Clase digital 3. Teoría e investigación sobre cómo aprenden los estudiantes

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Teoría e investigación sobre cómo aprenden los estudiantes

Presentación del contenido

¡Hola! Te doy la bienvenida a la tercera sesión de tu UDA Teorías del aprendizaje en la era digital; en esta ocasión, nos ocuparemos de lo referente a las teorías e investigaciones realizadas a propósito de las formas en que aprenden los estudiantes. Se trata de un amplio panorama en el que se indagan distintos aspectos, desde las múltiples formas en que los estudiantes perciben el conocimiento, reconocidas a través de los estilos de aprendizaje, hasta los factores que pueden intervenir en la recepción y posterior comprensión de los saberes.

Dentro de la sesión, revisamos los modos en que los estudiantes aprenden de acuerdo con las modalidades existentes y a las preferencias por cada una de ellas, atendiendo a los componentes contextuales que pueden incidir para su selección. Finalmente, es necesario reconocer las particularidades que caracterizan a los estudiantes contemporáneos de sus antecesores para, de este modo, ahondar en las estrategias de aprendizaje que han implementado desde las perspectivas más novedosas rumbo a la implementación de paradigmas educativos pensados en los estudiantes del nuevo milenio.

Desarrollo del contenido

1. Estilos de aprendizaje

Una de las cuestiones fundamentales que responden a los distintos modos en que los estudiantes aprenden es la relativa a los estilos de aprendizaje. Los estilos de aprendizaje plantean múltiples formas en que el conocimiento puede percibirse. A partir de la premisa que señala la existencia de distintos perfiles de los estudiantes, surge la posibilidad de encontrar un estilo de aprendizaje que puede favorecer su aprovechamiento. Entre las investigaciones sobre estilos de aprendizaje más reconocidas se encuentra el modelo VARK (Visual, Aural, Read/Write, Kinesthetic) y el cuestionario Honey-Alonso.

A continuación, escucha el siguiente episodio que aborda los estilos de aprendizaje:

En este podcast, Michelle Bonkosky, diseñadora instruccional portorriqueña, explica el modelo VARK sobre los estilos de aprendizaje, propuesto por Neil Fleming y Collen Mills. Una vez definidas las preferencias de los estudiantes al momento de procesar información, el docente puede actuar sobre su modalidad de enseñanza, con el objetivo de aumentar el aprovechamiento del aprendizaje en sus estudiantes.

Ingresa aquí para conocer el estilo de aprendizaje con el que te identificas:

Según el estilo de aprendizaje, se han proponen distintos tipos de actividades:

Además de los estilos de aprendizaje propuestos por Neil Fleming y Collen Mills, existen otras perspectivas, como la planteada con base en el ciclo de aprendizaje de David Kolb, que generó el cuestionario Honey-Alonso. Este cuestionario mide la preferencia de los estudiantes por uno de los cuatro momentos del aprendizaje: activos, reflexivo, teórico o pragmático. Aunque en el aprendizaje confluyen estas cuatro etapas, la predilección por una de ellas establece un estilo de aprendizaje. Para conocer la etapa del aprendizaje en que se genera el mejor aprovechamiento para ti y tus estudiantes, accede al siguiente recurso, que contiene una versión del cuestionario:

Una vez que se distinguen los estilos de aprendizaje en relación con las diferentes etapas que lo conforman, es necesario exponer las preferencias de los estudiantes identificados con cada una de ellas, pues de este modo se podrán diseñar estrategias didácticas que se adapten a las particularidades de los estudiantes.

2. Modalidades del aprendizaje

Las modalidades educativas son las formas mediante las que se ofrece el cursado de una unidad de aprendizaje o experiencia educativa. Las modalidades varían respecto a los medios, los procedimientos, el tiempo y el espacio geográfico bajo los cuales se implementará el proceso de enseñanza-aprendizaje. 

Presencial

En esta modalidad del aprendizaje, el acceso al conocimiento es resultado de la interacción directa in situ: docentes y estudiantes coinciden en un tiempo y lugar determinado. La educación presencial se despliega en aulas e instalaciones dispuestas de manera específica para fines educativos, contemplando la dirección constante del profesor y la presencia del estudiantado en horarios previamente establecidos.

No presencial

La educación no presencial como modalidad del aprendizaje puede ocurrir de distintas formas: 

  1. A distancia: se caracteriza por la separación física entre el profesor y sus estudiantes. Los alumnos reciben vía correspondencia o por señal televisiva los materiales pedagógicos, no obstante esta modalidad no permite la retroalimentación síncrona de los mismos.
  2. A distancia en línea: a partir de la incorporación de las tecnologías en la educación y de la transición hacia modelos pedagógicos innovadores y flexibles, se generan procesos de aprendizaje donde las condiciones de tiempo o espacio, edad u oficio dejan de ser limitantes para el aprendizaje. Esta modalidad permite la interacción entre estudiantes y profesores tanto de manera síncrona como asíncrona, al tiempo que brinda experiencias de aprendizaje novedosas a través de los entornos virtuales. 

Mixto

Esta modalidad combina elementos del aprendizaje presencial y no presencial, de modo que el esquema resultante contiene algunas sesiones en el aula y otras más a distancia en línea, con el apoyo de los recursos tecnológicos.

3. Contextos del aprendizaje

Hasta el momento hemos revisado las distintas formas en que los estudiantes perciben la información y construyen el conocimiento, así como las modalidades en que el aprendizaje se pone a su disposición. Ahora, es momento de reconocer los contextos en que el aprendizaje sucede. A lo largo de nuestra vida, asimilamos y aprehendemos distintas clases de conocimientos de acuerdo al entorno en que nos desarrollamos: aprendemos en casa, de nuestros familiares y amigos, en los entornos de trabajo con nuestros colegas y en las escuelas e instituciones de nuestros profesores, compañeros y demás agentes que acompañan nuestro trayecto formativo. Cada uno de estos sitios derivan en entornos distintos que nos provee de múltiples conocimientos, generando de esta manera contextos de aprendizaje. Así, distinguimos tres diferentes contextos: formales, no formales e informales, a continuación presentamos las características de cada uno de ellos a partir de los distintos criterios delimitados por los expertos:

Contexto formal y no formal

I. Criterio estructural.

A partir de su inclusión en el sistema educativo reglado:

  1. Educación formal: se integra desde los sistemas educativos institucionalizados, cronológicamente graduados y jerárquicamente estructurados desde la educación inicial hasta la superior.
  2. B. Educación no formal: propuestas educativas organizadas, sistemáticas, que operan al margen del sistema oficial (talleres, cursos). Estas experiencias educativas se ofrecen con el objeto de complementar, actualizar, suplir conocimientos, y formar en aspectos académicos o laborales; asumen diversas modalidades, tales como la presencial, semipresencial y a distancia (Smitter, 2006: 253).
Imagen 1: Las experiencias educativas buscan complementar los aspectos académicos a través del conocimiento.
II. Criterio metodológico.

La educación formal se define por su escolarización, mientras que la no formal se encuentra desescolarizada:

  1. La metodología escolarizada estructura sus experiencias de aprendizaje a partir de aspectos como la distribución y agrupamiento de los estudiantes, el establecimiento de aulas propias en tiempos y espacios determinados; así como la definición de roles entre las posiciones profesor-estudiante. Se trata de prácticas cuyas normas son estables (Ávila, 2007; Trilla et al., 2003).
  2. Los métodos no escolarizados se desarrollan a través de procedimientos que distan de los modelos canónicos o convencionales implementados en la escuela formal. 

Contexto informal

Alude a los procesos educativos que suceden cuando las personas están inmersas en realidades culturales distintas a las definidas como propiamente educativas (Trilla et al. 1993). De este modo, la educación informal se extiende a lo largo de la vida: las personas adquieren conocimientos, habilidades y actitudes día a día, en la cotidianidad y en la interacción con su medio ambiente. El trabajo, la familia y el ocio son las principales fuentes de este aprendizaje.

4. Características generacionales y su relación con el aprendizaje

Según lo establecido por Ramón Ferreiro (2006), una de las nociones centrales que guían los análisis de grupo es la de generación, concepto vinculado a un evento que define o influye particularmente en cada uno de sus integrantes, de tal forma que el grupo muestra comportamientos similares. En nuestros días, resulta necesario conocer la forma en que los estudiantes se comportan de acuerdo con su generación, pues de esta forma será más fácil reconocer aspectos como motivaciones, intereses, formas de percepción y de acercamiento al conocimiento.

Para teorizar sobre las formas en que aprenden los estudiantes, es necesario reconocer las particularidades que los identifican. A nivel global, estas son las generaciones que se han desarrollado a lo largo de los últimos años, visualiza el siguiente video:


En los ámbitos educativos, más de una generación suele convivir y dialogar, este hecho invita a las instituciones educativas a diseñar experiencias educativas cuyos contenidos puedan ser asimilados y atractivos para los distintos grupos. Esto incluye, por un lado, la recuperación y actualización de estrategias pedagógicas y, por otro, la habilitación en tecnologías y modelos innovadores en las generaciones más reacias al cambio.

A continuación, lee el siguiente artículo y reflexiona:

5. Aprendizaje en el siglo XXI

Durante los últimos años, se han desarrollado una serie de investigaciones que buscan ahondar en las formas en que aprenden los estudiantes contemporáneos, al tiempo que se ha puesto especial atención a las expectativas que tiene esta nueva generación de aprendices. Cynthia Luna Scott (2015) señala al respecto:

En el siglo XXI, los estudiantes pueden esperar formar parte de una cultura que valora la participación, con numerosas oportunidades para emprender, realizar y compartir las creaciones propias. Se esperará de ellos que sean capaces de comunicar y colaborar en contextos diversos, se impliquen en un aprendizaje entre pares y se desarrollen como ciudadanos mundiales. (10)

A partir de estas observaciones, las nuevas ecologías del aprendizaje deben ser capaces de vincular los intereses educativos de las nuevas generaciones de estudiantes con las habilidades que la sociedad espera de ellos, tomando en cuenta factores como las tecnologías, la mundialización, los fenómenos migratorios, la competencia internacional, la inserción en el mercado laboral, la política y los desafíos medioambientales. Para que el aprendizaje tenga una buena recepción entre sus educandos, es necesario establecer un diálogo entre las estrategias atractivas hacia la investigación, herramientas de instrucción adecuada y asertiva e impulso hacia el trabajo colaborativo en espacios novedosos, contemplando el panorama de las expectativas de los estudiantes. A lo anterior se suma la inclusión de la creatividad como un elemento fundamental para hacerse camino satisfactoriamente en un mundo cada vez más complejo.

De esta forma, bajo la premisa de capacitar a los estudiantes para el trabajo, la ciudadanía y la vida en el siglo XXI, distintos centros de investigación educativa han elaborado propuestas sobre las dimensiones del aprendizaje que deben plantearse en función de las necesidades de los educandos:

Marco ICAP: un vínculo entre el compromiso cognitivo y el aprendizaje activo

Entre las nuevas teorías que ahondan en las formas en que los estudiantes aprenden se encuentra el marco ICAP (Interactivo, Constructivo, Activo, Pasivo), una propuesta desarrollada por profesores de la Universidad Estatal de Arizona hace algunos años. Michelene Chi y Ruth Wyle exponen el marco ICAP definiendo las actividades de participación cognitiva con base en los comportamientos de los estudiantes. De este modo, los comportamientos de participación pueden ser categorizados y, posteriormente, diferenciarse en cuatro modos: interactivo, constructivo, activo y pasivo.

El marco ICAP está conformado por cuatro modos o categorías de participación, correspondiente a diferentes tipos de comportamiento y a procesos en los que puede generarse el conocimiento.

De este modo, los modos de participación se definen de la siguiente manera:

  • Pasivo. Ocurre cuando los estudiantes reciben información y se orientan mediante materiales tradicionales. Ejemplo de ello sería el escuchar una conferencia sobre un tema determinado, sin tomar notas o cuestionar al ponente. 
  • Activo. Este modo se activa en el compromiso que los estudiantes manifiestan ante los materiales de instrucción, ocurre cuando se opera alguna forma de acción motora o manipulación física con los objetos de aprendizaje. Los laboratorios son prueba de ellos. 
  • Constructivo. Sucede cuando los estudiantes son estimulados para generar productos relacionados con el tema en cuestión, más allá de los que se proporcionó cómo materiales de aprendizaje. Construir diagramas a partir de la resolución de un problema, plantear preguntas, vincular textos o integrar recursos multimedia son ejemplos de este modo de participación.
  • Interactivo. Se realiza cuando el estudiante contribuye y retroalimenta el tema. El diálogo es la base de este modo de participación, no obstante, debe ser un intercambio que supere los conocimientos expuestos durante la exposición o clase, y que complemente lo revisado en los materiales de aprendizaje. 

De este modo, el conocimiento se construye de acuerdo con los distintos niveles de compromiso cognitivo que involucran las dinámicas de aprendizaje para los estudiantes.

6. Factores que intervienen en el aprendizaje

Finalmente, para concluir con este panorama acerca de las teorías que exploran las formas en que los estudiantes aprenden, es necesario mencionar una serie de factores que pueden intervenir en el aprendizaje, pero también en el rendimiento escolar y en el estudio. Iniciaremos con los primeros:

Por otro lado, según Pere Marquès Graells (2001), existen dos clases de factores que intervienen tanto en el estudio, como en el rendimiento escolar: 

  1. Internos. Referidos a las habilidades, aptitudes, factores afectivos y motivacionales que inciden de manera personal en la atención que el estudiante dirige a sus entornos de aprendizaje.
  2. Externos. Tienen en cuenta el espacio de estudio: ¿está bien iluminado?, ¿hay suficiente ventilación?; el mobiliario: ¿es adecuado para el tiempo destinado al estudio?; las distracciones: ¿hay ruido?, ¿cuántas veces se es interrumpido?; alimentación y descanso. 

Para asegurar que el aprendizaje suceda, es necesario contemplar este conjunto de factores, pues cada uno de ellos incide de forma particular en el modo en que el conocimiento se recibe, se construye y se comprende. 

Conclusiones y énfasis de ideas clave

A lo largo de esta clase revisamos a detalle las formas en que los estudiantes aprenden a partir de una ruta en que expusieron los estilos y modalidades de aprendizaje, así como los contextos en que este se genera. Conocer el amplio panorama en que puede suceder el aprendizaje en tus estudiantes será de gran ayuda para tu práctica docente, pues de esta forma podrás diseñar estrategias para mejorar el aprovechamiento de tu grupo con base en lo revisado.

Por otra parte, esta sesión también planteó un esbozo sobre los factores que intervienen en el aprendizaje; en la siguiente sesión, se ofrece un panorama más amplio a propósito de los elementos que pueden influir en las situaciones de aprendizaje desde distintos ámbitos y contextos. Te invito a continuar con entusiasmo en esta experiencia educativa, ¡adelante!

Fuentes de información

  • Avila, O. (2007). Reinvenciones de lo escolar: tensiones, límites y posibilidades. En Baquero, R., Diker, G. y G. Frigerio (comps.), Las formas de lo escolar. Buenos Aires: del Estante Editorial.
  • Marquès P. (2001). La enseñanza. Buenas prácticas. La motivación. Departamento de Pedagogía Aplicada, Facultad de Educación, UAB.
  • Scott, C. (2015). El Futuro del aprendizaje 2 ¿Qué tipo de aprendizaje se necesita en el siglo XXI? Learning portal p. 19 https://learningportal.iiep.unesco.org/es/biblioteca/el-futuro-del-aprendizaje-2-que-tipo-de-aprendizaje-se-necesita-en-el-siglo-xxi
  • Trilla, J.; Gros, B.; López F. y Martín M. J. (2003). La educación fuera de la escuela. Ámbitos no formales y Educación Social. Barcelona, España: Ariel Educación.
  • Varela Ruiz. (2006). Estilos de aprendizaje, en Mensaje Bioquímico, XXX. Depto Bioquímica, Fac Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México. Cd Universitaria, México, DF.