Lectura complementaria 1: Interacción estudiante-contenido

Interacción estudiante-contenido

Interacción estudiante-contenido

Comencemos por pensar en los tipos de interacción estudiante-contenido que tendrán lugar en tu experiencia de aprendizaje en línea, no todas brindan contenido de la misma manera, y la mayoría utilizan una variedad de métodos para mostrar el contenido. Algunos los métodos más comunes incluyen:

• Lecturas asignadas (libros de texto, artículos, fuentes primarias, etc.)
• Materiales escritos de conferencias o transcripciones de conferencias
• Imágenes ilustrativas
• Tablas y gráficos (a menudo estáticos, pero pueden estar animados)
• Conferencias en video o audio
• Presentaciones de PowerPoint narradas
• Contenido multimedia incrustado o vinculado (como películas, videos de YouTube, podcasts, etc.)
• Enlaces a medios populares, eventos de noticias actuales o blogs
• Asignaciones de investigación (en las que los estudiantes seleccionan el contenido ellos mismos)
• Compartir contenido entre estudiantes (como en una discusión, wiki de clase o proyecto grupal)

Reflexiona

A partir de la experiencia de aprendizaje que impartirás, o una que ya hayas impartido, identifica ¿con qué tipo de métodos para mostrar el contenido tienen contacto las y los estudiantes? 

Escribe una lista y tenla a la mano en el resto de la clase digital.

Como docente, puedes o no tener control sobre cómo se proporciona el contenido de la experiencia de aprendizaje que impartes. Las experiencias de aprendizaje pertenecientes al Campus Digital, no pueden ser modificadas durante su impartición, al menos no sustancialmente; por ello, en el resto de la presente clase tomaremos este supuesto.

Metacognición

Cuando se te asigna una nueva tarea de aprendizaje, ¿dónde tiendes a comenzarla?, ¿te sumerges de inmediato y comienzas a tratar de aprender o memorizar información, conceptos y procesos? ¿o te tomas un momento para pensar en la mejor manera de aprender el material, reflexionando sobre estrategias específicas que podrían ser adecuadas para la tarea? Si tu instinto es pensar primero en tu propio aprendizaje, ya tienes algo de experiencia con la metacognición y su aplicación al aprendizaje.

La metacognición es el proceso reflexivo por el cual pensamos sobre la forma en que estamos pensando, especialmente cuando se trata de aprender algo nuevo. Ha sido un concepto importante en la teoría educativa durante varias décadas es, en pocas palabras, pensar sobre el propio pensamiento. Más precisamente, se refiere a los procesos utilizados para planificar, monitorear y evaluar la comprensión y el desempeño de uno. La metacognición incluye una conciencia crítica de a) el propio pensamiento y aprendizaje y b) uno mismo como pensador y aprendiz. Las prácticas metacognitivas ayudan a las y los estudiantes a tomar conciencia de sus fortalezas y debilidades como aprendices, escritores, lectores, examinados, integrantes de un grupo, etc. Un elemento clave es reconocer el límite del conocimiento o la habilidad de uno y luego descubrir cómo expandir ese conocimiento o extender la habilidad. (Chick, 2020). 

La reflexión metacognitiva es beneficiosa para todas y todos los estudiantes en todos los niveles e influye en la forma en que abordamos e interactuamos con el contenido y las evaluaciones de la experiencia de aprendizaje. La metacognición es la capacidad de dar un paso atrás e identificar las lagunas en nuestra comprensión, lo que funciona y lo que no funciona en nuestro enfoque del aprendizaje. Esta conciencia nos ayuda a enfocar o reenfocar nuestra energía en el desarrollo de contenido o habilidades que requieren más atención, mejorando nuestro compromiso cognitivo con un tema. La metacognición también nos ayuda a desarrollar estrategias de aprendizaje para nosotros mismos que son cognitivamente activas, a diferencia de aquellas que son cognitivamente pasivas (y, por lo tanto, típicamente menos efectivas para el aprendizaje).

A continuación, se presentan algunos ejemplos de conductas de aprendizaje cognitivamente activas versus cognitivamente pasivas:

Revisa y reflexiona

Tómate un momento para pensar en tu proceso a medida que has trabajado con este recurso para aprender sobre la enseñanza de experiencias de aprendizaje en línea. ¿Cómo responderías a las siguientes preguntas sobre tu experiencia de aprendizaje?

• ¿Qué contenido de este curso te ha parecido más familiar hasta ahora, o qué ya sabías sobre el tema de la enseñanza de experiencias de aprendizaje en línea?
• ¿Qué contenido te ha resultado más sorprendente o menos familiar hasta ahora?
• ¿Qué tema te ha resultado más confuso o más difícil de dominar?
• ¿Qué estrategias has estado usando para aprender este material? Enumere al menos tres.
• ¿Han sido efectivas estas estrategias hasta este punto?
• ¿Hay alguna otra estrategia

Hacerse estas preguntas requiere de una reflexión cuidadosa sobre tu propio proceso de pensamiento y aprendizaje; en otras palabras, responder estas preguntas requiere que emplees la metacognición. Esta te permite considerar formas en las que podrías mejorar ese proceso y, por lo tanto, aprender de manera más eficiente y efectiva.

Motivación

El segundo factor esencial que subyace en la participación de las y los estudiantes en el contenido de alta calidad es la motivación. No te sorprenderá saber que la motivación tiene un impacto enorme en el éxito de un estudiante determinado en una experiencia de aprendizaje. Si bien tanto diseñadores como docentes de la experiencia de aprendizaje no tienen un control total sobre la motivación de sus estudiantes, hay algunas cosas esenciales que se pueden hacer en tu experiencia de aprendizaje en línea para ayudar a fomentar la mayor motivación posible. La clave más importante para ayudar a tus estudiantes a mantener la motivación es generar un sentido de comunidad en la experiencia de aprendizaje a través de una interacción estudiante-docente y estudiante-estudiante de alta calidad, que trataremos más en adelante. Las investigaciones muestran que los estudiantes que se sienten conectados con una comunidad de clase que los apoya son más capaces de mantener su motivación para aprender (Alderman, 2008). 

Con respecto a la interacción estudiante-contenido más específicamente, tres cosas en las que vale la pena centrarse especialmente para las y los docentes en línea: entusiasmo, valor de la información y transparencia. Veamos estos conceptos y posteriormente discutiremos algunas estrategias para implementarlos.

1. Entusiasmo

Te interesaste en tu área de estudio por una razón. Algo al respecto probablemente te llenó de pasión y deseo de saber más. En un aula, tutorial o entorno de laboratorio, probablemente compartas tu entusiasmo por su tema sin pensar mucho en ello, a través de cosas sutiles como el tono vocal, el lenguaje corporal, el énfasis especial y otras señales o pistas más bien automáticas. El desbordamiento de tu amor por tu materia o disciplina está haciendo bien a tus estudiantes. Las investigaciones muestran que el entusiasmo de las y los docentes tiene un impacto positivo sustancial en la motivación de sus estudiantes y beneficia el compromiso conductual, cognitivo y emocional.

2. El valor y la relevancia de la información

Las y los estudiantes están más motivados para aprender cuando encuentran valioso el contenido que están tratando y ven cómo es relevante para ellos y sus propios objetivos. Cuando el contenido parece útil y valioso para las y los estudiantes, tanto el compromiso emocional como el cognitivo mejoran a medida que experimentan una mayor sensación de satisfacción emocional y les resulta más fácil conectar la información nueva con lo que ya saben.

Es probable que las y los estudiantes perciban valor en el contenido de la experiencia de aprendizaje cuando es claramente aplicable a un trabajo o carrera actual o futura, cuando está claramente conectado con otros materiales de aprendizaje y evaluaciones, y cuando es relevante para sus vidas o el mundo en general. Como ya hemos señalado, la atención y la memoria (compromiso cognitivo) y el interés (compromiso emocional) mejoran cuando las y los estudiantes perciben la información como significativa y/o relevante de esta manera.

3. Transparencia

A menudo, la forma más sencilla de mejorar la motivación de las y los estudiantes y, por lo tanto, mejorar el compromiso con el contenido es simplemente explicar por qué la experiencia de aprendizaje está diseñada de esa manera, por qué utilizas las herramientas que utilizas y cómo las evaluaciones les permiten demostrar su aprendizaje. Este tipo de transparencia puede ayudarles a persistir y permanecer comprometidos a través de la dificultad y el desafío: un componente clave del compromiso emocional.

Estrategias para fomentar la metacognición

Los diseñadores de experiencias de aprendizaje pueden incorporar actividades como evaluaciones previas, diarios, reflexiones e instrucciones explícitas relacionadas con la metacognición (como a través de una orientación de la experiencia de aprendizaje, lo que también puede denominarse diálogo didáctico) para alentar a las y los estudiantes a pensar sobre su pensamiento. Sin embargo, hay formas importantes de seguir fomentando el compromiso metacognitivo con el contenido de la experiencia de aprendizaje durante todo el trayecto formativo. Kimberly Tanner (2012) identifica una serie de estrategias generales para fomentar la metacognición de las y los estudiantes, tres de las cuales vale la pena destacar, especialmente en el contexto de la impartición de experiencias de aprendizaje línea:

• Dar licencia a las y los estudiantes para identificar confusiones
• Modelado de la metacognición
• Enseñanza explícita de estrategias metacognitivas

Identificar confusiones

Siempre hay elementos de un proceso de aprendizaje que encontramos más difíciles que otros, y tus estudiantes pueden obsesionarse fácilmente con estos puntos difíciles, especialmente si necesitan dominarlos antes de continuar con otros elementos clave de una experiencia de aprendizaje.

Como docente en línea, es útil considerar cómo puedes guiar a tus estudiantes para que reflexionen y compartan los temas o elementos de contenido de tu experiencia de aprendizaje que son más confusos y difíciles de dominar. Puedes comenzar evaluando tu propia experiencia de aprendizaje en áreas que crees que pueden ser difíciles o que sabes que tus estudiantes han tenido problemas en el pasado. Estas áreas de confusión pueden ser inherentes al material en algunos casos, pero también pueden surgir debido a problemas en el diseño de la experiencia de aprendizaje (sobre los cuales no siempre puedes tener el control).

Estrategia para aclarar la confusión

Aprovecha la oportunidad para aclarar los conceptos con los que las y los estudiantes tienen dificultades escribiendo (o dibujando) una forma alternativa de explicar o describir un concepto. Si el concepto en sí se muestra mejor que se describe, considera crear tu propio video de demostración, como el que se muestra a continuación.

Revisa y reflexiona

Si puedes, muestra el plan de estudios de la experiencia de aprendizaje en línea que estás impartiendo (o lo estarás pronto). Revisa las áreas de contenido que cubrirás. Escribe algunos temas o conceptos con los que crees que es más probable que tus estudiantes tengan dificultades. ¿Existen recursos adicionales o formas diferentes de abordar estos conceptos que puedan ayudar a aclarar o evitar confusiones para tus estudiantes? Si piensas en alguno, toma notas y agrega un recordatorio.

A medida que surjan confusiones, asegúrese de centrarse en las estrategias de apoyo básicas involucradas en una buena  interacción estudiante-facilitador . Ayude a sus alumnos a mantenerse optimistas sobre el aprendizaje del material difícil, ofrezca más explicaciones y aclaraciones, y sugiera algunas estrategias de estudio (quizás extraídas de las estrategias cognitivamente activas anteriores) que podrían ayudar a los alumnos a superar el obstáculo. Cuando los estudiantes son conscientes de lo que los confunde y se sienten apoyados en el proceso de obtener claridad, es mucho más probable que se comprometan profundamente con el contenido del curso.