Clase digital 4. Dimensión económica

Portada » Clase digital 4. Dimensión económica
analytics, charts, business

Dimensión económica

Introducción

Hola, te invito a revisar el siguiente video:

Te invito a revisar la revista «Escenario económico y sustentabilidad parte dos»

Desarrollo del tema

Las nuevas generaciones heredamos un sistema en el cual el progreso se basa en el crecimiento indefinido, es decir, uno donde el objetivo más importante es la acumulación de recursos principalmente económicos sin importar el impacto que cause en otras áreas y ámbitos. La forma en la que actualmente satisfacemos nuestras necesidades se fundamenta en el modelo de la acumulación, en el cual los recursos que se necesitan para satisfacernos están en una dinámica de tomar, usar y desechar. Por ejemplo, basta con observar cómo calculamos el desempeño económico de un país, de una región o a nivel mundial, el cual se realiza por medio del Producto Interno Bruto (PIB). Esta magnitud macroeconómica mide la actividad productiva y se obtiene al sumar los valores en pesos de todos los bienes y servicios del consumo que se producen al año, es decir, aquellos que no se usan para producir algo más (Banco de México, 2022). 

Si bien se han diseñado criterios para medir aspectos sociales y ambientales como el bienestar o la productividad, al mismo tiempo que aquellos estrictamente económicos; una realidad  es que el análisis se fundamenta en el crecimiento, que representa un “aumento del valor intrínseco de la moneda” (RAE, 2021). y no en la prosperidad que  tiene que ver con un “Estado económico y social satisfactorio o favorable” (Oxford, 2022).

Bajo este escenario, Kate Raworth (2017)  propone en su libro Economía rosquilla. Siete maneras de pensar la economía del siglo XXI estrategias que nos permitirán transitar a un modelo económico más sostenible, las cuales suman un cambio radical en el enfoque del sistema económico. 

Para fines prácticos, Raworth las ilustra en forma de una dona (rosquilla): 

La rosquilla, una brújula del siglo XXI (Raworth, 2017, p. 54)

El gráfico anterior esclarece la propuesta de una economía regenerativa y distributiva, la cual satisface las necesidad a partir de la justicia social y los límites planetarios. Esta propuesta garantiza la prosperidad y no solo se enfoca en el crecimiento. La autora considera que bajo los siguientes principios se puede lograr dicho cometido: 

  1.  Cambiar de objetivo: Pasar de una simple persecución del incremento del PIB a la satisfacción de las necesidades de todas las personas de forma justa considerando nunca exceder los límites planetarios.
  2. Ver el panorama general: Reconocer en todo momento las consecuencias de las actividades entre los sectores de la sociedad y sus sinergias. 
  3. Cultivar la naturaleza humana: Centrarse en nuestra esencia basada en la diversidad, la colaboración y la reciprocidad, siendo humanos sociales adaptables. 
  4. Aprender a dominar los sistemas: Pensar de forma sistémica manteniendo un pensamiento de mejora continua dinámica, 
  5. Diseñar para distribuir: Incluir desde el diseño de nuestras actividades, estrategias que permitan distribuir el conocimiento, poder y recursos de forma equitativa a las personas involucradas. 
  6. Crear para regenerar: Transitar de un modelo de generación y desecho, a uno que permita el reaprovechamiento, es decir, que el desecho de un proceso sea el insumo del siguiente. 
  7. Ser agnóstico ante el crecimiento: Pasar de la ambición del crecimiento desmedido a la procuración de beneficios de forma equitativa para todas las personas. 

¿Qué opinas de la propuesta anterior? Como cualquier otra, está sujeta a críticas o aportaciones que la enriquezcan, sin embargo, es una excelente ruta para comenzar tu camino hacia un estilo de vida más sustentable. Para reforzar las ideas expuestas anteriormente, te invitamos a consultar la siguiente conferencia  TEDX que te ayudará a reflexionar tus primeros pasos para introducirte al modelo de la dona: 

Economía ambiental 

Toda acción que realizamos en el día a día tiene una consecuencia. Cuando te levantas y prendes la luz estás utilizando energía; al bañarte gastas agua, gas y otros productos como jabón y shampoo; para vestirte utilizas ciertas prendas que fueron elaboradas en el país o en el extranjero; para prepararte tu desayuno utilizas gas, aceite, un sartén, ciertos productos (según sea tu desayuno preferido), un plato y servilletas; para ir a la escuela te vas en coche o utilizas el transporte público. Cada una de estas acciones requieren ciertos recursos, los cuales puede ser que hayan sido extraídos de manera sustentable o no, y posteriormente, tanto su uso como su desecho pasa a la ligera, es decir, no siempre somos conscientes de los efectos negativos que genera el producto o servicio que estamos utilizando y al final cuando se tiene que desechar. Creemos que al tirar nuestra basura, otra persona se hace responsable de recolectarla, y por lo tanto, nos desligamos de lo que pasa posteriormente.

¿Te has preguntado cuánto cuesta en dinero mantener el aire, los ríos o mares limpios? Una pequeña pila que tiene un precio de cinco a quince pesos puede contaminar miles de litros de agua. Por eso, la pregunta es si vale quince pesos tener miles de litros de agua limpia. Una vez hecho el daño, la reparación es costosa y en muchos casos invaluable para la humanidad. De aquí surge la importancia de ser responsables en cuanto a la producción y al consumo de los recursos naturales.

Al hablar sobre algo relacionado a la economía, parece que únicamente es un tema para quienes la estudian, sin embargo, es mejor tener un mayor conocimiento de cómo funciona parte del entorno en el que vivimos y más cuando se relaciona al medio ambiente, ya que nos afecta a todos. Chavarro y Quintero (2007, como se cita en Moreno-ponce et al, 2022), mencionan que la economía ambiental es una:

“herramienta que permite armonizar el problema económico con el normal funcionamiento del ecosistema, esto con el fin de normalizar las relaciones entre el sistema producción – consumo y el ecosistema, de manera que el primero pueda seguir usando los bienes y servicios que proporciona el segundo, generación tras generación” (p. 314).

Chavarro y Quintero (2007, como se cita en Moreno-ponce et al, 2022)

A partir del concepto de economía ambiental surge un consumo responsable de los recursos naturales, sin embargo, como lo refiere Barry Field y Marta Field (2003) se encarga de analizar cómo y por qué las decisiones de todos los días que toman las personas tienen un impacto ambiental.

Pongamos unos ejemplos, cuando caminas en la calle o vas por la carretera y hay mucho tráfico, ¿no has pensado por qué no amplían otro carril? Bajo esta idea tendríamos más vehículos que consumen en su mayoría combustibles fósiles y por lo tanto, desde su extracción hasta su consumo contaminan. La pregunta importante es por qué no hay menos automóviles y un mejor sistema de transporte colectivo. 

Cuando consumimos un producto que fue elaborado con grandes cantidades de recursos y que además en su proceso contaminó el aire y el subsuelo, ¿por qué los seguimos consumiendo? Puede ser por  el desconocimiento del impacto ambiental o por razones económicas, por ejemplo, comprar un producto más barato, sin importar si afecta más al ambiente. Este producto es más probable que se consuma, ya que las personas aprovechan sus recursos económicos, sin embargo, ¿a qué costo?

En resumen, las externalidades son “una acción efectuada por un agente económico (individuo o empresa) puede tener un impacto directo sobre el bienestar de otras personas, la calidad del medio ambiente o los procesos productivos de otras empresas” (Lucas, 2017, p. 12). Por eso es importante que se estimen los costos de estas externalidades, ya que, de otra forma, se tendría un valor de los productos y servicios erróneos y quienes terminan pagando estas consecuencias son quienes ni siquiera tienen una relación con la producción o el consumo o termina el gobierno haciéndose responsable de resolver las consecuencias, las que normalmente son complicadas, costosas e impactan a una parte o a toda la población. Por ejemplo, imagina a una persona que se dedica a la agricultura, una vez que termina de cosechar, para que sea más rápido y económico, quema sus parcelas con el fin de alistar su tierra para una siguiente cosecha. Al realizar esto,  no solo daña las propiedades del terreno, sino también impacta en el aire y no solo afectará a esa persona, sino a todos. En consecuencia, dará lugar a muertes prematuras por contaminación del aire, por mencionar un efecto.

Sé consciente de cómo y por qué tomas tus decisiones cotidianas. Realiza un alto y reflexiona acerca de cómo estarás impactando al medio ambiente; y si lo desconoces,  investiga y aprende un poco más sobre las consecuencias de nuestras decisiones. Lo más importante es que actúes sustentablemente. 

Indicadores para la sustentabilidad 

¿Habías escuchado alguna vez la siguiente paráfrasis?: 

“Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre.”

Si bien la anterior fue desarrollada a partir de las afirmaciones del científico William Thomson (Díaz, 2021) sobre las mediciones en la física (área de estudio por la cual es reconocido), se ha convertido con el paso del tiempo en un concepto base para el desarrollo. ¿Tienes en mente algún caso en el que no aplique este concepto? Probablemente tu respuesta sea que no, y precisamente, en esta clase digital tomaremos como principio que la medición es el primer gran paso para mejorar cualquier ámbito. La humanidad, actualmente, se enfrenta a problemas de sostenibilidad de gran magnitud, problemas que parecen no tener solución si se analizan a partir de su dimensión. Sin embargo, con el concepto anterior, es conveniente que dichas propuestas de solución entre la variedad de ciencias y disciplinas en las que tenemos 

A continuación conocerás a fondo el concepto de indicadores como elemento clave de cualquier medición, de igual manera, aquellos que son empleados para medir la sostenibilidad a niveles macro. Finalizaremos con preguntas para reflexionar sobre cómo puedes aplicar estos conocimientos a nivel individual y para que puedas aportar al desarrollo sostenible desde ambos niveles. 

Ante la gran cantidad de retos de sostenibilidad que enfrentamos, seguro has escuchado o leído el discurso de que todas las personas tenemos la oportunidad y responsabilidad de aportar a su solución desde el nivel individual. Si bien es cierto que nuestros hábitos y decisiones de consumo tienen un gran impacto positivo o negativo en dichos retos, su magnitud y alcance es inferior a aquellos cambios que son sistémicos, que de acuerdo a la Real Academia Española (2021) describe dicha palabra como “Perteneciente o relativo a la totalidad de un sistema; general, por oposición a local.” y que se elevan a un nivel más allá del individual, es decir, el que sucede principalmente en las organizaciones de los sectores que conforman la sociedad: el público, el privado, el académico, el social o como sociedad en general. Eventualmente, cuando concluyas el programa educativo que estás cursando en la Universidad de Guanajuato, ocuparás cargos dentro de esos sectores, ya sea en organizaciones previamente creadas o en alguna otra que emprendas por tu cuenta. Ante ese escenario, es muy conveniente que conozcas desde este momento cómo puedes aportar desde el ámbito profesional al desarrollo sostenible, ya que en estos espacios  tus acciones tendrán mayor impacto a favor o en contra de lograr un modelo de desarrollo que satisfaga nuestras necesidades actuales sin comprometer a las capacidades de las siguientes generaciones para cumplir con  las suyas. 

La importancia de la medición como el primer gran paso ante cualquier proceso de mejora o de transformación, es necesario saber cómo medir los avances o retrocesos en nuestra transición a un mundo sostenible. Estas mediciones se hacen a través de los indicadores, los cuales, la Real Academia Española define como aquello que indica o sirve para indicar (Real Academia Española, 2021). Para entender mejor el concepto, en la siguiente tabla mencionamos situaciones cotidianas e identificamos su indicador.

Evento a medirIndicador
Conocer qué tan fría o caliente está mi bebida.Temperatura
Conocer qué tan lejos está mi lugar de destino.Distancia
Madurez de una fruta o verduraColor, textura.
Conocer si un alimento es apto para consumirseAroma, color, sabor.
Tabla de ejemplos de indicadores. Fuente: Elaboración propia

Los anteriores fueron ejemplos de eventos sencillos que no presentan mayor dificultad para encontrar su(s) indicador(es), no obstante, cuando el evento a medir es cada vez más complejo, se necesitan propuestas  de indicadores diseñados por métodos transdisciplinarios, es decir, en donde diversas áreas y disciplinas colaboran para crear una mirada integradora. Por ejemplo, la sostenibilidad, en la cual un amplio conjunto de factores intervienen para que sucedan fenómenos como la contaminación, la migración, la pobreza, la educación, la prosperidad, la paz y la gobernanza. Sin embargo, no es algo de qué preocuparnos, hoy en día existen propuestas de indicadores para estos fenómenos complejos. Nosotros como profesionales, en nuestra área de estudio, usamos para medir nuestro desempeño colectivo, ya que están diseñados para ser utilizados en las organizaciones, sin embargo, eso no excluye que puedas usarlos a un nivel individual, ¿quieres saber cuáles son? Te los mostraremos a continuación. 

La iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas que lidera la sostenibilidad empresarial en el mundo, el Pacto Mundial, establece tres diferentes criterios base para medir el desempeño de las empresas (sector privado) en cuanto a la sostenibilidad. Ellos son: 

  1. Criterios ambientales: Son aquellos que tienen en cuenta el impacto que puedan ocasionar en el medioambiente. Desde una pequeña empresa con sus consumos energéticos o de desplazamiento, hasta una gran empresa que emite gran cantidad de gases de efecto invernadero o genera residuos químicos, todas pueden ser más sostenibles si atienden a unos criterios ambientales y trabajan en reducir su impacto (Pacto Mundial, 2022)
  2. Criterios sociales: Responden a la relación entre la empresa y la sociedad en su conjunto, aunque directamente con aquellos agentes con los que tiene un vínculo más estrecho: empleados, proveedores, consumidores, etc. Aquí tienen cabida los aspectos sociales que mejoren la calidad de vida de los y las trabajadoras: la flexibilidad de horarios, la conciliación laboral, las formaciones para la plantilla y las medidas para la igualdad de género.  (Pacto Mundial, 2022). 
  3. Criterios de gobierno corporativo: Están relacionados con las cuestiones de gestión de la empresa y su transparencia (Pacto Mundial, 2022).

Dichos criterios sirven a las empresas alrededor del mundo para diseñar a partir de ellos los indicadores de sostenibilidad que habrán de regir sus acciones. ¿Cómo pasar de estos criterios al diseño de indicadores específicos de sostenibilidad? A continuación te invitamos a leer la siguiente guía que propone el mismo Pacto Mundial (2019) que detalla el paso a paso para diseñar los mejores indicadores de sostenibilidad en una organización: 

Entendemos que nuestra aportación al desarrollo sostenible es el resultado del complemento de nuestro impacto colectivo e individual. Revisa el siguiente vídeo (2019) para entender más a fondo su relación e importancia:

Conclusión

¿Consideras viable la implementación de este modelo económico? El paradigma de los retos actuales para la sostenibilidad requiere de cambios, por lo tanto, la propuesta que conociste en esta clase te orientará en tus esfuerzos individuales y colectivos para un desarrollo sostenible.  Es importante recordar que los grandes cambios son progresivos y que un excelente inicio es informarte. Por lo tanto, te invitamos a profundizar sobre estas u otras propuestas de economía sostenible y a reconocer tu papel dentro de ellas en todos los ámbitos de tu vida. 

La economía ambiental es una herramienta que contribuye al equilibrio entre la producción, el consumo y los recursos del medio ambiente. A nivel individual y colectivo tenemos que voltear hacia la economía ambiental para que tomemos decisiones responsables. Se tiene que promover modelos de producción y consumo sustentables que fomenten el crecimiento económico y procuren nuestro ambiente con el fin de que la sociedad tenga condiciones adecuadas para tener una vida digna. Tenemos que considerar la capacidad que tiene el planeta para recuperarse, por eso el análisis económico y ambiental deben ir a la par, ya que ambas se necesitan.

Para medir nuestro avance o retroceso en materia de sostenibilidad, es necesario medir los resultados de las actividades que realizamos para satisfacer nuestras necesidades a niveles colectivo e individual. Para lograrlo, es necesario diseñar los indicadores adecuados según la complejidad de lo que se desee medir. Después de revisar el contenido de esta clase conocer que los criterios en los cuales se pueden basar dichos indicadores son principalmente tres: 

  1. Criterios ambientales
  2. Criterios sociales
  3. Criterios de gobierno corporativo

Estos criterios son diseñados para emplearse en empresas privadas, sin embargo, pueden ser perfectamente adaptadas a organizaciones de todo tipo, por ejemplo las sociales o académicas. Eventualmente, ocuparás algún cargo dentro de ellas y tu responsabilidad como profesional egresada de la Universidad de Guanajuato, será proponer y liderar estrategias para el cumplimiento de dichos criterios en cualquier área del conocimiento. Asimismo, el haber conocido dichos criterios te servirá para adaptarlos a un nivel personal, complementando con ambos niveles un mayor impacto para el desarrollo sostenible.

Debe buscarse cómo disminuir las externalidades negativas e incrementar las positivas. Desde tu posición reflexiona qué puedes hacer para prevenir, disminuir o eliminar una afectación tuya, de otras personas y de organizaciones al medio ambiente. Recuerda que en Guanajuato existen áreas que pueden apoyar en esta labor, como la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial del Estado de Guanajuato (SMAOT), la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial del Estado de Guanajuato (PAOT) o la Comisión Estatal del Agua (CEA). 

No tienes que pensar en grandes acciones, comienza buscando mayor información sobre la economía ambiental para que puedas ser un embajador que promueva la sustentabilidad en tu familia, colonia, escuela, trabajo o municipio. Antes de tomar una decisión considera el impacto ambiental como una variable muy importante, ya que a pesar de que la consecuencia no se vea de forma inmediata, se puede presentar a mediano o largo plazo y tener consecuencias para un grupo de la población. 

Una vez profundizado sobre otras propuestas económicas, imagina cómo sería el (tu) futuro donde se cumplan esas premisas, un futuro donde la humanidad se solidarice para acabar con el hambre, la breza, la destrucción del medio ambiente y cualquier problema. Para ello, la prospectiva estratégica nos puede ayudar “en construir el futuro deseado lo que se conoce como escenario apuesta” (Chung, 2009, p.30).

A partir de lo que aprendiste en esta clase podrás imaginar, diseñar y actuar para el futuro.  

Te invitamos a reflexionar cómo visualizas desde tu programa educativo que pueden ser aplicados dichos criterios y vivir desde este momento un estilo de vida sostenible que te permita de forma congruente proponer estrategias de sostenibilidad en tu etapa profesional. Considera que muchas de las problemáticas mundiales son urgentes, por lo tanto, es momento que desde tu perfil como estudiante de la Universidad de Guanajuato observes, reflexiones, comuniques tus inquietudes; y sobre todo que propongas y te comprometas con actuar de acuerdo con la propuesta de la economía de la rosquilla. Abejar, ¿por dónde iniciarías? 

Fuentes de información

  • Banco de México. (2022). Crecimiento y bienestar. http://educa.banxico.org.mx/pdfs/%7B27839CCF-C96B-1942-3F32-3AF9D8D4B71B%7D.pdf
  • Chung, A. (2009). Prospectiva estratégica: más allá del plan estratégico. Industrial Data, 12(2), 27-31.
  • Díaz, J. (2021). Bibliotecas: lo que no se mide, no se mejora. Recuperado el 19 de noviembre de 2022 de https://latam.cengage.com/bibliotecas-lo-que-no-se-mide-no-se-mejora/
  • Field. B. y Field, M. (2003). Economía Ambiental..Mc Graw Hill.
  • Lucas, C. (2017). Economía Ambiental. Fundación Universitaria del Área Andina. https://digitk.areandina.edu.co/handle/areandina/780
  • Moreno-Ponce, M., Tualombo-Tituaña, J. y Figueroa-Soledispa, M. (2022). Economía ambiental y ecosostenibilidad. Una dupla necesaria para el desarrollo endógeno. Dominio de las Ciencias, 8(1), 303-323. http://dx.doi.org/10.23857/dc.v8i41.2492
  • Oxford Languages. (2022). Diccionario de español. Recuperado el 14 de noviembre de 2022 de https://cutt.ly/EMV6C6C
  • Pacto Mundial. (2022). Criterios ESG y su relación con los ODS. Recuperado el 20 de noviembre de 2022 de https://www.pactomundial.org/noticia/criterios-esg-y-su-relacion-con-los-ods/
  • Raworth, K. (2017). Economía rosquilla 7 maneras de pensar la economía del siglo XXI. Ediciones Paidós
  • TEDx Talks. (2021, 10 de diciembre). How to live within the Doughnut [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=QaGA2i0IcSQ
  • UPM. (2019, 21 de agosto). MOOC Treennova. Indicadores de Sostenibilidad [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=P-WlQJldPiQ
  • United Nations Global Compact. (2019). Integrando los ODS en los informes corporativos: Una guía práctica. https://www.pactomundial.org/wp-content/uploads/2019/07/Integrando-los-ODS-en-el-reporting-corporativo-gu%C3%ADa-pr%C3%A1ctica.pdf