El tejido óseo
Presentación del tema
El siguiente tema tiene por finalidad estudiar el sistema óseo, sus componentes y funciones principales. El sistema óseo está formado por un conjunto de estructuras sólidas compuestas básicamente por tejido óseo, que se denominan huesos. Constituye el armazón o soporte del cuerpo y a la vez le sirve de protección, es la parte pasiva del sistema locomotor. Los huesos participan en el metabolismo de diversos minerales, como el calcio o el fósforo y en la formación de la sangre, proceso en el que está involucrada la médula ósea interior de algunos huesos.
El esqueleto humano cuenta con aproximadamente 206 huesos independientes. Esta cifra no es constante porque algunas personas poseen algunos pequeños huesos, conocidos como supernumerarios, que se localizan en el cráneo o en los dedos. Un bebé puede tener hasta trescientos huesos, ya que nace con algunos separados para facilitar el nacimiento. Se puede afirmar que compone el 12% del peso total del cuerpo. El estrés que le ocasiona el ejercicio les hace más fuertes pues se depositan sales minerales y fibras colágena.
Objetivo didáctico de la clase
Las y los estudiantes aprenderán la composición y funciones del sistema esquelético, como interviene en la homeostasis al mantener en balance algunos minerales presentes e importantes en el organismo para el buen funcionamiento de la célula, así como la producción de células sanguíneas, almacenamiento de sustancias. Nombre y división del esqueleto con sus accidentes óseos presentes en los huesos, partes de los huesos y su composición.
Contenido didáctico
Presentación de los contenidos
El tejido óseo
Un hueso es la unión de diversos tejidos que van desde el tejido óseo, cartílago, tejido conectivo, epitelial, nervioso y hasta adiposo, la unión de estos tejidos forman la estructura ósea, formado además con ligamentos, cartílago y tendones para conformar el sistema esquelético. Cuando nacemos tenemos alrededor de 300 huesos, los cuales se van fusionando para terminar, siendo los 206 aproximadamente que tenemos. La ciencia que se encarga del estudio de los huesos se llama osteología.
1. Funciones del hueso y del sistema esquelético
Funciones básica del esqueleto:
Los huesos desempeñan funciones importantes entre las cuales se pueden mencionar las siguientes:
- Función de sostén. Pues como un armazón que es, apoya y fija a las demás partes del cuerpo, especialmente ligamentos, tendones y músculos.
- Locomoción. Es la base mecánica del movimiento, los huesos son movidos por los músculos y permiten el desplazamiento, son su punto de apoyo y fijación.
- Protección. De varios de ellos depende la protección de los órganos delicados, como en el caso de los huesos del cráneo, que protegen el encéfalo; la columna vertebral y las costillas, que a su vez protegen a la médula espinal, el corazón, los pulmones; las cavidades orbitarias a los ojos; el hueso temporal al oído, etc.
- Hematopoyesis. La médula roja de los huesos largos produce los glóbulos rojos, los linfocitos y monocitos en menor cantidad.
- Almacenamiento. Los huesos almacenan diversas sustancias, como las grasas, en su interior tienen medula ósea amarilla, que es una reserva potencial de energía.
2. Estructura ósea
Huesos
Son la parte rígida del aparato locomotor. Su conjunto constituye el sistema óseo o esqueleto. Básicamente los huesos se componen de agua y sustancias minerales formadas a partir del calcio y del fósforo, además de una sustancia llamada osteína.
Para el desarrollo y fortalecimiento del hueso se requiere de la vitamina D y de la vitamina D2 o calciferol, (presente en el aceite de hígado de bacalao, el atún, la leche y los huevos). Los rayos ultravioleta del sol favorecen la absorción de vitamina D.
Partes de un hueso
En los huesos se distinguen algunas de las siguientes partes:
- Epífisis: son las zonas ensanchadas y terminales de un hueso largo, de forma bulbosa, otorga estabilidad a la articulación y anclaje de músculo.
- Diáfisis: es la zona alargada del hueso, en su parte media. También se le denomina caña, es cilíndrico y compacto otorga apoyo fuerte.
- Metáfisis: zona de transición entre la epífisis y la diáfisis. En épocas de crecimiento esta zona se encuentra separada de la epífisis por el cartílago de crecimiento.
- Cartílago articular: banda fina de cartílago, su elasticidad amortigua golpes o sacudidas, cubre las partes articuladas de las epífisis.
- Apófisis: salientes del hueso donde se insertan músculos, tendones y ligamentos.
- Periostio: recubre al hueso, excepto en todas las superficies articulares, es una membrana densa, blanca y fibrosa, esencial para la formación del hueso y supervivencia de células óseas.
- Cavidad medular: tubular y en la diáfisis de los huesos largos.
- Endostio: es una membrana epitelial muy delgada que se extiende en los huesos largos por la cavidad medular.
- Agujeros: o conductos óseos, son zonas donde entran o salen arterias y venas con la función de nutrir al hueso.
- Cavidades: lugares donde se alojan las apófisis, los tendones, las arterias, los músculos o los órganos.
Crecimiento del hueso
El esqueleto inicia su formación a partir del cartílago y tejido fibroso que en forma gradual pasa al hueso, el cual es esculpido por acción de los osteoblastos y osteoclastos. Este proceso adquiere el nombre de osteogénesis.
En el momento del nacimiento, los huesos no se hallan totalmente calcificados. El crecimiento corporal aparece durante la infancia y la adolescencia, gobernado fundamentalmente por el crecimiento de los huesos. Estos presentan en sus extremos una zona llamada cartílago de crecimiento, a partir de la cual se va formando el tejido óseo nuevo que determina el crecimiento en longitud de los huesos. Entre los 18 años en las mujeres y los 20 en los hombres, se produce la total osificación del cartílago de crecimiento y éste se detiene. El proceso está regulado por factores genéticos y hormonales.
Tenemos dos tipos de osificación: la intramembranosa y la endocondral. La intramembranosa ocurre con diversos centro de osificación en el hueso y la endocondral lo hace a través del remplazo del cartílago por hueso.
Al cartílago se le considera tejido conjuntivo y tenemos: hialino (forma los anillos de la tráquea, los bronquios y la nariz en su punta), elástico (forma epiglotis, oído externo, trompa de Eustaquio) y fibrocartilaginoso (es el más rígido y fuerte, lo encontramos en la sínfisis del pubis, discos intervertebrales y puntos donde anclan tendones largos).
El hueso no posee únicamente una función de sostén y crecimiento, sino que durante toda la vida se encarga de la regulación del metabolismo del calcio, fundamental para el funcionamiento de los músculos y del medio interno. Ello se consigue gracias a que el hueso no es un órgano estático, sino que se halla en continua formación y destrucción. Para ello, existen células formadoras de hueso, los osteoblastos, y células destructoras, osteoclastos. En condiciones normales debe existir un equilibrio total entre los procesos de formación y destrucción ósea. En caso de fractura, los osteoclastos destruyen los fragmentos del hueso y los osteoblastos generan tejido óseo nuevo.
3. Histología del tejido óseo
Los huesos tienen diferente tamaño, forma, cantidad y composición (tejido compacto de aspecto denso o sólido, y el tejido esponjoso o trabecular que cuenta con pequeños espacios).
3.1 Tejido óseo compacto
En el tejido óseo compacto, los espacios que se encuentran son pocos. Todos los huesos del cuerpo poseen hueso compacto, se encuentra situado por debajo del periostio y se compone de unidades que se repiten en su estructura y son las osteonas, que envuelven al paquete vascular por medio de laminillas concéntricas, que se encuentran alineadas y en forma paralela al eje del hueso. Esto hace que la diáfisis del hueso sea resistente a las fuerzas externa en los huesos.
3.2 Tejido óseo esponjoso
En el tejido óseo esponjoso no se presenta osteonas, en su lugar hay unas laminillas que se unen de forma irregular y forman trabéculas, que se observa a simple vista. Estos espacios contienen la médula ósea roja, así como los adipocitos (llamada medula ósea amarilla); se encuentra siempre por debajo del hueso compacto y es más abundante en huesos cortos e irregulares. El hueso esponjoso es diferente del compacto por ser más ligero lo que permite un desplazamiento más rápido por la fuerza ejercida por el músculo esquelético.
4. Irrigación e inervación del hueso
El hueso esta ricamente vascularizado en todas sus estructuras a través de varias arterias que varían dependiendo el tamaño del hueso. Al hueso llegan diversas arterias, la principal y presente en todos los huesos es la arteria nutricio, que ingresa a través del agujero nutricio del hueso y se distribuye al ingresar dando ramos hacia la diáfisis y ambas metáfisis, que puede ser una o varias arterias nutricias dependiendo del tamaño y ubicación del hueso.
Otras arterias que contribuyen también a la irrigación son las arterias periósticas presentes en la superficie del hueso; hay otras arterias como las epifisiarias que llevan oxígeno y nutrientes a la epífisis del hueso; para la parte esponjosa donde se encuentra la médula ósea rojo contribuyen las arterias metafisiarias que junto con la arteria nutricia ayudan a nutrir en esta zona al hueso. Todas la arterias están siempre acompañadas por una vena que drena la sangre, pueden ser entre 1 a 2 venas las que acompañan a las arterias.
También van nervios con las arterias periósticas, estos nervios se distribuyen por el periostio y dan sensibilidad al hueso, por lo que al fracturarse un hueso o al tener un tumor va a generar dolor en el paciente.
5. Divisiones del sistema esquelético
El esqueleto humano es el conjunto total y organizado de piezas óseas que proporciona al cuerpo humano una firme estructura multifuncional (locomoción, protección, contención, sustento, etc.). A excepción del hueso hioides —que se halla separado del esqueleto—, todos los huesos están articulados entre sí formando un continuo, soporte, por las estructuras conectivas complementarias como ligamentos, tendones, músculos y cartílagos.
El esqueleto de un ser humano adulto –como ya se señaló- tiene, aproximadamente, 206 huesos, (no contando con los huesos suturales o wormianos, supernumerarios del cráneo, y los sesamoideos). Se divide en esqueleto axial (80 huesos, que incluyen 74 en el eje superior del cuerpo y los diminutos huesos del oído que son 6) y esqueleto apendicular (con 126 huesos).
6. Tipos de hueso
- Huesos largos. Constan de una zona cilíndrica (la diáfisis) y dos extremos, llamados cada uno epífisis. Ejemplos de huesos largos son el húmero, radio, tibia y peroné.
- Huesos cortos. Estos tipos de hueso se caracterizan por tener una estructura cilíndrica o de cubo, como los huesos del carpo y del tarso.
- Huesos planos. Son delgados, anchos, aplanados y a menudo curvos, se encuentran donde quiera que se necesite protección de partes blandas del cuerpo o un lugar para inserción muscular extensa. En esta parte están los escapulares (u omóplatos), cráneo, esternón, costillas y partes de la cintura pélvica.
- Huesos irregulares. Comprende huesos de tamaño y forma diferente. Las vértebras y los huesillos del oído les representan.
- Huesos sesamoideos. Son huesos únicos, irregulares, pequeños y redondeados que se encuentran junto a las articulaciones, su función es incrementar la palanca de los músculos. Un ejemplo es la rótula (o patela).
7. Accidentes de la superficie ósea
Aparecen donde se insertan los músculos a través de sus tendones, paso de arterias, nervios, ligamentos, fascias, estas no están presentes en el nacimiento se van desarrollando al igual que los huesos, son reparos de la superficie ósea que cumple funciones específicas. Estos son algunos de ellos:
- Fisura, hendidura pequeña presente entre la unión de 2 huesos (ejemplo, fisura orbitaria inferior)
- Tuberosidad, es un relieve grande y redondeado (ejemplo, tuberosidad del cubito)
- Foramen, hendidura a través de un hueso, (ejemplo, agujero obturador)
- Tubérculo, pequeña proyección redondeada, (ejemplo (tubérculo mayor)
- Fosa, zona deprimida, (ejemplo, fosa infraespinosa)
- Espina, relieve de forma puntiaguda (ejemplo, apófisis espinosa)
- Surco, ranura alargada, entre dos estructuras, (ejemplo surco intertrocanterico)
- Protuberancia, proyección ósea de forma irregular (ejemplo, protuberancia occipital externa)
- Cóndilo, superficie redondeada y articular (ejemplo cóndilo medial del fémur)
- Carilla, zona articular, generalmente plana (ejemplo meseta tibial)
- Cabeza, superficie grande y redondeada, (ejemplo cabeza del humero)
- Cresta, reborde óseo del hueso, (ejemplo cresta iliaca)
- Epicóndilo, superficie saliente de un hueso, sobre un cóndilo, (ejemplo epicóndilo femoral)
- Línea, proyección alargado de un hueso (ejemplo línea aspera del fémur)
- Trocanter, proyección grande e irregular (ejemplo trocánter menor)
Conclusiones
Como puedes ver, los huesos son la estructura que sostiene y da forma al cuerpo. Se distribuyen desde la cabeza hasta los pies, funciona como auxiliar en los movimientos del cuerpo, sostiene tejidos, protege órganos vitales; y en la hematopoyesis.
Si requieres mayor explicación, puedes consultar los siguientes videos:
También, puedes aprender más sobre el Sistema esquelético en el siguiente recurso, dando clic en el botón:
Ideas relevantes de la clase digital
El sistema esquelético es básico para el buen funcionamiento del organismo: brinda sostén al cuerpo, da protección a los órganos vitales, son la base mecánica para brindar movimiento, constantemente forman células sanguíneas, son un depósito y almacenan triglicéridos, ayudan a mantener la homeostasis de los minerales, importante para el buen funcionamiento de las células.
Estructuralmente los huesos tienen varias partes que las podemos dividir de la siguiente manera:
- Epífisis proximal
- Metafisis, que es la zona de crecimiento de los huesos
- Diáfisis, parte central del hueso
- Epífisis distal
Los huesos están cubiertos por varias capas: la externa se llama periostio. La interna, formada por una cavidad, recubierta por una capa, que es el endostio, en sus extremos tiene cartílago articular.
En cuanto a la histología del tejido óseo, el hueso tiene diversas sales, pero principalmente está formado por calcio con otros elementos como oxígeno, cobalto, carbono, fosforo, que reaccionan entre sí y forman diversos compuestos a base de calcio. Se agregan fibras colágenas, las sales formados por estos compuestos se calcifican y forma el hueso. Esto se produce por intervención de las células madre del hueso, que son las células osteogénicas, que se dividen en osteoblastos, que maduran y se convierten en osteocitos. Esta compactación se puede lograr y se forma el tejido óseo compacto, que se encuentra en todos los huesos principalmente en la diáfisis. Cuando las células no se unen de una forma compacta forman tejido óseo esponjoso, cubierto siempre por hueso compacto y abundante en las epífisis de los hueso, no presentan osteonas, en el hueso esponjoso se ven espacios a simple vista, llamados trabéculas.
La irrigación e inervación del hueso está dada por la arteria nutricia del hueso que está acompañada por arterias periósticas, siempre acompañadas de sus venas que pueden ser una o dos venas y un nervio que se distribuye por el periostio y que causa del dolor.
El esqueleto está dividido en dos partes: un esqueleto axial, formado por el eje del esqueleto; y un esqueleto apendicular, formado por las extremidades-
Básicamente tenemos 5 tipos de hueso:
- Largos (ejemplo fémur).
- Planos (ejemplo escapula).
- Sesamoideos (ejemplo rotula).
- Cortos (ejemplo escafoides).
- Irregulares, (ejemplo las vértebras).
Los accidentes de la superficie ósea son estructuras diversas de los huesos formadas por paso de arterias, venas, tendones, inserciones musculares. Son diversas, entre las que encontramos cóndilos, epicóndilos, mesetas, carillas articulares, agujeros, surcos, crestas, protuberancias, con un nombre general y en algunos huesos de forma específica.
Bibliografía consultada
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