativos.

Los textos narrativos tienen las siguientes características:

– El orden en el que se narran los hechos puede ser cronológico, en flash-foward (adelantándose a acontecimientos futuros), desde el presente hacia el pasado, etc.
– Tienen una orientación informativa: el objetivo es que el lector conozca el estado de una situación particular.
– La narración puede estar en primera, segunda o tercera persona; este último también es llamado narrador omnisciente.

Ejemplo de texto narrativo:

«El 15 de marzo transcurrió como un domingo cualquiera. Santos Ríos Carranza hizo las tareas de la casa y al caer la noche repitió la rutina de siempre: encendió una vela, preparó la cena y le dio de comer a su papá. Ya estaba por lavar los platos cuando llegó su enamorado a alertarla. Había recibido un mensaje por celular. Decían que el presidente acababa de anunciar una cuarentena para frenar la expansión del coronavirus, que lo mejor era estar aislados y lavarse bien las manos. En Nueva Esperanza, un barrio humilde ubicado en los cerros de Villa María del Triunfo que no tiene conexión a la red de agua potable desde hace más de 20 años, acatar esa orden no era sencillo

Fragmento de la crónica periodística titulada «Lima lucha contra el coronavirus con aguas turbias», escrito por Gloria Ziegler y Mirelis Morales Tovar y publicado en ojo-publico.com

  • Textos descriptivos:

Son textos que ofrecen información relevante y concreta sobre las características o cualidades de una persona, animal, objeto, fenómeno o sentimiento. Por ello, es común el uso de adjetivos calificativos en estos casos. Los textos descriptivos, a su vez, pueden ser de tres tipos:

  • Objetivos: cuando se describen rasgos o atributos de forma precisa y aproximada a la realidad.
  • Subjetivos: cuando se describen estados de ánimo, bien sea de los personajes, de la situación o del propio autor.
  • Sensoriales: se describen estímulos que percibimos con los cinco sentidos (olores, sabores, texturas, imágenes, sonidos).

Entre las características más relevantes de los textos descriptivos, destacan:

  1. Están orientados al detalle: el objetivo es que el lector pueda hacer una representación mental del concepto lo más fiel posible a lo que el autor desea transmitir.
  2. A diferencia del texto narrativo, en la mayoría de los casos no está ocurriendo una acción.
  3. Se centra en atributos que son esenciales para comprender lo descrito, como colores, emociones, rasgos físicos, funcionalidades (cuando se trata de objetos), etc.
  4. Los atributos o características suelen enumerarse.

Ejemplo de texto descriptivo:

El sospechoso ha sido descrito como un hombre alto, de 1.90 metros, aproximadamente. De piel muy blanca, venas marcadas y verdosas, con un lunar circular en la mejilla izquierda y un ligero temblor en la mano derecha.

  • Textos argumentativos:

Son un tipo de texto que expresa un punto de vista sobre un hecho particular e intentan apelar al lector para que apoye esta opinión. Se basan en una idea o argumento central que se va desgranando a lo largo del texto para que sea más comprensible.

Los textos argumentativos tienen las siguientes características:

  • Son coherentes: mantienen la atención del lector en torno a una idea concreta, explicada de forma ordenada.
  • Por lo general, están escritos en primera persona del singular.
  • El argumento puede ser a favor de la idea central o en contra de ella.
  • Pueden usar recursos como citas, datos verificables o ejemplos para reforzar el argumento.

Ejemplo de texto argumentativo:

“La crisis que golpea a la economía desde abril del año pasado es la gran responsable de la escalada en los índices de pobreza de los últimos dos años. Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), dice que los nuevos pobres son de clase media con menor poder adquisitivo, golpeados por la alta inflación y la escasez de empleo.”

Fragmento del artículo “Qué hacer para reducir la pobreza estructural en la Argentina”, de Iván Weissman, publicado en www.redaccion.com.ar en octubre de 2019.

  • Textos expositivos:

Son un tipo de texto en el que se exponen o muestran una serie de ideas relacionadas con una finalidad divulgativa. Los textos expositivos pueden ser la base para un discurso oral o para la exposición de conceptos de un ámbito especializado.

Los textos expositivos se destacan porque:

  • Sirven para comunicar ideas de forma pedagógica.
  • Utilizan lenguaje técnico o especializado.
  • Suelen estar estructurados en frases cortas y concretas para que el concepto sea más fácil de comprender.

Ejemplo de texto expositivo: El té proviene de una planta llamada Camellia sinensis. Después de la cosecha, las hojas de la Camellia sinensis pasan por diferentes procesos (marchitado, secado, oxidación, fijación, etc.) para obtener té verde, blanco, negro, Oolong o posfermentado.

  • Textos instructivos o directivos:

Son textos que dan indicaciones precisas para ejecutar una acción. Su contenido suele ser muy específico y utilizan un lenguaje muy sencillo para que las instrucciones puedan ser comprendidas por la mayor cantidad de personas posible.

Alguna características de los textos instructivos son:

  • La información tiene algún tipo de jerarquización (pasos, secuencias, lista numerada, etc).
  • Suelen utilizar recursos gráficos para que las instrucciones sean aún más comprensibles (infografías, fotos, gráficos, diagramas, etc.)
  • El contenido es muy concreto. Solo se enfoca en las acciones a seguir y no toca otros temas relacionados.
  • Suelen describir los materiales o requisitos necesarios para ejecutar la tarea.

Ejemplo de texto instructivo:

Cómo utilizar el limpiador de pisos:
Use guantes para evitar el contacto directo con el producto.
Abra el envase y use una medida de limpiador por cada litro de agua.
Humedezca el trapeador de piso en la mezcla.Después de limpiar, pase un nuevo trapeador de piso humedecido solo con agua.

  • Textos normativos:

Es toda comunicación que contenga normas o directrices que deben ser cumplidos en un contexto determinado. Los textos normativos tienen importancia en el ordenamiento social, ya que se espera que lo que allí se plantea sea acatado o sancionado en el caso de que no se respete, como las leyes y acuerdos de carácter legal.

Por esta razón los textos jurídicos son uno de los tipos de textos normativos más conocidos y relevantes.

Estos son aspectos característicos de los textos normativos:

  • Se crean para registrar normas, leyes o acuerdos.
  • Los textos normativos de carácter jurídico deben ser creados por abogados, jueces o legisladores y tienen validez legal.
  • Deben incluir no sólo la norma, sino la sanción.

Ejemplo de texto normativo:

“Al proveedor que no cumpla sus obligaciones legales o contractuales con el consumidor, a instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a favor del consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso, independientemente de otras indemnizaciones que correspondan(…).”

Artículo 52 de la Ley argentina de defensa al consumidor.

  • Textos informativos:

Son un tipo de texto cuya función es informar sobre la realidad objetiva, bien sea local, nacional o mundial que sea relevante para la opinión pública o que requiera ser comprendido por un grupo específico de personas.

Los textos informativos relatan historias y hechos reales y parten de una idea principal que se jerarquiza de lo más importante a lo menos relevante.

Aunque los textos informativos suelen confundirse con los textos periodísticos, estos últimos son solo un tipo de texto informativo.

Los textos informativos presentan las siguientes características:

  • Son objetivos: las emociones o puntos de vista del autor no son mostradas en el texto, ya que el eje central es el hecho del cual se quiere informar.
  • Tienen estructura jerárquica: la información más relevante suele ir al principio del texto, luego siguen datos de interés que ayuden a recrear el contexto y terminan con la información menos relevante.
  • Son concisos: la información se expresa con un lenguaje concreto y adaptado al tema del cual trata.
  • Son de carácter general: aunque trate un tema específico, la idea es que cualquier persona pueda comprenderlos.

Ejemplo de texto informativo:

“Covid-19: Identifican compuesto que bloquea acceso del coronavirus a las células. Los investigadores de la Universidad de Ginebra detectaron un grupo de compuestos de la familia “sulfhidrilo”, capaces de inhibir cinco mil veces más que otros elementos, al virus del SARS-CoV-2.”Fragmento de noticia publicada en el diario mexicano El Universal, en noviembre de 2020.

  • Textos persuasivos:

Son un tipo de texto cuya función es la de persuadir o inducir un cambio de opinión o comportamiento en el lector frente a un evento determinado. Por esta razón se suelen confundir con los textos publicitarios, pero si bien todo texto publicitario es persuasivo, no todo texto persuasivo tiene un fin publicitario, como los artículos de opinión o la propaganda política.

Estas son algunas características de los textos persuasivos:

  • Pueden recurrir a la apelación racional (utilizando la argumentación). Por ejemplo, usando datos científicos.
  • Pueden recurrir a la apelación subjetiva (utilizando las emociones). Por ejemplo, asociando la idea principal con un sentimiento.
  • Los párrafos suelen ser breves, con frases sencillas.
  • En muchos casos utilizan elementos gráficos o multimedia para reforzar la idea principal (fotos, videos, memes, gifs, etc.).

Ejemplo de texto persuasivo:

En Estados Unidos, el consumo de cigarrillos causa entre un 80 y 90% de las muertes por cáncer de pulmón.
Un cigarrillo menos es un soplo más de vida para disfrutar con quienes te quieren.

Textos no literarios:

Son los textos especializados en un área de conocimiento y pueden tener una finalidad informativa, divulgativa, persuasiva o normativa. Los textos no literarios se caracterizan por su objetividad y por usar un lenguaje conciso. Se clasifican en

  • Textos científicos o académicos:

Muestran el resultado de una investigación científica o académica tanto al público especializado como a la población general. En este tipo de textos se recogen las metodologías aplicadas, los hallazgos y las conclusiones que generó la investigación y se utilizan tanto en las ciencias naturales como en las ciencias sociales.

Los textos científicos tienen las siguientes características:

  • Requieren el uso de lenguaje técnico, de acuerdo al ámbito de investigación abordado.
  • El contenido del texto debe ser claro, es decir, debe ser entendido por el público al que está dirigido.
  • Requieren la evaluación de un comité de especialistas del área investigada.
  • Debe mostrar datos objetivos y verificables.
  • Contienen referencias de las fuentes de la investigación.

Ejemplo de texto científico: 

“(…)Las personas que se ejercitaron tuvieron 1, 49 (43 · 2%) menos días de mala salud mental en el último mes que las personas que no ejercitaron, pero que por lo demás tenían diferentes características físicas y sociodemográficas (W = 7 · 42 × 10 10, p <2 · 2 × 10 -16). Todos los tipos de ejercicio se asociaron con una menor carga de salud mental (reducción mínima de 11,8% y una reducción máxima de 22,3%) que no hacer ejercicio (p <2 × 2 × 10-16 para todos los tipos de ejercicio)”.

Asociación entre ejercicio físico y salud mental en 1 · 2 millones de personas en los EE. UU. Entre 2011 y 2015: un estudio transversal, por Sammi R Chekroud, Ralitza Gueorguieva, Amanda B Zheutlin, Martin Paulus, Harlan M Krumholz, John H Krystal, et al., en The Lancet Psychiatry (agosto 2018).

  • Textos publicitarios:

Son un tipo de texto que tiene por finalidad mostrar las características o valores de un producto, evento o empresa. Este tipo de texto tiene una orientación comercial, ya que están diseñados para impulsar el consumo de un bien o servicio. Por esta razón, los textos publicitarios están cargados de recursos persuasivos, como la apelación al consumidor para que comience a tener una opinión favorable de aquello que le quiere vender.

Los textos publicitarios se destacan por ser:

  • Breves: suelen presentar ideas de forma concreta para que sean más fáciles de recordar.
  • Creativos: suelen estar llenos de asociaciones de ideas poco comunes para generar el impacto del público.
  • De nicho: los textos publicitarios están dirigidos a un grupo de personas en particular a las que se les quiere vender el producto. Por eso, los mensajes están pensados para que sean afines con ese público específico.
  • Estratégicos: cada pieza o texto forma parte de una campaña publicitaria, que engrana los valores de la marca, las características del producto, sus beneficios, etc.

Ejemplo de texto publicitario:

“El detergente que limpia tu ropa y cuida tus manos, ahora, en versión líquida. Mayor rendimiento, más limpieza

  • Textos humanísticos:

Este tipo de texto no literario se caracteriza por tener un objetivo pedagógico, ya que su fin es divulgar conocimientos relacionados con el área de las Humanidades (Letras, Literatura, Ética, Antropología, Sociología, Artes, etc.). Utiliza la argumentación y la exposición como principales recursos para la transmisión de ideas.

Entre las principales características de los textos humanísticos destacan:

  • Si bien tratan sobre temas académicos, no siempre son objetivos, sino que más bien son reflexiones o interpretaciones de los autores.
  • Emplean tecnicismos propios del área de conocimiento tratada.
  • Suelen estimular la reflexión y el pensamiento crítico.
  • Las conclusiones del autor suelen estar sujetas a debate o controversia, dada su naturaleza subjetiva.

Ejemplo de texto humanístico:

«Libertad es poder decir «sí» o «no»; lo hago o no lo hago, digan lo que digan mis jefes o los demás; esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y por tanto no lo quiero. Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta de que estás decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar, como podrás comprender. Y para no dejarte llevar no tienes más remedio que intentar pensar al menos dos veces lo que vas a hacer; sí, dos veces, lo siento, aunque te duela la cabeza…»

Fragmento de Ética para Amador, de Fernando Savater.

Textos literarios:

Son piezas reales o ficticias de carácter subjetivo, es decir, que expresan el mundo interior de su autor. Para ello, utilizan recursos literarios como la metáfora, la hipérbole, la comparación, etc.

Los textos literarios se caracterizan también por utilizar un lenguaje sofisticado, poético y cumplir una función estética. Esto quiere decir que su objetivo es recrear la belleza a través de las palabras. Pueden ser de tres tipos:

  • Textos literarios narrativos:

En este tipo de texto un narrador cuenta el desarrollo de los hechos y describe las acciones de los personajes dentro de una estructura que tiene un inicio, un clímax y un final. Dicho narrador puede ser omnisciente, protagonista o testigo de los hechos.

Los textos narrativos se caracterizan por:

  • Ser subjetivos: el autor expresa su visión y sus emociones con libertad.
  • Ser ficticios, reales o basados en hechos reales.
  • Ser creíbles: aunque un texto literario sea sobre un hecho fantasioso, debe estar escrito de tal manera que sea verosímil para el lector.
  • Desarrollarse en un espacio y tiempos definidos.

Ejemplo de texto narrativo:

”En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…”

Don Quijote de La Mancha, de Miguel de Cervantes.

  • Textos líricos:

Son textos de carácter literario en los que las ideas están cargadas de emocionalidad, con un lenguaje muy cuidado y rico. Por esto es común el uso de figuras literarias (metáfora, comparación, hipérbole).

Las principales características de los textos líricos, son:

  • Expresan sentimientos, bien sea desde el punto de vista del autor o de sus personajes.
  • Tienen un fuerte componente estético, expresado no solo en el contenido del texto, sino en su forma (número de versos o número de sílabas en cada verso, uso de rimas, etc).
  • Pueden estar escritos en verso o en prosa.

Ejemplo de texto lírico:

Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.

Rafael Cadenas, Ars poética

  • Textos dramáticos:

En este caso, la historia se cuenta a través del diálogo y los hechos se dividen en actos o escenas. Los textos dramáticos son la base del teatro y sus diferentes géneros, como la tragedia, la comedia o el sainete. Las historias pueden ser ficticias o reales.

Los textos dramáticos tienen varios aspectos característicos:

  • La acción se lleva a cabo por uno o más personajes.
  • Cada acto o escena tiene su propia estructura de inicio, clímax y desenlace y a su vez forman parte de una estructura general.
  • Pueden incluir acotaciones, que son notas al margen con las que el autor deja instrucciones para los actores.

Ejemplo de texto dramático:

El profesor— ¿Cuántos son uno y uno?
La alumna — Uno y uno son dos.
El profesor (admirado por la sabiduría de la alumna): — ¡Oh, muy bien!Me parece muy adelantada en sus estudios. Obtendrá fácilmente su doctorado total, señorita.
La alumna— Lo celebro, tanto más porque es usted quien lo dice.

Eugene Ionesco, La lección.

  • Textos digitales:

Estos textos hacen referencia al soporte utilizado para su creación y difusión, ya que se necesita un dispositivo digital (computadora, teléfono móvil) tanto para elaborarlos como para que los usuarios puedan acceder a ello.

Los textos digitales pueden ser de dos tipos:

  • Unimodales:

Se refiere a todos los documentos que fueron creados utilizando un procesador de palabras, como Word, Google docs. También entran en esta categoría los textos que han sido digitalizados, como cuando escaneamos un documento para convertirlo a formato pdf.

Características de los textos digitales unimodales:

  • Son iguales a un texto impreso, lo que varía es que su formato es digital.
  • No siempre requieren de internet para su creación o difusión. Por ejemplo, podemos crear un texto digital en la computadora o el teléfono sin tener conexión o datos.
  • En algunos casos, los textos unimodales son solo versiones digitales de textos ya existentes.
Imagen 5. Fragmento de la Ilíada.
  • Multimodales:

Son un tipo de texto digital que, además del contenido escrito, incluye recursos como audio, video, animaciones, gráficos, gifs, etc. Los textos multimodales se subclasifican, a su vez, en tres tipos:

  • Multimedia: son textos que incluyen contenido escrito, imágenes y/o video. Usualmente, esta combinación de recursos tiene el objetivo de reforzar el mensaje del texto.
  • Hipertexto: es una unidad de texto diseñada específicamente para la web y que a su vez forma parte de una unidad mayor, como por ejemplo, un blog dentro de una página web. Puede contener o no recursos multimedia.
  • Intertexto: son textos que permiten la interacción con el usuario, bien sea porque este puede comentar en el contenido o porque puede generar contenido propio.

Los textos digitales multimodales tienen las siguientes características:

  • Combinan recursos comunicacionales: habla (oral o escrita), gestos, movimiento, sonido.
  • Son bidireccionales: su objetivo es la retroalimentación (feedback) o participación del usuario.
  • Requieren conexión a internet para que pueda darse el feedback.
Imagen 6. Ejemplo de texto multimodal.

Elaboración de hojas de presentación, currículum, oficio, descripciones y narraciones.

Si queremos que el receptor del texto escrito pueda recibir el mensaje que hemos creado siguiendo las pautas de una organización formal preestablecida, debemos estructurar las ideas que vamos a comunicar de acuerdo con la intencionalidad que se persigue. Por ello hay tipos de textos que presentan una estructura estandarizada, aceptada social y culturalmente al formar parte de la vida de la colectividad (como es el caso de algunos textos administrativos, como la instancia, el currículum o las cartas de presentación o comerciales). Para crear este tipo de textos, podemos recurrir a un modelo que nos sirva de base formal y encauce la expresión de nuestras ideas con el fin de que la comunicación sea lo más fluida posible.

Sin embargo, existen otros textos para los que no existen convenciones estrictas, aunque la tradición cultural siempre nos guía hacia la selección del esquema más general y comúnmente aceptado. Es el caso de los informes, de los ensayos, de los comentarios, etc. En ellos la importancia del texto recae en la estructuración del mensaje que se transmite. La escritura cuenta con su propia jerarquía dentro de los textos, de esta manera permite que el mensaje pueda dividirse en apartados.

En el caso de los textos profesionales y administrativos nos encontramos ante escritos que exigen el empleo de estructuras formalizadas en las que tenemos que ajustar un contenido específico.

Muchos de los textos administrativos producen efectos, es decir conllevan consecuencias jurídicas, lo que condiciona que en su redacción existan requisitos formales que, en caso de no cumplirse, lo invalidan como tal. De ahí que la estructura y, sobre todo, el lenguaje manifiesten un gran conservadurismo en su marco expresivo: el lenguaje empleado es manifiestamente poco usual en giros, en expresiones idiomáticas, en los empleos de los tiempos verbales…

El discurso predominante es el instructivo, aunque algunos son textos normativos (definen conceptos o normas) y otros, prescriptivos (aquellos que obligan al emisor a la realización de algún acto). Ello no implica que no aparezcan la descripción, la narración ni la argumentación o la exposición cuando sean necesarias.

El elemento más característico en dichos textos es el empleo de una estructura prefijada (formularios) de antemano, que en muchos casos tiene como finalidad el facilitar la lectura e interpretación del documento (sobre todo, en los textos jurídicos, como por ejemplo la sentencia, en la que se puede localizar el fallo con prontitud). Incluso hoy, resulta frecuente el uso de plantillas telemáticas en los campos administrativos y jurídicos que agilizan la redacción de dichos escritos.

Entre los textos más representativos citaremos el currículum vítae, la carta de presentación, la carta comercial, el informe y el acta.

  • EL CURRÍCULUM VITAE:

El significado literal del término latino currículum vítae es «carrera de la vida» y el DRAE lo define como: «Relación de los títulos, honores, cargos, trabajos realizados, datos biográficos, etc., que califican a una persona». Tanto la forma latina como la palabra ya hispanizada «currículo» se usan indistintamente. Nosotros, al referirnos a él, utilizaremos indistintamente una y otra.

Se trata, por lo tanto, de exponer de la manera más clara, precisa y relevante todos aquellos títulos, experiencias profesionales y datos que muestran un perfil claro y conciso de uno mismo, puesto que lo que el currículo persigue es resaltar los méritos de quien lo presenta. Con el currículum elaboramos una tarjeta de visita ad hoc para quien no nos conoce.

Para que un currículum (currículo) cumpla su objetivo, despertar en quien lo lee el interés necesario para que lo valore con el fin de seleccionarlo, debemos detenernos en su redacción, en la que hay que tener en cuenta las siguientes pautas:

  1. Brevedad: un currículum (currículo) debe ser breve, uno o dos folios son suficientes.
  2. Claridad: hay que resaltar lo más significativo con la mayor claridad expositiva.
  3. Estilo impersonal: no debemos escribir el currículum (currículo) en tercera persona, sino usando formas impersonales.
  4. Ortografía: es importante cuidar la ortografía; puede causar muy mala impresión presentar un currículum plagado de faltas de ortografía.

La precisión es otro de los factores que debemos resaltar a la hora de redactar un currículum (currículo). Por ello, es importante que adaptemos nuestros datos al fin que queremos conseguir, que, se supone, es el puesto de trabajo al que optamos en cada caso.

Al confeccionar el currículum, el orden y la correcta disposición de sus elementos son factores primordiales, ya que no debemos olvidar nuestro propósito de que el lector fije su atención en él y desee conocernos.

Modelos de currículum vítae

Actualmente, y de manera general, existen tres formas para organizar la información de un modo coherente. En realidad, podemos usar indistintamente cualquiera de ellas pero es importante que escojamos la que convenga mejor a nuestro perfil profesional puesto que no debemos olvidar que la presentación de un currículo persigue darse a conocer mediante la presentación de nuestros méritos. Así, nuestra trayectoria puede reflejarse de una manera cronológica; presentando un orden cronológico inverso, u organizando el currículo desde una perspectiva funcional. Ello permite que se diferencien plantillas (o modelos) de currículo en estas tres direcciones:

  1. Currículum cronológico: a través del cual presentamos la información partiendo de lo más antiguo a lo más reciente, mostrando una imagen clara y lineal de nuestra trayectoria.
  2. Currículum cronológico inverso: como su propio nombre indica, consiste en empezar por los datos más recientes, resaltando la imagen actual de nuestra experiencia laboral.
  3. Currículum funcional: no sigue una progresión cronológica, sino que agrupa la información por temas, proporcionando una comprensión rápida de nuestra formación y experiencia en un ámbito determinado.

Aunque, a continuación, describimos ejemplos de los diferentes modelos curriculares citados, es preciso no olvidar que, actualmente, muchas de las empresas o instituciones cuentan con un modelo particular de currículo. Es muy común, por tanto, encontrar plantillas en formato electrónico en las que se establecen una serie de campos fundamentales que son los que debemos completar. Datos que son los que interesan a la empresa, dependiendo del perfil que necesite para los diferentes puestos de trabajo ofertados.

Que existan tales plantillas no significa que no debamos cuidar la forma en la que redactamos los datos que nos piden. En muchas ocasiones no se nos proporciona demasiado espacio para exponer nuestros datos, lo que significa que debemos realizar un trabajo previo de concisión.

Para ilustrar los diferentes tipos de currículo que hemos planteado, introducimos dos ejemplos:

Puedes revisar el siguiente video en donde nos dan recomendaciones de cómo hacer tu curriculum:

  • LA CARTA DE PRESENTACIÓN:

La carta es uno de los tipos de escritos con más tradición desde el punto de vista social. Podemos, incluso, afirmar que se convierte (sobre todo, lo ha sido en el pasado) en uno de los medios de comunicación más habituales para transmitir de manera personal una información (que puede ser más o menos confidencial) a un receptor ausente. Este tipo de textos es muy particular porque establece un diálogo en la distancia y, normalmente, se espera una respuesta del receptor. La particularidad de este discurso influye en la redacción del escrito puesto que, al establecerse un diálogo con un tú ausente, implica que debemos suplantar aquellos otros códigos de los que nos servimos cuando nos encontramos en presencia de nuestro interlocutor.

Suele decirse que no existen reglas estrictas para la elaboración de una carta, sin embargo sí podemos establecer modalidades en función del asunto que se trate (no es lo mismo dar un pésame que invitar a una celebración de un acontecimiento feliz), de la persona a quien se dirige, del contexto en el que se produzca la redacción, así como el medio que se utilice para ello (actualmente la carta manuscrita está siendo sustituida por la fórmula de correo electrónico lo que, inevitablemente, afecta a la redacción).

En la mayoría de los casos, a la hora de entregar nuestro currículum, decidimos redactar una carta de presentación que lo acompañe. Documento que, además de ser un saludo cortés para el gabinete de selección como muestra de interés y de educación del solicitante, permite explicar el recorrido profesional del mismo. En ella, además, tenemos la oportunidad de darnos a conocer resaltando aquellos aspectos de nuestro currículo que pueden beneficiarnos como candidato al puesto ofertado.

El objetivo fundamental de la carta de presentación es causar una buena impresión en quien la lee, considerando que nuestro historial podría ser el apropiado para la candidatura ofertada. De ahí que uno de los aspectos que debemos cuidar a la hora de redactarla sea la selección del contenido que trataremos minuciosamente tanto como la forma de mostrarlo.

En ella debemos expresar el interés que nos merece la empresa por ser líder en solvencia y en el trato dispensado a todos sus empleados y, por lo tanto, el manifiesto interés por formar parte de dicho grupo humano si fuere la persona elegida para el empleo ofertado. Es importante que describimos nuestras cualidades y, en algunos casos, podemos aportar rasgos característicos de nuestra personalidad.

A la hora de redactar la carta de presentación, debemos tener en cuenta los siguientes pasos:

  1. Presentación: explicamos de forma breve quiénes somos, qué experiencia profesional tenemos hasta el momento y cuáles son nuestros objetivos.
  2. Interés: en este momento debemos demostrar a la empresa que conocemos bien el puesto al que queremos optar y la opinión favorable que nos merece la empresa.
  3. Compromiso: debemos indicar qué podemos ofrecer.
  4. Despedida: despedimos la carta de forma cordial y solicitamos una entrevista personal manifestando nuestro agradecimiento de antemano.

Modelos de carta de presentación

Existen dos modelos de carta de presentación específicos, dependiendo de la candidatura a la que queremos optar:

  1. Carta de candidatura a un puesto ofertado en concreto. La carta de presentación y el currículum (currículo) responden a una oferta de empleo de la que hemos tenido conocimiento con anterioridad a través de algún medio de comunicación.
  2. Carta de candidatura espontánea. Se envía el currículum por propia iniciativa, acompañado de una carta de presentación, a una empresa en la que nos gustaría trabajar, aunque previamente no haya ofrecido ningún puesto de empleo.

En ambos casos, a la hora de redactarla, hemos de tener en cuenta las siguientes pautas:

a) Brevedad: no debemos escribir más de un folio y por una sola cara.
b) Lenguaje: es necesario usar un lenguaje formal en todo momento.
c) Destinatario: hemos de dirigir la carta a una persona en concreto, no a un destinatario genérico.
d) Ortografía: no podemos cometer fallos ortográficos.
e) Estilo personal: se trata de una presentación personal, por lo que es aconsejable hablar en primera persona.
f) Conclusión: síntesis de lo dicho y expresión de cortesía.

Ejemplos de carta de presentación:

  • EL INFORME (oficio):

El informe es un documento elaborado a partir de una recolección de datos concretos, que tiene como objetivo notificarnos una información sobre algún asunto específico. Generalmente son redactados como una obligación profesional, por la indicación de un superior. Es un instrumento fundamental en la gestión administrativa de cualquier empresa.

El informe debe ceñirse en todo momento a la realidad de los hechos, cumpliendo con la mayor objetividad por parte del autor.

El contenido de este documento puede ser muy variado ya que puede ocuparse de un asunto técnico, actuaciones de los empleados, investigaciones, etc. De este modo, al tratarse de cuestiones internas de una empresa, ha de conservar en todo momento un carácter estrictamente confidencial.

Los informes varían considerablemente en cuanto a su extensión y estructura, ya que deben adaptarse a la práctica de la empresa para la cual son escritos, así como a la situación a la que se circunscriben por el autor. Pero, al margen de esto, el contenido al que debe ajustarse todo informe comprende los siguientes puntos:

1) Intención: en un informe debemos incluir una explicación del propósito que lo guía.
2) Método: hemos de hacer constar el procedimiento o técnica utilizada en la recopilación de datos, para que el lector juzgue la fiabilidad de la información que se le proporciona.
3) Hechos: debemos presentar de forma clara, ordenada y objetiva una descripción de los hechos encontrados.
4) Análisis y discusión: el informe que redactamos debe ser analizado y evaluado para que el lector juzgue su valía.
5) Recomendaciones: concluimos con nuestra opinión o consejo al lector acerca de las decisiones que debe tomar en relación con el asunto tratado.

Junto a los contenidos que hemos señalado como imprescindibles, debemos recordar que, en su redacción el informe se caracteriza por:

— El uso de párrafos cortos y concisos.
— Un vocabulario generalmente especializado y siempre formal (neologismos, tecnicismos…).
— Un estilo preciso, claro y correcto.

Pese a que la estructura formal de los informes es muy variable, dependiendo de su contenido y de su finalidad, las partes que lo conforman suelen ser las siguientes:

1) Cubierta: en ella debemos hacer constar el título del informe, la fecha, el lugar, el número de páginas y la empresa para la que se elabora.
2) Tabla de contenidos: en esta tabla tenemos que incluir el índice y el sumario con los temas que se tratan en el informe. Digamos que viene a cumplir la función del índice de cualquier trabajo amplio en el que es necesario diseñar sus partes para que puedan ser identificadas.
3) Introducción: en ella presentamos al lector el tema y objetivo del informe y cómo vamos a tratarlo a lo largo del escrito.
4) Cuerpo: en él mostramos los objetivos del informe (intención, método, asunto, análisis y discusión, y recomendaciones).
5) Apéndice: en este apartado incluimos la bibliografía, el material complementario (gráficos, tablas, ilustraciones, etc.), que hemos manejado. 

Tipos de informe

Fundamentalmente, existen dos tipos de informe, argumentativo y expositivo. La distinción entre ellos reside en el enfoque dado por el autor. En el informe argumentativo debemos interpretar y analizar los hechos, además de presentar unas conclusiones que respondan al análisis presentado; sin embargo, en el informe expositivo nos limitamos a informar sobre un tema o situación describiendo y narrando unos hechos o mostrando una serie de datos en línea con lo que queremos mostrar.

Ejemplo:

Conclusión

Es propósito de toda estrategia, vencer dificultades, optimizar tiempo y recursos, a través de ella se define qué hacer para transformar la realidad existente e implica un proceso de planificación que culmina en un plan general con medidas organizativas, objetivos, acciones que se deben desarrollar en determinado plazo de tiempo, se emplean recursos mínimos y se utilizan métodos que aseguran el cumplimiento de las metas. De lo anterior se infiere que las estrategias son siempre conscientes, intencionadas, planificadas y dirigidas a la solución de problemas en la práctica, con el fin de transformar objetos y situaciones, deben ejecutarse en un plazo de tiempo predeterminado y que permitan la evaluación de los resultados obtenidos.

A partir del análisis de las competencias comunicativa y lingüística, tenemos la oportunidad de conocer, diseñar, aplicar y evaluar diversas estrategias didácticas para la búsqueda de información, el conocimiento de la ortografía, la comprensión, la interpretación y la producción de textos, la sintaxis y semántica de los textos y los usos sociales de la lengua.

Fuentes de información