Clase digital 6. Intervenciones extranjeras en México

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Intervenciones extranjeras en México

Introducción

Hola, te doy una vez más la bienvenida a la clase digital número 6. Espero que los contenidos expuestos a lo largo de la UDA estén contribuyendo a tu formación y que además te estén motivando a reflexionar sobre el acontecer histórico de nuestro país.

En esta unidad vernos dos de los grandes conflictos bélicos que nuestro país tuvo con naciones extranjeras, concretamente Francia y Estados Unidos. Estos dos ejemplos de conflicto nos dejan ver que México, al ser una nación nueva, estaba a merced de los intereses de expansión de las potencias extranjeras, tanto liberales como conservadoras. 

Aunado a esto, veremos cómo las divisiones políticas que se vivían en México no permitían hacer defensas efectivas ante semejantes ataques. Vemos, por ejemplo, a Francia utilizar un pretexto por el ataque a una pastelería para reclamar indemnizaciones exageradas e injustas, vemos también a Estados Unidos que, con su ambición de expansión, aprovecha una provocación como la anexión de Texas y la intromisión de una patrulla americana en suelo mexicano.

Desarrollo del tema

1.- Primera intervención francesa (La Guerra de los Pasteles)

En 1838, cuando era presidente de México Anastasio Bustamante, Francia bombardeó los puertos de Veracruz y Tampico, exigiendo y obligando a pagar a México una indemnización que era injusta y exagerada.

La reclamación de la indemnización se hizo argumentando que soldados mexicanos habían hecho destrozos en una pastelería propiedad de un francés. El ministro francés, Antoine Defaudis, emitió un ultimátum al gobierno mexicano solicitándole la cantidad de 600 mil pesos por concepto de indemnizaciones. Ante la negativa del gobierno mexicano a pagar, Francia decidió atacar.

Podemos establecer que las causas que originaron esta guerra fueron (Sánchez et al., 2014):

  • El interés político y económico que tenía Francia por México.
  • La deuda de México por los destrozos a una pastelería francesa.
  • Los supuestos malos tratos recibidos por los franceses radicados en México.
  • Las contribuciones obligatorias que pagaban los franceses en México.
  • La falta de relaciones diplomáticas entre ambos países. 

Antonio López de Santa Anna participó en la defensa del puerto de Veracruz en donde perdió una pierna; desafortunadamente, las tropas mexicanas poco pudieron hacer y los franceses tomaron el puerto, lo que obligó a México a rendirse y a firmar un tratado de paz en marzo de 1839 en el cual se vio obligado a reconocer su deuda.

2.- La guerra entre México y Estados Unidos (1846-1848)

Desde que se independizaron las trece colonias de Norte América, habían mostrado su interés en extenderse hacia el oeste, incluso en varios momentos mostraron interés en comprar territorios mexicanos, principalmente la Alta California, pues con sus puertos (San Diego y San Francisco) representaba para Estados Unidos una salida hacia el pacífico. Sin embargo, en todos los intentos de compra que ofreció México se negó.

Después de que los texanos proclamaron su independencia y del conflicto militar de México con Francia, en el país seguían todavía los conflictos políticos internos entre los conservadores y los liberales. Los estadounidenses estaban al tanto de este momento de confusión y ajetreo político, por lo que aprovecharon ese clima de caos en México y decidieron anexarse a Texas en 1845. Este hecho, además de generar la indignación de México, dio el pretexto perfecto para que Estados Unidos declarara una guerra contra México. 

El conflicto comenzó cuando, derivado de la anexión de Texas, Estados Unidos extendió su frontera sur hasta el río Bravo. Evidentemente, México no estuvo de acuerdo, pues para nuestro país la frontera natural de Texas era el río de las nueces que estaba más al norte del río Bravo. Este conflicto propició que una patrulla americana tuviera un enfrentamiento con soldados mexicanos en donde algunos soldados americanos murieron. Este hecho se tomó como pretexto para declararle la guerra a México, argumentando que “sangre estadounidense había sido derramada en su propio suelo”.

Estados Unidos atacó por tres frentes: por el pacífico en California, por el norte del país y por el puerto de Veracruz. En la parte inicial de la guerra, los americanos se apoderaron de los principales estados norteños del país como Tamaulipas y Nuevo León. Santa Anna se levantó en armas, pero la falta de recursos del ejército mexicano y su poca preparación militar pronto convirtió el conflicto en una serie de derrotas para los mexicanos.

En pleno conflicto militar no cesaban las pugnas entre liberales y conservadores, pues en la Ciudad de México un grupo de conservadores, que eran parte de la guardia nacional identificados como los polkos, se levantaron en armas en contra del gobierno liberal de Valentín Gómez Farías. Este hecho propició la salida de Gómez Farías como presidente, dejando el cargo en manos de Antonio López de Santa Anna, quien le abrió las puertas a los grupos conservadores a fin de seguir teniendo recursos para la defensa y a la iglesia le solicitó un préstamo.

Para mayo de 1847, Estados Unidos emprendía su camino hacia la Ciudad de México por el lado de Veracruz. Santa Anna una vez más trató de detener el ataque yanqui, pero fue derrotado en la batalla de Cerro Gordo. A partir de ahí, el general Winfield Scott llegó hasta la Ciudad de México después de haber librado las batallas de Padierna, Churubusco, Molino del Rey y Chapultepec (Sánchez et al., 2014).

Habiendo tomado la Ciudad de México, los estadounidenses firmaron un tratado de paz con Manuel de la Peña y Peña, quien había quedado a la cabeza del gobierno luego de la huida de Santa Anna. Este tratado se llamó Guadalupe-Hidalgo y entre sus disposiciones más sobresalientes destacan: la instauración de los límites fronterizos en el río Bravo y Estados Unidos y el anexo de los territorios de la Alta California, Arizona y Nuevo México, lo que significó la pérdida de más de la mitad de territorio mexicano. A esto hay que agregar que los estadounidenses dieron a México la cantidad de 15 millones de pesos por concepto de indemnización.

Con la firma del tratado se dio fin a las hostilidades, quedando para la historia una de las derrotas más dolorosas, humillantes y frustrantes de nuestro país.

Conclusión

Estos conflictos bélicos nos muestran cómo, además de las ambiciones de los países por sacar algún provecho de México, las mismas disputas entre liberales y conservadores dañaron tanto al país generando una de las más grandes pérdidas en la historia de México.

Estos conflictos también nos hacen reflexionar sobre el poco o nulo patriotismo de los militares y actores políticos de la época. Por ejemplo, en pleno conflicto con Estados Unidos, el general Mariano Paredes Arrillaga dio un golpe de Estado al gobierno comandado por José Joaquín de Herrera, de corte liberal. O qué tal los polkos conservadores en la Ciudad de México, quienes, al ver que podrían ser enviados a Veracruz a pelear, decidieron desconocer al gobierno liberal de Gómez Farías. También podemos mencionar que cuando Santa Anna (en esos tiempos ya conservador) se fue a defender Veracruz e intentó entrar a Oaxaca para fortificar defensas y el gobernador en turno, Benito Juárez (liberal) no le permitió la entrada al estado. Por último, no olvidemos al General Valencia, quien había desobedecido las órdenes de Santa Anna al defender una posición en lugar de la marcada por el presidente, de tal manera que cuando le solicitó refuerzos a Santa Anna este se los negó, provocando la derrota de Valencia y dejando el paso abierto a la Ciudad de México.

Espero que hayas disfrutado los relatos escritos en esta clase digital y que tu experiencia de aprendizaje haya sido enriquecedora. Hasta la próxima.

Referencias