Psicología criminal
1. Fundamentación del tema
El presente tema corresponde a la UDA “Psicología Jurídica”, del 9° semestre de la Licenciatura de Derecho. La importancia de conocerlo radica en identificar los elementos fundamentales de los que la psicología, en su conexión con el aspecto criminal, se encarga de estudiar y analizar, y configurar una especialidad de estudio, explicación, comparación, promoción, evaluación, prevención; pretende establecer el asesoramiento y/o tratamiento de aquellos fenómenos psicológicos que se expresan en aquellas conductas y relacionales que inciden en el comportamiento legal de las personas; le interesa poder establecer una sanción o pena, o incluso la liberación de la misma persona, no para la reinserción social, sino para que se lleve al lugar correcto (como el hospital psiquiátrico), ya que no pueden acreditarse los elementos para la conducta punitiva, y por ello son clasificados como inimputables.
Considerando que la psicología criminal es una disciplina que estudia los fenómenos psicológicos implicados en la criminalidad (vínculo directo con el criminal; es decir, quien acredita el tipo penal) se toma en cuenta una conducta delictiva). El vínculo entre el abogado y un psicólogo criminal puede llevar a obtener un mejor diagnóstico y respuesta para desarrollar diferentes tareas, tales como:
- [….] colaborar en una investigación criminal realizando perfiles psicológicos; elaborando y difundiendo técnicas de persuasión y comunicación con las que analizar testimonios; definir programas de rehabilitación para criminales; y/o realizar investigaciones empíricas sobre la conducta, motivación y personalidad del delincuente, que ayuden a una evaluación científica del criminal. En definitiva, la psicología criminal intenta ofrecer una serie de respuestas sobre todos aquellos actores y agencias implicados en la criminalidad a un nivel clínico, experimental, estadístico y de asesoramiento.
(Recuperado de Gordillo, 2013: 1)
Por ello, el licenciado en derecho, al salir de la universidad, debe de ponerse en el tablero de juego cuándo hay interacción con alguna persona que se encuentre en estos supuestos, ya sea para acreditar qué es inimputable o que no, pues su papel debe ser cada vez más amplio, ya que la interacción con estas situaciones es cada vez más común. Al existir una regulación y estudio específico, debe acreditarse hacer necesario que, a pesar de la existencia de especialistas, el abogado o el juez, con la ayuda de los peritos puedan establecer la línea de acción para establecer la sanción correspondiente a una conducta típica, antijurídica y culpable que se acredite en el ordenamiento penal o en los que sea regulada. No sólo se trata de conocer esta cooperación, sino de permear una cultura de investigación, como en la aplicación, evaluación y tratamiento, a estos sujetos que son parte de la población, buscando así que la sentencia sea lo correspondiente a la situación del sujeto delictivo y previendo los derechos violentados de la víctima.
2. Objetivo didáctico
Se identificarán los elementos fundamentales de la vinculación del derecho, la psicología y la criminología, las cuales serán el eje para que se comprendan de la mejor manera los procesos y fenómenos para poder desarrollar correctamente todas aquellas estrategias que permitan la prevención, evaluación, análisis, explicación y control de los fenómenos criminales relacionados con el área judicial; es decir, con los procesos judiciales que se lleven a cabo contra el criminal.
Se comprenderá y aplicará (en su caso) los elementos que fortalezcan al objeto de la criminología, el cual es responder a la pregunta: ¿qué fue lo que lo llevó a actuar de esa manera? La respuesta es importante y trascendental para el derecho al establecer una sanción y dictar una sentencia, ante esa conducta típica, antijurídica y culpable. Con ello, se busca demostrar que existen cuestiones que la psicología jurídica presenta para el entendimiento de esa manifestación y que la norma no prevé de forma científica.
Además, se estudiará la personalidad del delincuente y los principales factores psíquicos que conducen al crimen, para que en el momento necesario se utilice en la actividad profesional, completando así los métodos de diagnóstico y el uso de herramientas como los diagnósticos de los peritos y las entrevistas, para presentar y guiar en este recurso a la obtención de una posición crítica a cada una las modalidades y estructuras conceptuales que sirvan para que el conflicto tenga un abanico de posibilidades de herramientas que fortalezcan esa estrategia de prevención del delito, comprendiendo así a la política criminal.
3. Contenido didáctico
Introducción
¡Hola, compañero y compañera! ¿Qué tal tu día? Deseo que te encuentres súper. Te acompañaré en esta ocasión en tu recorrido. Por ello, te doy la bienvenida a este recurso didáctico. Si has llegado a esta herramienta te aseguro que aclararás tus dudas y te será fácil encontrar el material que necesitas. No requieres más que una buena actitud para aprender nuevas ideas y tener una posición crítica en este esquema actual, en donde la psicología jurídica juega un papel esencial para la decisión final del juzgador.
En primer ámbito, es importante considerar que “La psicología y el derecho encuentran su coincidencia en el hecho de que ambas disciplinas son ciencias humanas y sociales y en que comparten el objeto de intervención: la conducta de las personas. En palabras de Munné (1987), “son ciencias llamadas a entenderse como ciencias humanas del comportamiento y sociales”. Efectivamente, en las últimas décadas la colaboración entre juristas y psicólogos se ha ido desarrollando e implantando de forma práctica, requiriéndose cada vez en mayor medida, el aporte de los profesionales de la psicología a la realidad del mundo legal”
(Arch y Jarne, 2009: 2)
Es turno de especializarnos en la psicología criminal, que “ …] es una disciplina que estudia los determinantes psicológicos de la conducta de personas que intervienen en un acto delictivo.” (UNIR, 2020), considerando que:
- La comisión de un delito supone una concatenación de conductas, ya que, cuando una persona comete un delito, sus actos provocan reacciones, otras conductas, sobre víctimas, testigos, familiares vinculados […] Todas estas conductas concatenadas están conectadas por el acto delictivo y la psicología criminal se encarga de estudiar sus fundamentos, siendo una pieza clave para la administración de justicia. La comisión de un acto delictivo activa un proceso de investigación por parte de la Policía y el poder judicial con el objeto de esclarecer el delito y juzgar a los responsables.
- Esta disciplina se caracteriza por analizar el comportamiento y los procesos mentales que han impulsado a una persona a cometer un delito. Por tanto, su objetivo es definir las razones que llevan a un individuo a realizar esas acciones y determinar la manera en que se manifiesta esa conducta criminal, siendo capaces de diferenciarla de otras conductas y definir perfiles criminales.
- Un mismo acto delictivo puede ser cometido por dos personas muy distintas, impulsadas por causas diferentes. Por ello, la psicología criminal se encarga de estudiar las diferencias de cada caso y su relación con factores genéticos, el desarrollo emocional y psicológico que ha seguido una persona, su aprendizaje de la violencia y de los límites sociales o cómo gestiona estos límites, el autocontrol o si padece algún trastorno de la personalidad como puede ser la psicopatía.
- De esta manera, la psicología criminal ofrece una herramienta de gran utilidad tanto desde el punto de vista procesal, es decir, a la hora de juzgar esos hechos delictivos, como para el desarrollo de programas de prevención y tratamiento terapéutico del delincuente destinado a modificar su conducta antisocial.
(Recuperado de UNIR, 2020)
Como puedes apreciar, la psicología criminal busca explicar el motivo de la conducta que acredita el tipo penal, por ello, la investigación criminológica basa su estudio en los factores genéticos y biológicos, que como ya vimos en los recursos anteriores, se incluye el temperamento, la predisposición genética; así como los factores ambientales, sociales, culturales. Con estos, se podrá identificar elementos que ayuden a la prevención del delito y se podrá establecer (por las autoridades en sus política públicas) las estrategias específicas, siendo ésta la política criminal. Asimismo, en el caso particular interesa establecer cuál es el mejor tratamiento a seguir. Además de tomar en cuenta los centros de reinserción social, lo que se busca es que la persona regrese en un momento determinado por el juez, los médicos especialistas y demás personas a cargo de ellos, con la sociedad “común”.
Si la interacción de la psicología jurídica es necesaria para otorgar seguridad jurídica en la decisión, al evaluar todos los escenarios posibles en donde la conducta se posiciona. Claro que también es necesario vincular al sujeto criminal que comete el crimen, por ello, es importante, compañero y compañera, que identifiques que la conducta es específica para el ser humano, mientras que el comportamiento es general de los animales, A esto se suma que
- […] la psicología jurídica tiene dentro de sus misiones mejorar la administración de la justicia, humanizar el ejercicio del derecho, imprimir un matiz científico a la norma y, sobre todo, el deber de aportar una visión crítica y científica para confrontar si las prácticas judiciales están siendo acordes con lo que es humanamente necesario, eficaz y realmente justo. El psicólogo jurídico no es simplemente un asesor o auxiliar ciego de la justicia, sino científico del comportamiento, crítico que vela por el mejoramiento del sistema judicial en su integridad. El psicólogo jurídico, al igual que el abogado, busca protagonismo en alcanzar para los ciudadanos altos estándares de justicia.
- Un valor social agregado de esta disciplina consiste en permear las instituciones y procesos judiciales para que las personas que requieren la atención psicojurídica obtengan un servicio confiable y de alta calidad, en el cual se haga justicia fundamentada en la evidencia científica del comportamiento humano, se disminuyan los posibles errores judiciales preservando la dignidad de las personas involucradas en el conflicto.
(Recuperado de Tapias y Hernández, 2011: 12)
Sé que puede ser complicado el estudio de la UDA, pero en este recurso trataremos de analizar los aspectos que sean importantes para la vida fuera de las aulas, así que no tengas miedo. Tú puedes. Adelante, te deseo mucho éxito, y recuerda que en cualquier momento puedes regresar, avanzar y tener información o herramientas a lo largo de tu recorrido en este recurso para ampliar tu conocimiento.
¡Vamos compañero y compañera! ¿te parece si comenzamos?
Desarrollo del tema
3.1 Psicopatía
Recuerda que a partir del DSM IV, la psicopatía cambia a la clasificación de trastornos de personalidad, los cuales ya estudiamos en el recurso pasado.
3.2 Epilepsia
Cesare Lombroso, considerado el padre de la Criminología, elaboró una teoría sobre los tipos de delincuentes que sirvió como herramienta para elaborar perfiles durante mucho tiempo:
- A lo largo de la historia, las distintas corrientes de estudio en la Criminología han buscado explicar el complejo fenómeno de la criminalidad. La preocupación por entender los motivos que llevan a una persona a cometer un acto criminal ha hecho que los expertos desarrollen teorías y definan posibles acciones preventivas e intervenciones cuando ya se ha cometido el hecho; también a clasificar los tipos de delincuentes o criminales.
- La teoría de Cesare Lombroso, criminólogo y médico italiano que fundó la Escuela Positivista criminológica, sostiene que la criminalidad está ligada a causas físicas y biológicas. El criminólogo italiano defiende que un delito es el resultado de los impulsos o tendencias innatas de una persona y que pueden observarse ciertos rasgos físicos en los delincuentes habituales. Estos rasgos van desde asimetrías craneales hasta la forma de la mandíbula o de las orejas.
- Su obra también menciona factores externos como el clima, el grado de civilización, la densidad de la población o la posición económica de la persona. Lombroso condensó sus teorías sobre los rasgos criminales de las personas en el que se considera el primer tratado sistematizado en esta área.
(Recuperado de UNIR, 2021)
La obra de 1876:Tratado antropológico experimental del hombre delincuente de Cesare Lombroso, divide en seis categorías los tipos de criminales, uno de ellos es el delincuente epiléptico para Lombroso, “la epilepsia es un rasgo de criminalidad y considera a los delincuentes que la padecen como más peligrosos que los locos morales. Vagos, destructivos, muy violentos y con tendencia al suicidio.”
(UNIR, 2021).
Cabe mencionar que se considera que la epilepsia es de origen multifactorial; “Marchori plantea que los sujetos epilépticos muestran deterioro progresivo de los procesos cognoscitivos, y que en el caso de los epilépticos delincuentes, estas características se exacerban debido a que, generalmente, provienen de medios socioeconómicos y culturales deplorables.” (Díaz et al. 2005: 301) Por ello es importante determinar el grado de afectación del autor del hecho punible en el momento de juzgar y declarar a un procesado inimputable.
3.3. Deficiencia mental:
Esta discapacidad intelectual se caracteriza por
- [….] la presencia de limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en la conducta adaptativa, expresada en habilidades conceptuales, sociales y prácticas. Al tratarse de un trastorno del neurodesarrollo, se manifiesta de una manera precoz, a menudo antes de que el niño empiece la escuela primaria, y puede producir una importante afectación en el funcionamiento personal, social, académico u ocupacional del mismo. El rango de los déficits del desarrollo puede variar desde limitaciones muy específicas del aprendizaje o del control de las funciones ejecutivas hasta deficiencias globales de las habilidades sociales o de la inteligencia.
- Han sido muchos los cambios realizados en las conceptualizaciones de los trastornos mentales desde las revisiones de la nosología psiquiátrica a principios de la década de los ochenta, con la publicación del DSM-III en 1980, seguida de tres revisiones ulteriores, el DSM-III-R, DSM-IV y DSM-IV-TR. Sin embargo, pocos cambios han sido tan sustanciales como los realizados en la última edición publicada del manual, el DSM-5, en 2013.
- En concreto, la categoría clásica de los Trastornos de inicio en la infancia, la niñez y la adolescencia que se mantenía presente hasta el DSM-IV-TR, desaparece y se reformula en el DSM-5, como una nueva categoría diagnóstica, pasándose a denominar Trastornos del neurodesarrollo. Esta nueva categoría intenta agrupar un grupo de trastornos (incluida la discapacidad intelectual) que se caracterizan, en su conjunto, por presentar una alteración o retraso en el desarrollo de funciones vinculadas a la maduración del Sistema Nervioso Central. Son trastornos que comienzan en la primera infancia y que presentan una evolución moderadamente estable hasta la edad adulta, generando disfunciones cognitivas, neurológicas o psiquiátricas en las personas que las padecen (Artigas-Pallares, Guitart y Gabau-Vila, 2013). La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1992) en su clasificación de las enfermedades mentales (CIE10) incluye una categoría diagnóstica equivalente denominada Trastornos del desarrollo psicológico.
(Recuperado de Beizama et. al. 2016: 98-99)
Existe una tabla que puede ayudarte a comprender mayores elementos de la definciencia mental, la cual está disponible en el siguiente enlace https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6671986.pdf. La tabla 1 muestra los trastornos que se recogen en la categoría clínica de los trastornos de inicio en la infancia, la niñez y la adolescencia del DSM-IV-TR (APA, 2002), así como los trastornos que se incluyen dentro de la categoría clínica de los trastornos del neurodesarrollo del DSM-5 (APA, 2013). De igual modo, se muestran los trastornos que conforman la categoría de los trastornos del desarrollo psicológico de la CIE-10.
(Beizama et. al.: 99)
- En su última clasificación publicada, el DSM-5, además de crear la categoría general de los Trastornos del neurodesarrollo, ha realizado una serie de cambios en las denominaciones y criterios diagnósticos de los trastornos específicos incluidos dentro de esta categoría general. De este modo, el llamado retraso mental del DSM-IV-TR pasa a denominarse en el DSM-5 discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual). Cabe destacar que la denominación de este trastorno del neurodesarrollo ha sufrido importantes modificaciones a lo largo de la historia. Tradicionalmente ha sido referido como oligofrenia (procedente del griego ~oligos: poco y frenein: mente), idiota (palabra de origen griego que significa “persona ignorante”), imbécil (palabra de origen latino que significa “débil”) y subnormal, que significa tonto o con un entendimiento deficiente (Potter, 1972, Scheerenberger, 1983; citados en Wicks-Nelson, 1997). Estos términos se cargaron progresivamente de connotaciones negativas y, los cambios que se han producido en la denominación del retraso mental (como es el caso de la última edición publicada por la APA) han sido, en parte, un intento de sustituir estos términos por etiquetas más positivas.
- El conocimiento y la descripción de la discapacidad intelectual fueron imprecisos hasta el siglo XIX, pues se consideraba a menudo este trastorno como una variante de la locura y como un trastorno con un componente puramente biológico. Así, no fue hasta principios del siglo XX cuando se volvieron a realizar importantes aportaciones, al aparecer algunas concepciones fundamentalmente psicométricas, entre las que es obligatorio destacar la realizada por Binet (1905). Este autor desarrolla un método para dirigir la inteligencia y, en colaboración con Simon, crea la primera escala para la medida de la misma, la cual abrirá las puertas al enfoque psicométrico, convirtiéndose en el punto de referencia absoluto para el diagnóstico y clasificación de los sujetos con retraso mental. A partir de este momento empieza a comprobarse una eficacia parcial de las pruebas psicométricas y se comienza a utilizar junto a las mismas un nuevo criterio diagnóstico basado en las dificultades de adaptación social, lo que llevará a que las definiciones de la época se encuentren marcadas por el énfasis en alguno de ambos factores.
(Recuperado de Beizama et. al.: 100)
De acuerdo con lo anterior, la imputabilidad ante un delito va ligada al grado de déficit mental que se presenta por la capacidad de comprender la ilicitud del hecho y su actuar conforme a ello (capacidad volitiva y/o cognitiva del acusado) (Beizama et al.), actuar que le lleve a tener dificultad para conocer y valorar la consecuencia de su conducta y por ende su responsabilidad. A esto, se suma que,
- […] en España, en los grados grave y profundo, el Tribunal Supremo parece no haber encontrado problema para aplicar la eximente completa, ya que, difícilmente tales sujetos pueden comprender de forma adecuada el alcance de sus actos. Sin embargo, tal y como se ha comentado con anterioridad, si bien en estos casos se presenta clara la inimputabilidad del sujeto, resulta también difícil que pueda cometer hechos delictivos por su propia situación de incapacidad (Fonseca, 2007). Existe, sin embargo, una gran cohorte de casos límites o fronterizos en los que la pericia psicológica es delicada, siendo los casos más problemáticos aquellos que se encuentran en la frontera de la normalidad. Sólo del estudio global del sujeto y de los hechos presumiblemente delictivos, se podrá deducir si cumplen o no los requisitos que marca la ley para ser inimputables (Cabrera y Fuertes, 1997). Los diversos grados de retraso mental, a partir del estudio de la inteligencia y la personalidad del sujeto, llevan aparejado un determinado cociente intelectual. Tomando como referencia la Sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo de fecha 27 de abril de 1987 (RJ 1987/2617), cuya doctrina aparece recogida en muchas otras sentencias, podemos ver cómo partiendo de las pautas psicométricas que ofrecen los resultados de los test de personalidad e inteligencia, se ha aceptado la distinción que la Psiquiatría ha establecido dentro del retraso mental:
a) Profunda (anteriormente denominada idiocia), con un cociente mental por debajo del 25% y una edad mental por debajo de los cuatro años. Determina una irresponsabilidad total por la aplicación de la eximente completa del actual art. 20.1 CP.
b) De mediana intensidad (anteriormente denominada imbecilidad), en la que el cociente mental oscila entre el 25% y 50% y la edad mental se sitúa entre los cuatro y los ocho años. Determina una responsabilidad penal limitada por el juego de la eximente incompleta.
c) Mínima (anteriormente denominaba debilidad mental), en la que el cociente intelectual se sitúa entre el 50 y 70%, y la edad mental entre 8 y 9 años. La responsabilidad penal se considera disminuida por la aplicación de la atenuante analógica.
d) Borderline (anteriormente denominados torpes mentales), cuyo cociente mental supera el 70%. En general se consideran imputables.
(Recuperado de Beizama et al.: 106)
3.4 Caracterología criminal
El tema del carácter lo abordamos en el primer recurso, en el punto donde estudiamos el sistema límbico y sus manifestaciones, siendo el carácter parte de la conducta, el cual se genera a partir del estado mental (donde el carácter enmascara al temperamento, que es genético, mientras que el otro es moldeable).
- Para la caracterología aplicada al estudio del criminal (la denominada caracterología criminal) la predisposición individual a la comisión de un acto delictivo viene representada por la hipertrofia de los mecanismos caracterológicos, de una atrofia consecutiva de los otros mecanismos, los cuales pierden entonces su facultad de neutralización.
- Benigno Di Tulio, eminente estudioso de la criminología señaló que existen disposiciones y aptitudes propias de cada criminal que hacen que se sienta atraído hacia una forma determinada de delito, mismas que en ciertos casos hacen repudiar al delincuente de otras manifestaciones delictivas. Por ejemplo, las personas con rasgos fetichistas (quienes comúnmente tienden a ser de carácter sanguíneo) que entra a las casas exclusivamente a robar prendas femeninas, pero no otros bienes.
(Recuperado de Vázquez, s.f)
La caracterología criminal se basa en la endocrinología, la genética y en la biotipología. Es el estudio que vincula el carácter; es decir, el modo de ser de las personas o su temperamento, más su experiencia, con la conducta criminal.
Se afirma que la conducta delictiva se predica, sobre todo, de aquellas personas en las cuales prima los caracteres nervioso, colérico, apasionado, sanguíneo, sentimental, flemático, amorfo y apático.
- El mismo Le Senne define caracterología como “el conocimiento metódico de los hombres, en tanto que cada uno se distingue de los demás por su originalidad”. Este concepto nos servirá para comprender la conducta de los grupos en particular y de los diversos individuos.
- En palabras sencillas, la caracterología es la disciplina que estudia el carácter y su clasificación. Por tanto, resulta evidente que el estudio del carácter es de vital interés para el estudio de la génesis y dinámica de los más comunes fenómenos criminales en la medida que el carácter es un factor criminógeno.
(Recuperado de Vázquez, s.f)
3.5 Personalidad del delincuente
3.5.1 Homicida
Homicidio individual | Homicidio Grupal |
---|---|
Alcoholismo: droga lícita. Si predomina, se puede convertir en una psicosis alcohólica (enfermedad mental grave). Para diferenciarla: si es a partir del hecho, entonces es pasajera, si no viene de él, es psicosis (en la primera imputable y la otra inimputable). | Robo: relacionado con la búsqueda de dinero, si deciden lo hacen aun matando. |
Discusión: (intereses entre dos personas) impulsividad importante y luego la agresión (temperamento) que pueda alterarse y están sujeto al acto homicida. | Venganza: cuando se enfrenta con otro grupo, se da también entre familias; puede pasarse de una generación contra otra. |
Búsqueda de dinero: ambición o necesidades importantes, como buscar dinero para comer. | Enfrentamiento con otro grupo: ahora grupos de cárteles en la delincuencia organizada. |
Identificación emocional: se da en determinadas personas que se identifican con alguien, cuando se da de por medio es cuando no cumplen con las expectativas que tenía. El móvil es el aspecto subjetivo. | Asesinato por cobertura para ocultar un hecho menos grave (matar a uno y luego matar al que mató) |
Conductas psicóticas: enfermedad mental grave, son inimputables. | |
Asalariado político: homicidas a sueldos. |
(Recuperado de Franco Ruiz, Uriel, Apuntes de clase. UDA: Psicología Jurídica. 90 semestre de la Licenciatura en Derecho)
El homicida:
- Realizar una conducta post delictiva particular (no hay comparación) que no se manifiesta de ese modo en otros delincuentes.
- El sujeto realiza una conducta “opuesta” a la que habría de esperar que realice una persona que acaba de matar (mecanismo de defensa, acudiendo a la escena del crimen)
- Surgen las expresiones artísticas (en la institución penitenciaria, ya cumpliendo una condena). Expiación de la culpa.
- La conducta de matar es una relación agresiva ante un estado extremo de ansiedad, es una defensa frente a la disgregación de su personalidad (consumo de sustancias incluyendo alcoholismo).
Actos homicidas patológicos (inimputables)
a) Son cumplidos en un estado de inconsciencia.
b) Por enfermos demenciales o confuso que escapan al control de su inteligencia (psicosis)
c) Motivación delirante, dependiente de sentimientos e ideas de persecución. Ideas delirantes (paranoia) un esquizofrénico que escucha voces y le dicen “ve a matar” y lo hace.
d) Puede presentarse como una obsesión compulsiva (no de un TOC, sino que se exagera, neurosis obsesivo compulsivo, porque quiere querer tener algo)
Manifestaciones tipo grupal
- Homicidio por robo (resalta lo accidental para no ser identificado)
- Como conducta de sadismo en el área genital (homicidio pasional donde intervienen varias personas asalariadas)
- Homicidio por venganza entre grupos (feminicidio)
3.5.2 El ladrón
Tipos, revisa el siguiente esquema:
(Recuperado de Franco Ruiz, Uriel, Apuntes de clase. UDA: Psicología Jurídica. 90 semestre de la Licenciatura en Derecho)
Características:
- Criminal desde que nace o antes, psicología criminal.
- Estudio criminológico, hasta que se comete el hecho.
- Infancia desfavorable para el desarrollo de una personalidad sana.
- Inadecuado control familiar debido a la falta de uno de los padres o al abandono (núcleos disfuncionales)
- Frustraciones a sus necesidades internas por la carencia de una adecuada protección.
- Frustraciones a las necesidades externas (vivienda, ropa, cuidado e instrucciones), robar alimentos (primera necesidad)
Rasgos de la personalidad:
a) Conducta antisocial altamente agresiva e impulsiva (puede caer en el homicidio, pero no porque sea su primera intención sea matar), no se trata de un trastorno de personalidad: es criminológico, aunque el otro puede caer en el hecho delictivo pero su trastorno es mental.
b) Carecen de sentimientos de culpa (no por se psicópata), porque recordemos que se refiere a la conducta, la conducta psicológica (hecho prohibido y placer)
c) Es incapaz de crear lazos de afecto con otros seres humanos.
d) Personalidad inestable e inmadura.
e) Escaso sentido de responsabilidad
f) Rebeldía a las normas sociales.
3.5.3 El estafador.
Características:
- Actúan mediante medios como el engaño, el artificio y el enredo.
- Obtiene satisfacción colocándose en una posición social elevada.
- Preparar los dispositivos engañosos con personas vinculadas a altas esferas socio económicas y políticas.
- Utilizan instrumentos falsos.
- Busca una identidad para justificar su narcisista concepción de sí mismo, pero que a la vez niega su propia identidad.
- Necesita satisfacer fantasías de grandeza (no es un delirio de grandeza)
- Asume identidades de otros, debe enmascararse para poder concretar su fantasía.
- Es inteligente, observador, tiene una imagen exuberante, sentido exagerado de su propia personalidad.
- Alta capacidad de lenguaje, seducción y convencimiento.
Con respecto a la participación en el delito:
- Prefiere actuar sólo o con un único cómplice.
- No utiliza armas, sólo seducción y habilidad para convencer.
- Difícilmente comete otros delitos.
- Rechaza la violencia a la que considera como innecesaria.
- Obedece el reglamento y su conducta es calificada como muy buena.
3.5.4 El delincuente sexual.
Tipos:
- Violación.
La conducta revela que la satisfacción ha sido producida por la experiencia de la agresión violenta y sádica sobre el cuerpo de la víctima por la significación genital de la conducta.
Su comportamiento en la cárcel obedece el reglamento y su conducta es calificada como muy buena.
No sólo se trata de la cópula con el miembro viril.
No viola por placer específico sexualmente inmediato, sino por la satisfacción que le genera la agresión, sobre la víctima o sobre un 3ero.
- Incesto
Son personalidades que presentan una grave deprivación social cultural y económica en sus historias personales, carencia de oportunidades y con una escasa interacción social fuera de su grupo familiar.
- Pederastia.
Principalmente lo hacen las personas del género masculinos y los ancianos. Son procesos psíquicos que se dan con quienes es difícil conocer a una pareja adulta y con perturbaciones en su vida matrimonial.
- El sexo servicio.
Tendencia a la autodestrucción, surge con la prostitución.
No es un delito sino una conducta parasocial (que la sociedad no acepta) , la naturaleza de su entorno y situación de desarrollo de forma secundaria puede car en una docta delictiva.
- Exhibicionista
Es una conducta parasocial.
No es agresivo ni va a acercarse a la mujer para violarla. Proviene de una familia puritana y excesivamente moralista ante los problemas sexuales.
(Recuperado de Franco Ruiz, Uriel, Apuntes de clase. UDA: Psicología Jurídica. 90 semestre de la Licenciatura en Derecho)
3.6 Factores psíquicos que conducen al crimen
- Procesos protectores: son aquellos que prolongan las características normales de la primera infancia hasta edades que ya no son normales, manifestaciones de niños.
- Procesos inhibitorios: resultan de todos aquellos factores que provocan resistencia psíquica a determinadas acciones, el castigo en la milicia y los curas.
- Procesos emocionales: son los que más contribuyen en el desarrollo de la conducta antisocial, relacionados con la curiosidad frustrada del niño, provoca desmoralización y se provoca la prostitución.
- Procesos psíquicos mentales: se da por la fantasía de agresión y dominios, estos procesos frustados y permitidos son: el aburrimiento, la falta de objetividad y trabajo, el ansia de dominio, excitación, peligro y vigilancia, etc.
- Procesos ideológicos: es característico del uso de fuerza física, del desdén por la ley y del orden, así como del gusto por diversiones bajas. Los jóvenes fuman, beben, les desagrada el cual, odian el afeminamiento.
(Recuperado de Franco Ruiz, Uriel, Apuntes de clase. UDA: Psicología Jurídica. 90 semestre de la Licenciatura en Derecho)
Compañero y compañera, tengo una buena noticia para ti, haz culminado el tercer recurso de la UDA de Psicología Jurídica. ¡Felicidades por llegar hasta este punto! Sólo me queda recordarte que es muy importante identificar la información presentada para que en los próximos temas puedas comprender y aplicar plenamente lo aprendido en el recurso, pues la psicología criminal juego un papel preponderante al momento de decidir el diagnóstico de una persona, sobre todo en un proceso jurisdiccional, y que el mismo se establezcan las consecuencias legales que debe de complementarse esa decisión del juzgador con el acreditamiento o no de la clasificación entre ser imputable o inimputable. Hemos visto en este recurso las interacciones entre la psicología criminal y su papel preponderante de prevención del delito y los principales elementos que caracterizan al comportamiento criminal, así como los alcances de la personalidad del delincuente, con el objetivo de que conozcas que existe una persona que acredita una excluyente de responsabilidad, debido a que no cumple con los requisitos para poder ser sancionado o condenado por la autoridad correspondiente.
Como pudiste observar no se trata de un tema sencillo de comprender, y aunque hasta ahora llevamos analizados los antecedentes e información básica de la psicología jurídica en los recursos anteriores, con este material conocimos una psicología con mayor especialización. Es tarea importante que vayas integrando todos los datos para nunca perder de vista este tema, pues la ampliación que le des a tu estudio y a tus conocimientos te llevarán a obtener mejores resultados cuando te toque ser parte de uno de estos momentos. Además, es muy relevante el papel que juegas como estudiante pues en poco tiempo serás egresado y debes de conocer estos temas pues se requiere de conocedores de la materia, para la obtención de una verdadera justicia a los individuos juzgados en el proceso correspondiente.
Resumen e ideas relevantes
Es importante que de lo anterior recuerdes que:
- La psicología criminal es una especialidad de la ciencia forense, dentro de la psicología que se encarga del estudio del criminal buscando el por qué llegó a cometer el delito, además presenta un estudio de elementos que ayudan a la prevención del delito.
- La personalidad del delincuente se estudia esencialmente cuando la persona realiza conductas que acreditan un tipo penal, por ello se analiza al homicida, al ladrón, al estafador, al delincuente sexual, pues esencialmente son los mayores delitos que se acreditan en la sociedad actual desde el ámbito de la psicología criminal.
- La distinción entre criminología y criminalística, radica en que la primera estudia el por qué de los hechos, y la segunda, el cómo; además, la criminología se centra en las razones de los asesinatos, es por lo tanto una disciplina que engloba el concepto más amplio del fenómeno criminal y se basa en estudio que la complementan de las ramas de la sociología y la filosofía. Por ello, en la psicología criminal, la criminología juega un papel importante en el diagnóstico de un sujeto imputable o inimputable.
- Las explicaciones psicológicas de la delincuencia que han recibido apoyo empírico de parte de la investigación se concretan esencialmente en cinco grandes proposiciones, que actualmente se consideran complementarias. Son las siguientes:
La delincuencia se aprende:
- La teoría del aprendizaje social es considerada en la actualidad la explicación más completa de la conducta delictiva. El modelo más conocido en psicología es el de Bandura (1987), que realza el papel de la imitación y de las expectativas de la conducta, y diferencia entre los momentos de adquisición de un comportamiento y su posterior ejecución y mantenimiento. Sin embargo, el modelo dominante en la explicación de la delincuencia es la versión del aprendizaje social formulada por Akers, que considera que en el aprendizaje del comportamiento delictivo intervienen cuatro mecanismos interrelacionados: 1) la asociación diferencial con personas que muestran hábitos y actitudes delictivos, 2) la adquisición por el individuo de definiciones favorables al delito, 3) el reforzamiento diferencial de sus comportamientos delictivos, y 4) la imitación de modelos pro-delictivos.
- La psicología criminal es importante pues permite conocer todos estos elementos para comprender lo que ha llevado a la persona a un delito, además la investigación biopsicológica sobre diferencias individuales y delincuencia ha puesto de relieve la asociación de la conducta antisocial con factores como lesiones craneales, baja actividad del lóbulo frontal, baja activación del Sistema Nervioso Autónomo, respuesta psicogalvánica reducida, baja inteligencia, Trastorno de Atención con Hiperactividad, alta impulsividad, propensión a la búsqueda de sensaciones y tendencia al riesgo, baja empatía, alta extraversión y locus de control externo. Una perspectiva psicológica todavía vigente sobre diferencias individuales y delito es la teoría de la personalidad de Eysenck (Eysenck y Gudjonsson, 1989), que incluye la interacción de elementos biológicos y ambientales. En síntesis, Eysenck considera que existen tres dimensiones temperamentales en interacción (Garrido, Stangeland y Redondo, 2006; Milan, 2001): 1) el continuo extraversión, que sería resultado de una activación disminuida del sistema reticular y se manifestaría psicológicamente en los rasgos “búsqueda de sensaciones”, “impulsividad” e “irritabilidad”; 2) la dimensión neuroticismo, sustentada en el cerebro emocional y que se muestra en una “baja afectividad negativa” ante estados de estrés, ansiedad, depresión u hostilidad, y 3) la dimensión psicoticismo, que se considera el resultado de los procesos neuroquímicos de la dopamina y la serotonina, y se manifestaría en características personales como la mayor o menor “insensibilidad social”, “crueldad” hacia otros y “agresividad”. La combinación única en cada individuo de sus características personales en estas dimensiones y de sus propias experiencias ambientales, condicionaría los diversos grados de adaptación individual y, también, de posible conducta antisocial, por un marcado retraso en los procesos de socialización. Según Eysenck los seres humanos aprenderían la ‘conciencia emocional’ que inhibiría la puesta en práctica de conductas antisociales. Este proceso tendría lugar mediante condicionamiento clásico, a partir del apareamiento de estímulos aversivos, administrados por padres y cuidadores, y comportamientos socialmente inapropiados. Sin embargo, los individuos con elevada extraversión, bajo neuroticismo y alto psicoticismo tendrían mayores dificultades para una adquisición eficaz de la ‘conciencia moral’, en cuanto inhibidora del comportamiento antisocial.
(Recuperado de Redondo y Andrés, 2007: 149)
- Los procesos psíquicos que pueden conducir al crimen son los procesos protectores, inhibitorios, emocionales, mentales e ideológicos.
- Los trastornos mentales transitorios, no son previstos en México, pero son aquellos no saben por qué lo hicieron.
- En los procesos emocionales, el robo es frecuentemente sustituido por el deseo sexual (cleptomanía) y la formación de pandillas permea la tendencia a la homosexualidad de manera inconsciente.
- En los procesos ideológicos, puede haber manifestaciones narcisistas y pueden quedar con grupos con ideologías y finalidades específicas, para después empezar a salir con grupos para hacer actores criminales.
- Es importante que la psicología criminal busque que exista la prevención del delito, La prevención de la delincuencia admite variadas posibilidades, en función tanto de los sucesivos momentos temporales en el desarrollo de las carreras delictivas (prevención primaria, secundaria y terciaria) como también de los distintos actores y contextos que intervienen en el delito (prevención en relación con agresores, víctimas, comunidad social y ambiente físico)
(Recuperado de Redondo I., S. y Andrés P., A., 2007)
- En todas estas modalidades de prevención se requiere la colaboración de diversas disciplinas tales como (por sólo mencionar algunas que resultan más evidentes) la criminología, la psicología, la victimología, el derecho, la sociología, la educación, el trabajo social y el diseño urbanístico. No se hará aquí referencia a todas las posibilidades y variantes de la prevención sino que se dirigirá la atención a aquéllas en que la psicología ha mostrado hasta ahora una mayor utilidad, que se concretan principalmente en el tratamiento psicológico de los delincuentes tanto juveniles como adultos.
- Los tratamientos psicológicos se fundamentan en las explicaciones y otros conocimientos sobre la delincuencia a que se ha aludido con anterioridad, tales como la teoría del aprendizaje social y los análisis de carreras criminales.
- En esencia los tratamientos consisten en intervenciones psicoeducativas que se dirigen a jóvenes en riesgo de delincuencia o a delincuentes convictos, con el objetivo de reducir los factores de riesgo dinámicos que se asocian a su actividad delictiva. Constituyen uno de los medios técnicos de que puede disponerse en la actualidad para reducir el riesgo delictivo de los delincuentes. Sin embargo, ello no significa que los tratamientos sean la ‘solución’ a la delincuencia, ya que ésta es un fenómeno complejo y multicausal, y requiere por ello muy diversas intervenciones.
(Redondo y Andrés, 2007)
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