Clase digital 2. Hacia la Universidad del futuro

Hacia la Universidad del futuro

Introducción

Es un placer encontrarte en esta segunda clase del curso, en nuestra clase anterior trabajamos los fundamentos teóricos de la Sociedad 5.0 (S5.0) y analizamos brevemente las nuevas dinámicas que se proyectan a nivel global. En esta ocasión reflexionaremos sobre los retos que se avecinan para las instituciones de educación superior.

La universidad tiene su origen en el pensamiento desarrollado en Bolonia en el año de 1088, que posteriormente fue difundido por todo el mundo; no obstante, la universidad moderna debe mucho a las reformas educativas iniciadas en la Europa de habla alemana a principios del siglo XIX y, en particular, a la Universidad de Berlín (Panizzon, 2020).

La universidad es, por naturaleza, una institución cuyo fin es beneficiar a la sociedad, por lo tanto, es un trabajo en progreso, pues ninguna sociedad no es estática. Es discutible que en la actualidad se haya desarrollado un desfase entre las posibilidades que ofrece la universidad y su deber con la sociedad. En este orden de ideas, profundizaremos en la importancia de identificar las tendencias y factores críticos de éxito que tienen las universidades para transformarse y con ello, puedan atender eficazmente a las necesidades del entorno.

Sin otro particular, doy inicio a esta clase.

Desarrollo del tema

Breve del panorama actual de las universidades

Las universidades son consideradas instituciones de gran valor social. A través de sus servicios educativos, las personas pueden formarse para continuar con sus trayectos profesionales. Este enfoque ha llevado a detonar la creencia de que contar con una educación universitaria es condicionante en buena medida para el éxito profesional, no obstante, es un hecho que el mercado laboral actual es más competitivo, por lo que esta condición no garantiza resultados instantáneos (Remenyi, 2020).

Actualmente, existen incluso posicionamientos que cuestionan a las universidades por no contribuir con graduados capaces de solucionar los problemas y desafíos del entorno. Además, el intenso enfoque en la investigación de algunas universidades puede no estar teniendo un impacto favorable en la enseñanza universitaria.

En algunas universidades persisten las inquietudes acerca de la calidad de su oferta educativa y las prácticas de gestión, incluidos los paquetes de remuneración otorgados a las y los funcionarios universitarios de alto nivel, entre otros aspectos que impactan directamente en sus funciones sustantivas.

Ante este panorama, es importante comprender que las universidades son grandes organizaciones multiproducto, multiproceso y multifuncionales. Este cambio se les ha impuesto en gran medida porque la financiación de los gobiernos ha tendido a la baja en los últimos años. Las instituciones de hoy son diferentes de las universidades de hace 50 años y eso es fundamental para proyectar las universidades del futuro.

Imagen 1. Las universidades se están adaptan a modelos de aprendizaje combinados con tecnología.

También es importante enfatizar que el eje central de las universidades es la educación y que es fundamental garantizar que su desarrollo gire en torno a este eje. La educación no se trata solamente en la transferencia de hechos y cifras o habilidades, se trata de desarrollar una mentalidad en la que las personas asuman un rol activo para aprender y se destaquen por su capacidad para enfrentar situaciones desafiantes y encontrar soluciones satisfactorias a los problemas. 

Para algunos, la clase magistral no es uno de los mecanismos más efectivos para aprender. En el caso de los exámenes tradicionales, a menudo no prueban realmente lo que los estudiantes saben a profundidad. Los estudiantes anticipan las preguntas del examen y aprenden de memoria las respuestas a las preguntas formuladas.

Por lo tanto, aprender haciendo es una de las vías a tomar en cuenta, de ahí la importancia de generar entornos donde las y los estudiantes puedan colaborar de la mano con profesionales experimentados que los acompañen durante su trayecto formativo, la Universidad del Futuro pondrá un mayor énfasis en la colaboración de su estudiantado con los profesionales.

A medida que las universidades se adaptan a modelos de aprendizaje combinado con tecnología, también son llamadas a aprovechar las oportunidades que ofrece la transformación digital, determinando esta como un elemento clave de los planes estratégicos de muchas instituciones de educación superior, mucho antes de que se produjera la pandemia por COVID-19 en 2020 (The World University Rankings, 2020). Pero los despliegues graduales que contemplaban estos planes se han dejado de lado, dando lugar a la adopción del aprendizaje en línea a velocidades récord.

Al mismo tiempo, los estudiantes actúan más que nunca como consumidores, buscando un retorno de su inversión y la seguridad de que su institución los dotará con las habilidades para tener éxito en su trayecto profesional. Si en determinado momento las universidades tradicionales atrajeron a los estudiantes con su prestigio o su enfoque en la investigación, ahora deben contar estrategias más creativas para el reclutamiento de sus grupos.

La mayoría de las instituciones también se dan cuenta de que replicar las prácticas tradicionales en un campus en línea, como el traslado de las conferencias a un formato de video, no es suficiente para involucrar a los estudiantes a largo plazo. Las universidades deben considerar nuevas estrategias a la hora de apoyar a las y los estudiantes para que desarrollen un perfil profesional sólido y comprendan cómo aplicar sus conocimientos en un entorno laboral.

Por lo anterior, la tendencia de hacer un uso intensivo de datos para personalizar la experiencia educativa puede abordar los desafíos de crear un programa de aprendizaje combinado de calidad, que contribuya a que las y los estudiantes adquieran las habilidades esenciales desprendidas de los perfiles de egresos de sus programas.

El análisis de los datos puede permitir a las áreas de apoyo estudiantil brindar apoyo personalizado a las y los estudiantes, ya sea a través de reuniones individuales o ajustes al contenido del curso en un nivel más amplio. La retroalimentación personalizada mejora tanto la enseñanza como el aprendizaje, haciendo que la experiencia sea más rica tanto para los académicos como para los estudiantes.

El desafío ahora es que las universidades construyan una experiencia de campus de alto valor agregado combinando elementos de estar físicamente presente con un aprendizaje en línea de calidad y personalizado. Mirando hacia el futuro, un mercado laboral que cambia a gran velocidad impulsará la necesidad de microcredenciales y cursos breves, mientras que el aprendizaje permanente apoyará a una población que envejece para cambiar el enfoque de carrera o simplemente disfrutar adquiriendo una nueva habilidad.

La Universidad del Futuro

Los Factores Críticos de Éxito (FCE) son características que tienen un impacto directo y significativo en el nivel de supervivencia de una organización (Panizzon, 2020). De cierta forma los FCE son responsables de sostener el crecimiento, mientras que la falta de ellos puede llevar al declive de una organización. Para comprender los factores de éxito del futuro, es fundamental comprender los del pasado. 

Algunas universidades han tenido como factores de éxito atributos como la tradición, la imagen, la ubicación, la infraestructura, los servicios universitarios, el prestigio de la planta académica, entre otros aspectos. Sin embargo, este sector educativo vive una transformación importante derivado de la incorporación constante de nuevas instituciones de educación superior, las cuales se caracterizan por centrarse en las utilidades, con estrategias de mercadotecnia sofisticadas y basadas en modelos de bajo costo.

Imagen 2. Las universidades están dejando atrás las prácticas normales de clases y optando por agregar la tecnología en le proceso de enseñanza aprendizaje.

Además, con el aumento de la oferta de educación en línea, factores como la reputación de la universidad , el prestigio de la planta docente, la sofisticación de los servicios educativos basados en tecnología y el precio son FCE para las instituciones que compiten con este tipo de oferta.

Con base en los cambios y transformaciones del sector de educación superior referidos hasta el momento, algunas universidades de carácter tradicional han establecido sus nuevos FCE priorizando el reclutamiento de estudiantes, estableciendo innovaciones en el métodos de enseñanza y aprendizaje, participando en proyectos con impacto social, fortaleciendo las trayectorias académicas de las y los estudiantes, brindando alternativas para el emprendimiento y la empleabilidad.

Adicionalmente, uno de los objetivos más apremiantes para las universidades en los últimos años es la generación de fuentes de ingresos alternativas para contribuir al sostenimiento de sus funciones esenciales, especialmente en países donde los fondos públicos van a la baja. De esta forma resulta esencial asegurar que los FCE existentes son suficientes para mantener el crecimiento y sostenibilidad de las universidades en el marco de una sociedad 5.0. Con el aumento de la globalización y el uso intensivo de las tecnologías digitales, la incertidumbre se vuelve una constante, por ello las instituciones de educación superior deben aprender a adaptarse, tal y como lo llevan a cabo los sistemas de la naturaleza (Tabla 1), lo anterior con el objeto de generar mecanismos que favorezcan su transición a ecosistemas cada vez más complejos, y a partir de estas condiciones renovarse y crecer para hacer frente a condiciones inesperadas y mantener el equilibrio sistema de sus organizaciones.

Tabla 1: Con información de Critical Success Factors of the University of the Future in a Society 5.0: A Maturity Model (Panizzon, 2020).

Por tanto, es vital considerar los factores anteriormente referidos, ya que pueden ayudar a la preparación de las instituciones hacia la S5.0. Recordar que la preparación para la S5.0 implica la capacidad de la universidad para adaptarse a las condiciones cambiantes en la enseñanza y el aprendizaje, además de convertirse en una institución socialmente comprometida, que responda por el futuro de la ciencia y el mundo académico, que fomente la cooperación con el mundo empresarial, para abrazar la colisión entre tecnología y humanidad.

Conclusión

Es así como terminamos la segunda clase del curso. Espero que recuerdes lo aprendido y que sea de apoyo para fortalecer lo adquirido en las clases anteriores. En este tema comprendimos las siguientes ideas:

En resumen, el sector de la educación superior está bajo presión para:

  • Ofrecer un viaje de aprendizaje más personalizado, cerrar la brecha entre la educación y el trabajo, integrar tecnologías de vanguardia a los procesos de enseñanza y aprendizaje, y ofrecer la mejor experiencia estudiantil posible.
  • Los FCE permiten sostener el crecimiento y la falta de ellos puede llevar al declive de una universidad, por ello es fundamental hacer una selección adecuada respetando los retos y desafíos que emanan del entorno.
  • Armonizarse con los supuestos que representa una S5.0.

Recuerda bien todo aquello que has adquirido y reflexionado, ya que así podremos alcanzar satisfactoriamente nuestro objetivo. ¡Nos vemos en la próxima clase!

Fuentes de información

  • Panizzon, M. (2020). “Critical Success Factors of the University of the Future in a Society 5.0: A Maturity Model” , World Futures Review, Vol. 12(4) 410–426.
  • Remenyu, D. (2020). “The university of the future? Changing with the times”, University World News. The Global Window on Higher Education.
  • Carayannis, E. (2022). “The Futures of Europe: Society 5.0 and Industry 5.0 as Driving Forces of Future Universities”, Journal of the Knowledge Economy.
  • Harayama, Y. (2017). “Society 5.0: Aiming for a New Human-centered Society
  • Japan’s Science and Technology Policies for Addressing Global Social Challenges”, Hitachi Review, Vol. 66, (6) 554–555.