Diabetes mellitus y su relación con los trastornos en geriatría
Introducción
Bienvenido a esta tercera parte de nuestro curso Diabetes en adultos mayores. Recordemos que en las clases anteriores hablamos sobre la definición de la diabetes mellitus, su clasificación y el cómo diagnosticarla. El tema que se abordará a lo largo del desarrollo de esta clase son los trastornos clínicos en geriatría ocasionados por la diabetes mellitus.
Eso es porque:
- Los adultos mayores con diabetes tienen un riesgo sustancial de complicaciones microvasculares y cardiovasculares agudas y crónicas de la enfermedad.
- Los adultos mayores con diabetes tienen las tasas más altas de amputación de extremidades inferiores, infarto de miocardio (IM), discapacidad visual y enfermedad renal en etapa terminal de cualquier grupo de edad.
- Las muertes por crisis hiperglucémicas también son significativamente más altas en los adultos mayores.
- La resistencia a la insulina relacionada con la edad parece estar principalmente asociada con un porcentaje alto en grasa y la inactividad física.
De acuerdo con los puntos anteriores, estas son las causas por las cuales se solicitan consultas médicas en geriatría.
Una vez referido lo anterior, es momento de iniciar.
Desarrollo del tema
La Asociación Americana de la Diabetes (ADA) recomienda que todo adulto mayor con sobrepeso y factores de riesgo, como se listó en nuestra primera clase, sea examinado al menos cada 1 a 3 años con pruebas de laboratorio como la de la tolerancia a la glucosa oral.
Como ya se dijo en la clase anterior, los beneficios de la identificación de prediabetes y diabetes tipo 2 asintomática en adultos mayores dependen de si las intervenciones preventivas primarias o secundarias son efectivas y del periodo de tiempo anticipado del beneficio de las intervenciones frente a la esperanza de vida del paciente.
Trastornos clínicos en geriatría ocasionados por la diabetes mellitus
La frecuencia de la diabetes mellitus (DM) es un problema creciente en todo el mundo, debido a la larga esperanza de vida y las modificaciones del estilo de vida. En la vejez, la DM se está convirtiendo en un problema de salud pública alarmante en los países desarrollados e incluso en los países en vías de desarrollo, ya que, para algunos autores, uno de cada dos ancianos es diabético o prediabético y, para otros, 8 de cada 10 ancianos tienen alguna disglucemia. Las complicaciones y comorbilidades de la DM son más frecuentes en los diabéticos de edad avanzada que en los jóvenes. Las más frecuentes son las enfermedades cardiovasculares por vejez y aterosclerosis precoz propias de la DM; las más molestas son las alteraciones visuales y cognitivas, especialmente la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia.
La enfermedad de Alzheimer parece compartir los mismos factores de riesgo que la DM, lo que significa resistencia a la insulina debido a la falta de actividad física y trastornos alimentarios. Las discapacidades visuales y físicas, así como la depresión y los problemas de memoria son una barrera para la atención del tratamiento de la diabetes mellitus.
Pero, ¿qué entendemos por geriatría?
La geriatría es la rama de la atención médica que se enfoca en nuestras necesidades únicas a medida que envejecemos. Así como los pediatras se especializan en las necesidades de salud de los niños, los geriatras se especializan en las necesidades de salud de las personas mayores consideradas así a partir de los 65 años de edad.
Una vez que hemos abordado el concepto de “geriatría” continuemos analizando cuáles son los principales síntomas o síndromes más comunes presentes en consulta.
La diabetes se asocia con un mayor riesgo de múltiples afecciones médicas coexistentes en los adultos mayores. Además de las enfermedades cardiovasculares y microvasculares clásicas, un grupo de afecciones denominado síndromes geriátricos, que se describen a continuación, también ocurren con mayor frecuencia en adultos mayores con diabetes y pueden afectar las habilidades de autocuidado y los resultados de salud, incluida la calidad de vida.
Deterioro cognoscitivo
El adulto mayor diabético tiene hasta 1.5 veces más riesgo de pérdida en funciones cognoscitivas y hasta 1.6 veces más riesgo de desarrollar demencia. La evolución crónica de diabetes y niveles séricos elevados de hemoglobina glicosilada (HbA1c) se asocian a un deterioro cognoscitivo. La detección de deterioro cognoscitivo en pacientes con diabetes se puede llevar a cabo con cualquiera de las herramientas clínicas disponibles:
- Examen Mini Mental de Folstein
- Prueba de dibujo del reloj
- Escala de Montreal
- Cuestionario de Pfeiffer
Posterior a la evaluación inicial del estado cognoscitivo en el paciente con diabetes mellitus, se recomienda realizar una nueva evaluación cada año o antes en caso necesario. La función cognoscitiva deberá ser evaluada en adultos mayores con diabetes mellitus en caso de:
- Que no exista adherencia al tratamiento.
- Alteraciones en alguna de las funciones mentales superiores.
- Presencia de episodios frecuentes de hipoglucemia o descontrol glucémico sin una causa aparente.
Un adecuado control metabólico y de picos de hiperglucemia en adultos mayores con diabetes mellitus disminuye el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo o demencia.
Deterioro funcional
El envejecimiento y la diabetes son factores de riesgo de deterioro funcional. Las personas con diabetes son menos activas físicamente y tienen más deterioro funcional que las que no tienen diabetes. La etiología del deterioro funcional en la diabetes puede incluir la interacción entre afecciones médicas coexistentes como son la neuropatía periférica, las dificultades de visión y audición y los problemas de la marcha y el equilibrio. La neuropatía periférica, presente en el 50-70% de los pacientes de más edad con diabetes, aumenta el riesgo de inestabilidad postural, problemas de equilibrio y la atrofia muscular, limitando la actividad física y aumentando el riesgo de caídas.
Otras afecciones médicas que ocurren comúnmente
El dolor persistente por neuropatía u otras causas o su tratamiento inadecuado se asocia con resultados adversos en los adultos mayores que incluyen todos los trastornos anteriormente mencionados, así como mayores costos y la utilización de la atención médica. El dolor debe evaluarse en cada visita médica. La incontinencia urinaria es común en pacientes mayores, especialmente en mujeres, con diabetes. Además de las evaluaciones y los tratamientos estándar para la incontinencia, los médicos deben recordar que la hiperglucemia no controlada puede aumentar la cantidad y frecuencia de la micción.
Otro de los problemas que se presentan en geriatría por pacientes diabéticos es el estado nutricional de los pacientes. Los adultos mayores pueden estar en riesgo de desnutrición debido a la anorexia, las alteraciones del gusto y el olfato, las dificultades para tragar, los problemas bucales/dentales y las deficiencias funcionales que conducen a dificultades para preparar o consumir alimentos.
La nutrición es una parte integral del cuidado de la diabetes para todas las edades, pero existen consideraciones adicionales para los adultos mayores con diabetes. Aunque las necesidades energéticas disminuyen con la edad, las necesidades de macronutrientes son similares durante la edad adulta. Satisfacer las necesidades de micronutrientes con una ingesta calórica más baja es un desafío; por lo tanto, los adultos mayores con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir deficiencias.
Cuando las necesidades nutricionales no se satisfacen con la ingesta habitual, las intervenciones adicionales pueden incluir el fomento de comidas más pequeñas y frecuentes, fortificar los alimentos habituales, cambiar la textura de los alimentos o agregar suplementos nutricionales líquidos.
El manejo de la diabetes en los adultos mayores presenta desafíos porque existe una gran variabilidad dentro de esta población en términos de presentación clínica, entorno psicosocial y disponibilidad de recursos. La situación de vida de una persona y el grado de apoyo social disponible pueden afectar tanto los objetivos glucémicos como las formas en que se maneja la diabetes.
La modificación del estilo de vida es importante como punto de partida para todos los pacientes con diabetes, incluidos los adultos mayores. A pesar de que no se recomiendan dietas muy restrictivas para los adultos mayores, el asesoramiento para evitar grandes cargas de carbohidratos en cualquier comida puede reducir las excursiones de glucosa sin restricciones dietéticas innecesarias.
Conclusión
En esta clase hemos analizado que la diabetes puede presentarse a cualquier edad, pero en las personas mayores la presencia de otros problemas médicos complica su manejo. Incluso es difícil definir persona mayor, ya que no existe un vínculo directo entre la edad cronológica y el rendimiento funcional. Es por ello que el manejo de la diabetes en los adultos mayores requiere una evaluación cuidadosa de los factores clínicos, funcionales y psicosociales. Antes de desarrollar objetivos glucémicos y una estrategia de tratamiento, se debe considerar la salud general de cada paciente, las condiciones médicas coexistentes, las preferencias personales, la capacidad de afrontamiento y los factores que afectan la calidad de vida.
Espero que esta tercera clase haya sido de tu agrado y que hayas aprendido cuáles son los principales trastornos presentes en las personas diabéticas de la tercera edad, siendo estos los principales motivos de consulta médica en geriatría.