Anatomía y fisiología del sistema respiratorio
Introducción
¡Hola!Les doy la más cordial bienvenida al curso «Cuidados de Enfermería antes y durante la ventilación mecánica en el adulto». En las próximas sesiones, emprenderemos un apasionante recorrido de aprendizaje destinado a desarrollar sus habilidades en el cuidado de pacientes adultos que requieren ventilación mecánica.
En esta primera clase, explicaremos los fundamentos críticos del sistema respiratorio y los cuidados respiratorios de enfermería en pacientes con alteraciones en los dominios de eliminación e intercambio, actividad/reposo y seguridad/protección.
Nuestro objetivo es que sean protagonistas de su propio aprendizaje. Además de recibir valiosa información por parte de los instructores, quienes estarán disponibles para resolver sus consultas, ofrecer orientación y retroalimentación, los instamos a aplicar ese conocimiento. Cada uno de ustedes tendrá la oportunidad de involucrarse directamente en su propia formación, lo que les permitirá afrontar los desafíos que se les presentarán como futuros profesionales de enfermería.
Una vez concluida esta sesión, se encontrarán preparados para asumir un rol activo en la atención de estos pacientes, brindar cuidados de calidad y tomar decisiones informadas basadas en el conocimiento profundo de la fisiología normal del sistema respiratorio.
Los animamos a aprovechar al máximo esta oportunidad de aprendizaje. Participen activamente, compartan sus conocimientos y experiencias, y planteen sus preguntas. Estamos aquí para contribuir a su crecimiento como profesionales y, en última instancia, mejorar la calidad de vida de los pacientes que confiarán en su cuidado.
Comencemos este curso con entusiasmo. Espero con interés todo lo que lograremos juntos y el impacto que tendrán en la atención de la salud.
¡Bienvenidos y les deseo mucho éxito en este viaje de aprendizaje!
Desarrollo del tema
El sistema respiratorio comprende un conjunto de órganos y estructuras cuya función primordial es facilitar el intercambio de gases entre el organismo y el entorno, en particular, el oxígeno (O2) y el dióxido de carbono (CO2). Esta unidad de aprendizaje se enfoca en el cuidado de enfermería antes y durante la ventilación mecánica en adultos, con un énfasis en los dominios de eliminación/intercambio, actividad/reposo y seguridad/protección.
El sistema respiratorio se compone de diversas estructuras, que incluyen las vías respiratorias superiores e inferiores, los pulmones y los músculos respiratorios. Las vías respiratorias superiores, como la nariz y la garganta, tienen la responsabilidad de filtrar, calentar y humidificar el aire inspirado. Por otro lado, las vías respiratorias inferiores, que abarcan la tráquea, los bronquios y los alvéolos pulmonares, son fundamentales para el intercambio gaseoso.
El proceso de la respiración se realiza mediante la respiración pulmonar, que involucra tanto la inhalación como la exhalación de aire.
Cuando inhalamos, los músculos respiratorios se contraen, lo que provoca que el diafragma se desplace hacia abajo y los músculos intercostales se contraen, elevando las costillas. Estos movimientos generan un aumento en el volumen de la cavidad torácica y, como resultado, una disminución de la presión intratorácica.
Esto permite que el aire fluya desde el exterior hacia los pulmones, siguiendo el gradiente de presión. Este proceso se conoce como inspiración. Durante la exhalación, los músculos respiratorios se relajan, lo que permite que el diafragma y las costillas vuelven a su posición original, aumentando la presión intratorácica y expulsando el aire de los pulmones al exterior. Este proceso se llama espiración.
La regulación de la respiración es un proceso complejo y vital que implica la coordinación de diferentes mecanismos a través del sistema nervioso central y los quimiorreceptores.
El centro respiratorio, ubicado en el bulbo raquídeo y la protuberancia anular del tronco cerebral, es responsable de desencadenar y coordinar los movimientos respiratorios. Este centro se compone de dos áreas principales: el centro respiratorio inspiratorio y el centro respiratorio espiratorio, que se encargan de la inhalación y la exhalación, respectivamente.
Los quimiorreceptores, por su parte, son células especializadas que detectan los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre y el líquido cerebroespinal. Se dividen en quimiorreceptores periféricos y centrales, que responden a diferentes estímulos y contribuyen a regular la respiración. Además de estos mecanismos principales, factores como los niveles de pH, la concentración de iones de hidrógeno y la temperatura corporal pueden influir en la regulación de la respiración.
Además de estos mecanismos principales, otros factores pueden influir en la regulación de la respiración, como los niveles de pH, la concentración de iones de hidrógeno y la temperatura corporal.
De acuerdo a Barrett et al., 2020 existen medidas utilizadas para evaluar el funcionamiento del sistema respiratorio y pueden ser utilizadas en pruebas de diagnóstico y seguimiento de enfermedades respiratorias, las cuales se denominan volúmenes y capacidades pulmonares.
- Volumen corriente (VC). Volumen intercambiado en un ciclo normal, 300-600 ml.
- Volumen inspiratorio de reserva (VIR). Volumen de aire inspirado de manera forzada al final de una inspiración normal:3,3 litros (l).
- Volumen espiratorio de reserva (VER). Volumen de aire espirado de manera forzada al final de una espiración normal: 1,0 l.
- Volumen residual (VR). Volumen de aire que queda en los pulmones al finalizar una espiración máxima: 1,2 l.
- Volumen minuto (VM). Volumen que entra en un minuto, para 10 respiraciones por minuto, aproximadamente 6 l.
- Espacio muerto anatómico. Aire que queda en las vías aéreas y que no se emplea para el intercambio de gases, 150 ml aproximadamente.
Combinaciones de diferentes volúmenes dan lugar a las denominadas capacidades pulmonares:
- Capacidad total (CT). Suma del VC + VIR + VER + VR: 6 l.
- Capacidad vital (CV). Suma de VC + VIR + VER: 4,8 l.
- Capacidad inspiratoria (CI). Máximo volumen de aire inhalado al final de una inspiración normal, VC + VIR: 3,8 l.
- Capacidad espiratoria (CE). Máximo volumen de aire exhalado al final de una espiración normal, VC + VER.
- Capacidad residual funcional (CRF). Volumen de aire que queda en el tórax tras una espiración no forzada, VER + VR.
Te invito a ver este video, y profundizar en nuestros conocimientos juntos:
Las enfermedades respiratorias son un desafío importante en la atención médica y los cuidados de enfermería desempeñan un papel fundamental en la prevención y el manejo de estas enfermedades. Con un enfoque en la comprensión del sistema respiratorio y la atención de enfermería, estamos listos para abordar los temas clave de esta unidad de aprendizaje.
Conclusión
El sistema respiratorio, una maravilla de la anatomía humana, despliega un papel fundamental en la vida de cada individuo. Desde la filtración, calentamiento y humidificación del aire en las vías respiratorias superiores hasta el crucial intercambio gaseoso en los alvéolos pulmonares a nivel de las vías respiratorias inferiores, este sistema asegura el suministro de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono en el organismo.
La respiración, un proceso aparentemente simple pero asombrosamente complejo, se logra gracias a la coordinación precisa de los músculos respiratorios que cambian el volumen de la cavidad torácica y crean las diferencias de presión necesarias para la inhalación y la exhalación.
El sistema nervioso central y los quimiorreceptores trabajan en armonía para regular la frecuencia y profundidad de la respiración, asegurando que el cuerpo obtenga el oxígeno necesario y elimine eficazmente el dióxido de carbono.
Para evaluar la función del sistema respiratorio y diagnosticar enfermedades respiratorias, se utilizan medidas como los volúmenes y capacidades pulmonares, herramientas valiosas en el campo de la medicina.
La atención de enfermería desempeña un papel crucial en el cuidado del sistema respiratorio. Desde la movilización temprana para favorecer la eliminación de secreciones, la administración de medicamentos inhalados y el monitoreo constante de la saturación de oxígeno, hasta la prevención de infecciones respiratorias mediante prácticas de higiene y medidas de protección. Además, brindar apoyo emocional y educación a los pacientes es esencial, ya que pueden experimentar ansiedad y dificultades respiratorias.
La oxigenoterapia, aunque valiosa, debe administrarse con precaución, considerando indicaciones, dosificación y efectos secundarios. Es una herramienta vital en enfermedades respiratorias como la EPOC, el asma y el enfisema, así como en otras afecciones patológicas.
El objetivo final de estos esfuerzos de cuidado es mantener la función pulmonar óptima, prevenir complicaciones respiratorias y mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades respiratorias. Recordemos que cada acto de atención de enfermería contribuye a la salud y el bienestar de quienes confían en nosotros.
Fuentes de información
- Fernández Ayuso Rosa Mª & Fernández Ayuso David (2007). Manual de ayuda a la oxigenación. Editorial DAE.
- Potter, P. A., Perry, A. G., & Stockert, P. A. (Eds.). (2019). Fundamentos de enfermería. Elsevier Health Sciences. Páginas: 426 a 591 y 859 y 934. https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=lLWXDwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PP1&dq=related:oHYvpY9UC9gJ:scholar.google.com/&ots=1r1-mxNtCs&sig=Hn8kCpxLpedjJuExToDGCjL8XkM#v=onepage&q&f=false
- Tortora, G. J., & Derrickson, B. (2008). Introducción al cuerpo humano. Fundamentos de Anatomía y Fisiología, Editorial Médica Panamericana, México. Capitulo 18.