Clase digital 5. Centralismo y Federalismo

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Centralismo y Federalismo

Introducción

Hola, te doy una vez más la bienvenida a la clase digital número 5. Espero que los contenidos expuestos a lo largo de la UDA estén contribuyendo a tu formación y que además te estén motivando a reflexionar sobre el acontecer histórico de nuestro país.

Las dos corrientes ideológicas que reinaron durante los inicios del México independiente fueron el federalismo y el centralismo, dos corrientes por antonomasia contrarias y que por su contrariedad complicaron el orden y la estabilidad del país. No obstante, las dos posturas tienen sus puntos fuertes y quizá sus puntos débiles.

En esta sesión, más que hablar de los datos históricos de cada corriente, me permito generar una serie de reflexiones en torno a qué postulan cada una, sus pros, sus contras y, desde mi punto de vista, la estrategia que, en todo caso, tendrían que haber seguido para poder al menos tener alguna probabilidad de éxito y hacer que el proceso de maduración durara un poco más, lo que nos hubiese permitido ver los logros en la práctica de cada modelo o postura.

Por ello, en la presente clase conocerás el concepto de cada una de las posturas y algún dato en relación a sus características; sobre todo, esta clase es una invitación a la reflexión en torno a estas posturas y las consecuencias que generaron sus discrepancias.

Espero que disfrutes esta clase digital, que resulte enriquecedora para ti y que tu experiencia de aprendizaje sea grata y fructífera. Recuerda que puedes ampliar tus conocimientos sobre el tema investigando más sobre el mismo en diversas fuentes de información tanto convencionales como electrónicas.

Desarrollo del tema

1.- Federalismo

Me voy a permitir definir el concepto desde mi perspectiva académica. El federalismo es una forma de gobierno en la que estados libres y soberanos deciden unirse en una confederación o federación, los cuales quedan supeditados por un bien común a una constitución federal, la cual asumen como carta magna.

En el federalismo, cada estado tiene autonomía para generar sus propias leyes, siempre y cuando estas no contravengan a la ley general. En el mismo sentido, los ciudadanos de los estados federados tienen la libertad de elegir a sus representantes y gobernantes. Así mismo, están obligados los estados a realizar sus contribuciones a la federación.

Tenemos ejemplos históricos en México: la Constitución federal de 1824 y los gobiernos que emanaron de ella y, posteriormente, la Constitución de 1857.

2.- Centralismo

El centralismo es una forma de gobierno en el que el poder y la administración se ejercen desde un gobierno central, esto supone que los estados se convierten en Departamentos y su legislación local está supeditada al poder central, quien es el que toma las decisiones generales en el país. De este modo, las autoridades locales, los reglamentos y las delegaciones son el resultado de la designación del poder central. Los ejemplos históricos que hemos visto en México son la República central de Anastasio Bustamante, la Constitución de las Siete Leyes y la dictadura de Santa Anna en la mitad del siglo XIX.

3.- Reflexiones acerca del federalismo y el centralismo

La primera reflexión que me gustaría proponer es que ninguno de los dos modelos es bueno o malo en sí mismo, pues nos han enseñado que un gobierno federal es bueno porque se respeta la libertad de decisión, por lo que de facto el centralismo es malo por no respetar la libertad de decisión. O ¿Qué tal lo siguiente?: el federalismo es malo porque al promover las libertades se genera caos, pues las personas aún no poseen la madurez necesaria para vivir en libertad, por el contrario, el centralismo es bueno porque a través de gobiernos fuertes y disciplinados se mantiene el orden tan necesario en la sociedad, que permite el crecimiento y el desarrollo.

La segunda reflexión trata de explicar la primera. No se trata de conferir criterios de maldad ni de bondad, sino de establecer criterios de utilidad, pues las sociedades, desde el punto de vista antropológico, tienen una dinámica en función de sus necesidades, de sus particularidades y de su tiempo histórico, lo que sugiere un contexto. En relación a ello, tanto el federalismo como el centralismo pueden funcionar dependiendo de las necesidades de la sociedad en cuestión. Pensemos un momento en la declaración de Independencia de los Estados Unidos: se trataba de trece colonias que eran independientes entre sí, es decir, ya de facto mantenían un control y una identidad sobre sus gobiernos locales. Por ello, adherirse a un pacto federal no suponía para el gobierno federal una carga presupuestaria o militar mantener el control y el equilibrio en cada una de las colonias independizadas. Para el contexto anterior, se podía establecer un sistema federal, dado que las bases de autonomía, identidad y control de cada estado ya estaban realizadas. La Nueva España, por el contrario, había pasado tres siglos en un modelo central monárquico que, al desaparecer, dificultó mantener el control de las provincias o que estas lo mantuvieran por sí mismas; en consecuencia, establecer un gobierno federal tenía sus riesgos, sobre todo por lo polarizada que estaba la población.

Ahora bien, te invito a que reflexiones acerca de las declaraciones que yo planteo con el objetivo de que tú puedas generar tus propias reflexiones en el sentido de tratar de proponer, qué tipo de gobierno hubiese favorecido el orden y la gobernabilidad en el México del siglo XIX, pudiendo evitar los conflictos políticos de los que hemos dado cuenta en las clases anteriores.

Conclusión

¿Centralismo o federalismo en el México decimonónico? Esa es la cuestión. Lo que hemos atestiguado hasta ahorita en la UDA es que ninguno de los dos modelos funcionó, pero, ¿no sería más bien porque no tuvieron oportunidad uno y otro de madurar para poder observar sus efectos? ¿Sería que pesaba más la ambición personal de uno y otro bando por ganar la partida e imponer su modelo de gobierno? ¿O es que eran tan patriotas que sentían esa vocación y ese compromiso de implementar el plan de gobierno que creían era mejor para el país?

Tantas cuestiones y tan pocas respuestas, ¿Cuáles serían las tuyas?

Como pudimos observar, cada modelo tiene su postura y su intención, sin embargo, mi postura se orienta a que quizá uno u otro puede funcionar de acuerdo al contexto histórico o a la necesidad política, económica y social del momento. Lo importante de la presente clase es que puedas identificar y diferenciar cada uno de los modelos revisados a efecto de tener una mayor comprensión de los mismos para que el análisis se realice con mayor objetividad.

Espero que hayas disfrutado los relatos escritos en esta clase digital y que tu experiencia de aprendizaje haya sido enriquecedora. Hasta la próxima.

Referencias

  • Saucedo González, J. I. (2018). El federalismo y el centralismo como ideologías constructoras del Estado mexicano. En J. L. Soberanes Fernández & E. A. López Sánchez, 1916 rumbo a la Constitución de 1917. Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM. Recuperado de: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/11/5132/4.pdf