Las relaciones humanas armónicas como estrategia para una cultura de paz
Desarrollo del tema
Como ya vimos en los temas que anteceden, la cultura de paz y la no violencia no es factible sin que, por una parte, el Estado garantice los derechos de todas las personas a una vida en condiciones dignas, igualitarias y libres de violencia, y, por otra parte, la sociedad tome un rol activo en la adopción del discurso planteado y utilice el diálogo y la cooperación como herramientas para la búsqueda y alcance de acuerdos en la resolución de las discrepancias, conflictos o choques de ideales e intereses posibles y emergentes.
Para exponer y ejemplificar algunas de las acciones concretas que impulsarían relaciones humanas en armonía con los objetivos de la cultura de paz y no violencia, tomaremos como referencia los parámetros expuestos en el manifiesto creado en el año 2000 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, o por sus siglas en inglés UNESCO:
- Respetar la vida y la dignidad de cada persona, sin discriminación ni perjuicios.
- Practicar la no violencia activa, rechazando la violencia en todas sus formas: física, sexual, psicológica, económica y social, en particular hacia las personas más débiles y vulnerables, como las niñas, niños y adolescentes.
- Compartir mi tiempo y mis recursos materiales, cultivando la generosidad con el fin de terminar con la exclusión, la injusticia y la opresión política y económica.
- Defender la libertad de expresión y la diversidad cultural, privilegiando siempre la escucha y el diálogo, sin ceder al fanatismo, ni a la maledicencia y el rechazo del prójimo.
- Promover un consumo responsable y un modo de desarrollo que tenga en cuenta la importancia de todas las formas de vida y el equilibrio de los recursos naturales del planeta.
- Contribuir al desarrollo de mi comunidad, propiciando la plena participación de las mujeres y el respeto de los principios democráticos con el fin de crear nuevas formas de solidaridad.
Esta serie de parámetros son enunciativos para el encauzamiento de las relaciones humanas en la búsqueda colectiva de un mundo más justo, solidario, libre, digno, armonioso y con mejor prosperidad, no obstante, su puesta en práctica es el factor principal de todo y, por ello, te invitamos a desarrollarlos en tu interacción con las personas de tu comunidad.