Habilidades para la convivencia armónica y resolución de conflictos
Desarrollo del tema
La convivencia armónica es un estatus ideal de las sociedades. Su garantía, en el caso del ámbito educativo, puede permitir que se generen caminos para que las y los estudiantes puedan ejercer sus libertades y desarrollar su proyecto de vida siendo respetuosos con los derechos de las demás personas. Por ello, para conseguir esa convivencia es indispensable que la sociedad participe de la construcción de relaciones, vínculos e interacciones responsables, sanas, conscientes, autorreguladas y seguras.
Son muchas las habilidades que podemos utilizar para poder colaborar, sin embargo, la empatía y la escucha activa son dos habilidades que especialmente permiten tanto convivir de forma pacífica, como resolver o participar en la resolución de conflictos.
La empatía
De acuerdo con el modelo integrador de Davis (1998), la empatía es definida como el “conjunto de constructos que incluyen los procesos de ponerse en el lugar del otro y respuestas afectivas y no afectivas”. Para este autor, la empatía se integra de (1) componentes cognitivos, que buscan interpretar y comprender la emoción de las y los otros; y de (2) componentes emocionales, que son reacciones y sentimientos que se provocan en la persona a partir de las experiencias de las y los otros (Muñóz y Chávez, 2013, p. 128-129). A continuación, podrás observar una tabla en donde se clasifican algunos de los elementos de estos componentes: Empatía
Componentes cognitivos
a) Toma de perspectiva: implica buscar una lógica comprensiva a la situación emocional de las y los otros, es decir, se trata de comprender la causa, intensidad y posibles alternativas de solución a lo que les sucede.
b) Fantasía: como una apuesta cognitiva de representarse en la situación de otros, se trata de “ponerte en los zapatos” de alguien más.
Fuente: Creación propia con información de Muñóz y Chávez, 2013.
Componentes emocionales
a) Preocupación empática: son los sentimientos de compasión, preocupación y cariño ante el malestar de otras personas. Pueden derivar en comportamientos de ayuda.
b) Malestar personal o distrés: son las reacciones emocionales de ansiedad y malestar que la persona experimenta al observar las vivencias negativas de los demás. Son sentimientos orientados hacia la propia persona, que generalmente producen una reacción de huida e ineficacia en la acción hacia la otra persona.
Fuente: Creación propia con información de Muñóz y Chávez, 2013.
“Las competencias emocionales, como parte de las competencias ciudadanas, son indispensables en el contexto escolar debido a que los niños, niñas y jóvenes que se encuentran en la escuela se hallan en un proceso de formación, al final del cual deben saberse comportar adecuadamente en sociedad y esto implica actuar en el marco de los deberes y derechos que tienen como [ciudadanas y] ciudadanos, al mismo tiempo que reconocer y valorar la existencia de otros y otras con las mismas garantías y obligaciones que [las y] los cobijan.”
(Ministerio de Educación Nacional de Colombia, 2003, citado en Muñoz y Chávez, 2013, p. 135)
Por ende, la empatía motiva que las personas tengan comportamientos de cuidado, ayuda, colaboración, de evitar causarle daño a alguien y de buscar conciliar los conflictos, lo que además permite tener procesos más flexibles, creativos y de adaptabilidad a las distintas situaciones que puedan presentarse en la vida.
Para conocer más sobre la empatía, te invitamos a ver el siguiente video:
La escucha activa
La escucha activa guarda relación con la empatía, ya que al tratarse de un proceso de comunicación en el que la persona receptora debe estar atenta al diálogo, razonando y comprendiendo la información que se está transmitiendo a partir del lenguaje verbal y no verbal (Hernández-Calderón y Lemes-Silva, 2017), es la antesala para la empatía.
Para comenzar a reflexionar, ve el siguiente fragmento de la temporada 7 de la serie The Big Bang Theory, e identifica a partir de qué momento Amy (la personaje mujer) presta una escucha activa a Sheldon (el personaje hombre):
Como pudiste observar, al principio Amy da la impresión de ponerle atención a Sheldon, permanece callada, no lo interrumpe y se puede ver que hay en algún punto contacto visual con él. En un momento ella le pide la mantequilla y aunque pareciera una interrupción podríamos seguir pensando que ella está escuchando a Sheldon. Posteriormente, Amy le sugiere a Sheldon que “compre el otro” (haciendo referencia a lo que Sheldon le está contando) a lo que él le responde que no se está tomando en serio el dilema que está planteando. Ella repara en que él tiene razón, se limpia las comisuras de los labios y le dice que tiene su atención. A partir de ese momento Amy se involucra en la conversación, participa, propone a partir de lo que está escuchando.
Lo anterior es un ejemplo de lo que Ortiz (2007, citado en Hernández-Calderón y Lemes-Silva, 2017) llama oír. De acuerdo con este autor, oír es un fenómeno fisiológico que percibe los sonidos en mayor o menor medida, recibiendo los datos suministrados por el emisor, mientras que escuchar es captar, atender e interpretar lo que se oye, es decir, darle significado al sonido.
Ahora, imaginémonos esta situación frente a un caso de acoso escolar. Si la persona receptora únicamente oye lo que la otra le dice, sin tener una escucha activa, no solo no podrá mostrarle apoyo a la otra, sino que es probable que alguna reacción pueda revictimizarla y hacerla sentir mal.
La empatía deviene del reconocimiento de las afectaciones que las y los otros pueden tener frente a determinadas situaciones, y estas situaciones no pueden ser detectadas sin que las personas mantengan una escucha activa a su entorno. La empatía y escucha implica un grado mayor de involucramiento con las personas, generando una participación activa en la construcción de relaciones, vínculos e interacciones sanas, así como para proponer y crear soluciones a las problemáticas de manera pacífica.
La autogestión emocional
La autogestión emocional es la capacidad de regular la intensidad, frecuencia o duración de una emoción en función del propio bienestar o para alcanzar objetivos. Esta habilidad incluye el manejo de impulsos, estrés, frustración, ataques de ira, agresión, miedo y los estados de ánimo no motivadores. A continuación, te presentamos algunas técnicas que puedes implementar en la autogestión emocional de un conflicto (Bolton, 1986):
La comunicación asertiva y el manejo del lenguaje verbal, corporal y paraverbal
Este tipo de comunicación se caracteriza por el respeto de los puntos de vista ajenos y distintos a los propios y a la capacidad de intercambiar mensajes de forma honesta, respetuosa, directa y oportuna. Por tanto, la asertividad te permite consolidar tu liderazgo y pensamiento crítico para no dejarte llevar por órdenes con las que estés en desacuerdo.
Para que una comunicación sea considerada asertiva tienes que tomar en cuenta una serie de características, que generalmente se relacionan con aspectos psicológicos, emotivos y pragmáticos como los siguientes (Etecé, 2021):
Es importante que reconozcas a la asertividad como una herramienta para crecer en valores humanos, promoviendo conceptos saludables y aumentando la estima personal. A grandes rasgos podemos hablar de tres categorías de asertividad en la comunicación, que son (Etecé, 2021):
- Verbal. La comunicación verbal tiene que ver con lo dicho, así que la asertividad en este caso pasa por el tipo de palabras que decimos, ¿cómo las decimos? y ¿en qué tono las decimos?
- No verbal. La comunicación no verbal está relacionada con la interacción que se da entre las personas, ejemplos de este tipo de comunicación son la postura corporal o el lugar elegido para tener una conversación.
- Paraverbal. La comunicación paraverbal es la que se encuentra entre la verbal y la no verbal y abarca los elementos que acompañan a la formulación del mensaje que queremos transmitir, por ejemplo, el tono de voz, el ritmo del habla y la articulación de las palabras.
Algunas técnicas que te permiten desarrollar la asertividad y los métodos de comunicación son (Etecé, 2021):