Manejo de la identidad digital y defensa de los datos personales

Estudiante: Pedro J. Albertos Alpuche

En la actualidad, se ha comprobado de forma repetida a través de medios digitales y tradicionales cómo la reputación de una persona se puede ver seriamente afectada por acoso cibernético o por publicaciones falsas hasta llegar a un desenlace negativo para los protagonistas. En este ensayo abordaremos uno de estos casos, que aún no ha sido resuelto y que le ha tomado al afectado mucho más tiempo del que parecería razonable. 

Nos referimos al caso del abogado mexicano Ulrich Richter Morales, quien desde el año 2015 mantiene una demanda legal con una de las compañías más grandes de medios digitales: Google. Este suceso se ha comentado en diversos medios, uno de ellos es la respetada agencia de difusión de noticias mundial British Broadcasting Corporation mejor conocida como la BBC, con más de 90 años de servicio (BBC, 2022). Según lo citado por el abogado Richter, en Blogger, la plataforma gratuita de Google, aún hoy se puede encontrar una publicación digital con información falsa sobre él y que motiva al público en general a realizar actos ilícitos, como es el lavado de dinero (BBC, 2022).

Recordemos que el término Blog es la forma corta de “Weblog” (que se puede traducir como bitácora digital) (Ayala y González, 2015). En referencia particular a Blogger, esta plataforma nace en 1999 creada por Pyra Labs, posteriormente fue comprada por Google Inc. en 2003 (Univision Noticias, 2007), quien lo convierte en un servicio abierto y gratuito para la publicación de blogs. De este modo, brinda un espacio a todas las personas para publicar lo que se quiera sobre cualquier tema, apelando al derecho de la libertad de expresión. En principio esto supone una gran oportunidad para todos, Blogger ha sido utilizada por muchas personas para diferentes finalidades: desde un simple espacio de expresión personal hasta un elaborado medio de transmisión de pensamientos; para compartir información de todo tipo, credos y, por supuesto, también ha sido un espacio para la publicidad y el mercadeo.

Estos espacios representan un gran cambio en cómo podemos interactuar en la Web 2.0. Martínez y Solano (2010) hipotetizan sobre la posibilidad de que Ana Frank (1929-1945) hubiera escrito su “diario” en un blog: ¿cómo se habría desarrollado la historia?, ¿habría tenido el mismo final?, ¿qué otras cosas hubieran sido diferentes? En total acuerdo con lo expresado por Martínez y Solano (2010), el blog es una de las formas en las que el internet muestra su gran potencial para cambiar la comunicación en este nuevo mundo, pero este cambio puede ser positivo o negativo. Si desde esta perspectiva le preguntáramos al abogado Richter ¿cuál sería su respuesta? 

Existen muchos casos donde la utilización de blogs y otros medios digitales de comunicación han traído a sus usuarios una gran ventaja y avance en sus objetivos, quienes, por supuesto, hablarán en favor de estos medios, pero ¿estamos realmente listos para utilizar consciente y correctamente los medios digitales?, ¿un usuario promedio está realmente consciente de las implicaciones y los riesgos de tener una identidad digital? En esencia, las tecnologías de la información y comunicación (TIC) son neutras, los usuarios son los que les proporcionan su carácter positivo o negativo (Ayala y González, 2015). 

En este sentido, cualquier usuario debe estar atento al manejo y protección de su(s) identidad(es) digitales, así como de sus datos personales. Entre las competencias digitales que todo estudiante y público en general debe conocer y dominar se encuentran la gestión de la identidad digital, la gestión de licencias y copyright, y la protección de datos personales y privacidad; y también, justo entre ellas, se halla la disputa en el caso Richter vs. Google Inc. Si bien el periódico El Economista (2022) informa en su publicación digital que la sala octava de lo civil de la Ciudad de México falló a favor del abogado Richter, este caso aún no termina, por lo que, tomando en cuenta lo antes mencionado, se realiza la siguiente propuesta para manejar la identidad digital y proteger los datos personales en un mundo cibernético.

Como base de cualquier manejo y protección de nuestra identidad digital, es indispensable saber gestionarla(s) correctamente. Para esto, por ejemplo, se deben leer a conciencia los términos de uso de las TIC y cualquier otro medio digital, así como la gestión de licencias y copyright. Por último, pero no menos importante, es esencial prestar atención a los cambios o actualización de las políticas de protección de datos personales y privacidad en los medios digitales y/o TIC que estemos utilizando. Esto es sólo una base mínima de lo que se debe tener en cuenta. 

Después de hacer una búsqueda por internet sobre los derechos digitales para la protección de los usuarios de éste y de las diferentes plataformas, apps y otras TIC, se ha encontrado que, desafortunadamente, en la actualidad la legislación relacionada con la protección de datos personales en México se centra en lo que el gobierno puede o no hacer con nuestros datos personales, en el uso de firmas digitales utilizadas en las transacciones económicas, los pagos de impuestos, la gobernanza digital y el derecho a la gratuidad y universalidad del uso de las TIC e internet (Diario Oficial de la Federación, 2021), sin embargo, se menciona muy poco o casi nada de la protección a los usuarios. Es importante señalar que se identificó una propuesta de iniciativa de ley en el portal de la Secretaría de Gobernación (Hidalgo, 2022) sobre la protección del usuario digital, que desde el año pasado fue entregada al Congreso de la Unión, no obstante, al darle seguimiento no se encuentra ningún tipo de avance al respecto.

Estar conscientes de nuestra “huella digital” para no afectar o ser afectados por lo que vamos creando en el ciberespacio, se antoja no ser suficiente en algunas ocasiones, de modo que periódicamente debemos realizar una búsqueda en las redes sociales y otras TIC de nuestro nombre o nuestra identidad digital para así poder darnos cuenta lo mas pronto posible de cualquier mal uso o abuso de ésta por parte de terceros. A nivel internacional existen legislaciones que, de ser aplicadas en nuestro entorno nacional, nos podrían ayudar a proteger nuestra identidad digital. Una de éstas es El Convenio de Budapest sobre Delitos Cibernéticos, el cual fue redactado y firmado por todos los miembros de la Comunidad Europea, y otros países no miembros como Estados Unidos, Canadá y algunos países latinoamericanos como Colombia, Perú y Chile. En el caso de México, a pesar de haber solicitado su inclusión en 2006, hasta la fecha no ha firmado su adhesión (Martins, 2022).

En definitiva, la libertad de expresión es un derecho ganado con la sangre y el sudor de muchas personas que lucharon por obtenerlo; es uno de los principios de la democracia, que no debemos abandonar. Sin embargo, con el surgimiento del internet y todos los avances tecnológicos en comunicación que se han vuelto indispensables en el mundo actual, han surgido nuevas preguntas, las cuales debemos exigir que se pongan en claro para definir hasta dónde llega este derecho sin afectar a otros (Bernal, 2016). 

Según Bernal (2016), la internet puede ofrecer a los usuarios extremistas un escenario propicio para difundir sus ideas de odio, no obstante, se debe garantizar el principio de neutralidad. Por ello, es necesario que se establezca una legislación a este respecto, tanto a nivel nacional como internacional; adicionalmente, los usuarios debemos involucrarnos más en estos aspectos para favorecer que casos como el del abogado Richter y el de otras personas dejen de suceder.Aunado a lo anterior, las y los profesores que empleamos medios digitales debemos alentar a  nuestros pupilos a desarrollar estas competencias digitales y guiarlos en el uso correcto de las redes y otras TIC, y ayudarles a desarrollar estrategias para prevenir casos como estos. Asimismo, hacer énfasis en la no distribución de fake news, aplicando el principio “ad-verecundiam”, verificar la información en más de una fuente, controlar nuestros impulsos, desarrollar el pensamiento crítico, verificar las páginas y quiénes son los autores, descartar las páginas sin editor responsable o creador, al no ser confiables. En conclusión, debemos siempre favorecer la ciudadanía digital responsable.