Clase digital 3. Parámetros generales en la aplicación de agentes físicos

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Parámetros generales en la aplicación de agentes físicos

Introducción

¡Bienvenidos a la tercera clase de nuestro curso de Dosificación de agentes físicos terapéuticos en la mano reumática! Hasta este punto, hemos explorado en profundidad los aspectos clínicos y fisiopatológicos de las enfermedades reumáticas más comunes, como la artrosis y la artritis reumatoide. También hemos repasado la anatomía de la mano y cómo los cambios patológicos afectan su funcionalidad. A partir de ahora, nos adentraremos en el emocionante mundo de los agentes físicos utilizados en rehabilitación.

Como fisioterapeutas, tenemos a nuestra disposición una amplia gama de herramientas para diagnosticar y tratar a nuestros pacientes. Sin embargo, en esta clase nos centraremos en los agentes físicos que pueden marcar la diferencia en el tratamiento de las afecciones reumáticas que hemos estudiado. Es esencial recordar que, aunque estos agentes físicos desempeñan un papel crucial, no son una solución independiente. Deben combinarse con técnicas manuales, educación al paciente y ejercicios terapéuticos personalizados.

En esta sesión, tendrás la oportunidad de repasar conceptos clave para comprender y aplicar estas valiosas herramientas que benefician a las personas con problemas de salud. Además, exploraremos nuevas perspectivas y enfoques para aplicar tus conocimientos existentes de manera efectiva.

La dosificación adecuada es esencial, ya que permite adaptar un agente físico a diferentes condiciones patológicas y necesidades individuales. Te animo a sumergirte en esta clase con mente abierta, listo para asimilar nuevos conceptos y clasificarlos según las exigencias de tu futura práctica clínica. Nuestro objetivo es que obtengas un aprendizaje sólido y significativo que te prepare para brindar la mejor atención a tus futuros pacientes. ¡Comencemos!

Desarrollo del tema

Para aprovechar al máximo los agentes físicos terapéuticos en el tratamiento de afecciones reumáticas en la mano, es esencial comprender una serie de definiciones y conceptos clave. Estos conocimientos no solo permitirán un uso práctico de los equipos y dispositivos pertinentes, sino que también garantizarán un enfoque terapéutico seguro y efectivo.

Cuando hablamos de agentes o medios físicos, nos referimos al uso de diferentes formas de energía, provenientes de diversas fuentes, que se aplican en los tejidos vivos, es decir, en nuestros pacientes, con el objetivo de desencadenar efectos terapéuticos beneficiosos para su salud. Es crucial destacar que esta energía debe ser dosificada de manera precisa, suficiente para inducir un cambio terapéutico pero sin llegar a causar daño.

Una pauta inicial importante a considerar es que la energía empleada debe ser de naturaleza no ionizante, especialmente cuando hablamos de energía electromagnética. Si observamos el espectro electromagnético, todas las longitudes de onda por encima de 100 nanómetros se encuentran en esta categoría.

Imagen 1. Espectro electromagnético. © Aviación Online.

Para una comprensión más profunda de este tema, es necesario familiarizarse con algunos parámetros fundamentales de la energía electromagnética.

ElectricidadManifestación energética de los electrones procedentes de la última capa de los átomos.
PolaridadZonas donde abundan y escasean electrones para que pueda existir un flujo de ellos. La zona con déficit se encuentra cargada positivamente [+] y se llama ánodo, y la región con exceso se encuentra cargada negativamente [-] y se denomina cátodo.
Carga eléctricaCantidad de electricidad, o número de electrones, en un determinado momento. Su unidad es el culombio (C).
Diferencia de potencial o voltajeEs la fuerza que impulsa a los electrones a desplazarse de una zona con exceso a otra zona con déficit. Su unidad es el voltio (V).
Fuerza electromotrizFuerza que trata de devolver el equilibrio eléctrico a las cargas eléctricas y a los átomos.
IntensidadCantidad o flujo de electrones que pasan por un punto en un segundo. Su unidad es el amperio (A) y se representa con una I.
ResistenciaEs la fuerza de freno que opone la materia al movimiento de los electrones cuando circulan a través de ella. Su unidad es el ohmio (Ω) y se representa con una R. Cuando esta resistencia es impuesta por tejidos orgánicos, se le conoce como impedancia.
PotenciaTrabajo en la unidad de tiempo de una máquina impulsada por energía eléctrica. Su unidad es el vatio (W).
TrabajoSe obtiene al multiplicar la potencia durante un tiempo determinado expresado en segundos. Su unidad s el julio (J).
CalorCantidad de energía térmica generada por la agitación molecular de la materia o provocada por el movimiento de cargas eléctricas. Se mide en calorías (cal).
TemperaturaEs la concentración o densidad de calorías en un volumen determinado. Se mide en grados (°C, °K, °F).
Dosis o densidad energética Es la energía recibida por el organismo, en un área determinada, expresada en J/cm2.
Tabla 1. Electroterapia en Fisioterapia. Médica Panamericana. Elaboración propia, con base en: Rodríguez, J. M. (2014)

Además, es esencial recordar los componentes básicos de una onda, como el ciclo, periodo, frecuencia, longitud de onda y amplitud, ya que estos conceptos son cruciales para unificar los aspectos de las ciencias físicas que se aplican en la fisioterapia y rehabilitación.

Imagen 2. Representación gráfica de una onda y sus componentes. © Universidad de Buenos Aires

CicloCadencia completa de una onda, con o sin pausas, desde que inicia hasta que comienza la siguiente.
PeriodoTiempo que dura una cadencia o ciclo completo.
FrecuenciaNúmero de repeticiones de una onda o cadencia en un segundo. Se expresa en hercios (Hz).
Longitud de ondaDistancia en metros que avanza un ciclo completo en función de su periodo.
AmplitudEl punto más alejado de una onda hasta su zona media o de equilibrio. En rehabilitación, sería el equivalente a la intensidad.
Tabla 2. . Electroterapia en Fisioterapia. Médica Panamericana. Elaboración propia, con base en: Rodríguez, J. M. (2014)

Estas definiciones y conceptos son particularmente relevantes en la aplicación de diversas modalidades terapéuticas, como la electroterapia, termoterapia, laserterapia y ultrasonoterapia (esta última, aclarando que es una forma de energía mecánica y no electromagnética). Dependiendo de las frecuencias utilizadas, los agentes físicos se clasifican en:

  • Baja frecuencia (de 1 a 1,000 Hz), que incluye corrientes galvánicas, TENS y EMS.
  • Media frecuencia (de 1,000 a 500,000 Hz), que abarca las corrientes interferenciales y rusas.
  • Alta frecuencia (desde 500,000 Hz hasta el límite de los rayos infrarrojos), que comprende modalidades como la diatermia, onda corta, microondas, tecarterapia y ultrasonoterapia.
  • Banda de luz, que involucra la radiación infrarroja, los rayos ultravioleta tipo B y C, así como algunas modalidades térmicas.

Además de estas clasificaciones, existen criterios basados en los efectos terapéuticos, los métodos de aplicación y las formas de onda específicas. Estos aspectos prácticos se abordarán en detalle en nuestra próxima y última clase de este módulo.

Este conocimiento fundamental sobre los agentes físicos terapéuticos sienta las bases para su aplicación efectiva en la mano reumática y permitirá a nuestros futuros fisioterapeutas brindar tratamientos más precisos y personalizados. ¡Sigamos explorando juntos este fascinante campo de la fisioterapia!

Conclusión

Hemos llegado al final de esta clase en la que hemos explorado los cimientos esenciales de los agentes físicos terapéuticos en la fisioterapia, un campo que puede parecer inicialmente abrumador debido a su base en principios físicos aparentemente abstractos. Sin embargo, a medida que profundizamos en estos conceptos, nos damos cuenta de que son las bases sobre las cuales construimos una selección informada de herramientas que pueden marcar una diferencia significativa en la salud de nuestros pacientes.

No debemos subestimar la importancia de esta comprensión teórica, ya que se traduce en una práctica clínica sólida y ética. Estos conocimientos no solo nos permiten aplicar tratamientos basados en evidencia científica, sino que también nos brindan la capacidad de adaptar nuestras intervenciones a las necesidades específicas de cada paciente, considerando su progreso y estado de salud. Ya sea que estemos utilizando electroterapia, termoterapia, ultrasonoterapia o laserterapia, la variedad de herramientas a nuestra disposición enriquece nuestra intervención fisioterapéutica.

Espero que esta clase haya despertado en ti un interés más profundo por la investigación y un compromiso renovado con tu desarrollo profesional. Lo que hemos explorado hoy es solo la punta del iceberg en cuanto a la complejidad de los conocimientos y habilidades necesarios para aplicar los agentes físicos de manera efectiva. No te desanimes si sientes que aún te falta camino por recorrer; estás en un proceso constante de formación que te convertirá en un profesional altamente competente..

Fuentes de información