Unidad didáctica 7: Atención de enfermería a pacientes con problemas metabólicos y endocrinos

INTRODUCCIÓN

Las enfermedades endocrinas y metabólicas se encuentran entre las más comunes que pueden afectar al ser humano. En las últimas décadas se ha observado un aumento en la prevalencia e incidencia de muchas de ellas, especialmente aquellas relacionadas con la nutrición y el metabolismo (obesidad, diabetes mellitus y enfermedades tiroideas).

COMPETENCIA

• Proporcionar cuidados de enfermería de calidad al adulto con afecciones metabólicas y endócrinas, aplicando el proceso de enfermería como un instrumento metodológico dentro de un marco de probidad.

DESARRO

LLO

7.1 Valoración de enfermería

El sistema endocrino u hormonal es un conjunto de órganos y tejidos del organismo que liberan un tipo de sustancias llamadas hormonas y está constituido además de estas, por células especializadas y glándulas endocrinas. Actúa como una red de comunicación celular que responde a los estímulos liberando hormonas y es el encargado de diversas funciones metabólicas del organismo; entre ellas encontramos:

  • Controlar la intensidad de funciones químicas en las células.
  • Regir el transporte de sustancias a través de las membranas de las células.
  • Regular el equilibrio (homeostasis) del organismo.

Las hormonas son segregadas por células localizadas en órganos llamados glándulas de secreción interna o glándulas endocrinas.

Diagrama 1. Las funciones.

Existen hormonas naturales y hormonas sintéticas. Unas y otras se emplean como medicamentos en ciertos trastornos, por lo general, aunque no únicamente, cuando es necesario compensar su falta o aumentar sus niveles si son menores de lo normal. Las hormonas se pueden clasificar además en locales y generales. Las hormonas locales ejercen su acción en un sitio local específico mientras que las generales realizan su acción en todo el cuerpo humano.

Entre las locales se hallan la acetilcolina, la colecistinina y la secretina mientras que dentro de las generales se encuentran la adrenalina y la noradrenalina. Las características de las hormonas son las siguientes:

  •  Actúan sobre el metabolismo.
  • Se liberan al espacio extracelular.
  • Viajan a través de la sangre.
  • Afectan tejidos que pueden encontrarse lejos del punto de origen de la hormona.
  • Su efecto es directamente proporcional a su concentración.
  • Independientemente de su concentración, requieren de adecuada funcionalidad del receptor, para ejercer su efecto.
  • Regulan el funcionamiento del cuerpo.

Entre los efectos de estas hormonas, encontramos:

  • Estimulante: promueve actividad en un tejido. Ej: prolactina. Ej: guesina.
  • Inhibitorio: disminuye actividad en un tejido. Ej: somatostatina.
  • Antagonista: cuando un par de hormonas tienen efectos opuestos entre sí. Ej: insulina y glucagón.
  • Sinergista: cuando dos hormonas en conjunto tienen un efecto más potente que cuando se encuentran separadas. Ej: hGH y T3/T4
  • Trópica: esta es una hormona que altera el metabolismo de otro tejido endocrino. Ej: gonadotropina sirven de mensajeros químicos.

Diagrama 2. Las hormonas y sus funciones.

Las enfermedades endocrinas ocurren en los casos en que hay muy baja secreción (hiposecreción) o demasiada alta secreción (hipersecreción) de una hormona.

Historia clínica y exploración física

Se debe cuestionar acerca de antecedentes patológicos previos como:

  • Trauma, infección, neoplasias
  • Intervenciones quirúrgicas
  • Antecedentes pancreáticos
  • Así como antecedentes familiares previos de trastornos endocrinos.

Realizar la anamnesis acerca del problema actual cuestionando:

  • Inicio
  • Duración
  • Signos y síntomas
  • Tratamiento
  • Variaciones recientes en el peso
  • Cambios en las habilidades mentales (pérdida de memoria, desorientación)
  • Debilidad, fatiga

Exploración física

En el examen de los trastornos endocrinos se da especial importancia a la observación del aspecto individual, y en ocasiones un detalle concreto nos puede orientar en el sentido diagnóstico.

La exploración física del paciente con patología endocrina debe ser similar a la exploración general de todos los enfermos. Sin embargo, en esta exploración hay que resaltar algunas características que son más específicas de dichos pacientes.

Inspección general

Es fundamental recoger determinados parámetros que nos ayudarán a una correcta interpretación diagnóstica. Entre ellos destacamos:

  • Talla. Es fundamental para el diagnóstico y control de los retrasos de crecimiento, y para valorar las alteraciones del área gonadal en el período de desarrollo.
  • Peso. Junto con el anterior, permite el diagnóstico de obesidad y delgadez y es un parámetro importante para el control de pacientes obesos, diabéticos y con alteraciones en el eje hipofisario.
  • Pulso. Es importante para valorar patologías que cursan con alteraciones del ritmo y de la frecuencia como las arritmias del hipertiroidismo o la bradicardia del hipotiroidismo.
  • Tensión arterial. Suele correlacionarse con diferentes entidades que cursan con hipo o hipertensión (patología suprarrenal e hipofisaria).
  • Temperatura. En determinadas enfermedades hipofisarias y tiroideas se aprecian desajustes de la temperatura corporal. La hipotermia es constante en el coma mixedematoso, y habitual en los hipotiroidismos. Suele coexistir, al contrario, elevaciones térmicas en las crisis tirotóxicas y tiroiditis.

Imagen 1. Es fundamental  realizar una exploración general del paciente.

Es fundamental estructurar aquellos aspectos de la exploración general que suelen ofrecer más información de las diversas endocrinopatías.

Estado nutritivo

Valoraremos el estado nutricional del individuo mediante gráficas de talla y peso. Puede ser muy deficiente en el hipertiroidismo, la diabetes mellitus, la anorexia nerviosa y en todas aquellas patologías que cursan con importantes pérdidas de peso.

Estructura general

Es fundamental realizar una inspección general que determine las proporciones corporales con el fin de diferenciar las normales de las eunucoides.

Para ello se calcula la talla, la distancia pubis-suelo (segmento inferior) y cabeza-pubis (segmento superior). Estas proporciones son cambiantes a medida que el desarrollo corporal se hace manifiesto.
Al nacer, las proporciones segmento superior-segmento inferior son 1,7/1 y a partir de los 10 años, 1/1. En las proporciones eunucoides se caracterizan por una distancia pubis-suelo superior a la media de la talla y por una braza superior a la talla. En los varones, las proporciones eunucoides orientan hacia un hipogonadismo hipo o hipergonadotropo.

Piel y faneras

Debemos valorar especialmente el color de la piel, la presencia de estrías, el aspecto, la presencia de hemorragias, la disminución o el aumento del vello corporal, el hirsutismo y otros signos de virilización.

Color

Destaca la palidez de la piel y de la aréola mamaria secundaria al déficit de hormona adrenocorticotrópica (ACTH). Así mismo, destaca la palidez amarillenta del hipotiroidismo y la presencia de vitíligo asociado a la enfermedad de Graves-Basedow y a la tiroiditis de Hashimoto.

La hiperpigmentación de la piel debe buscarse en áreas específicas, tales como las areolas mamarias, pliegues cutáneos y órganos genitales, y debe orientar hacia trastornos endocrinos que cursan con exceso de ACTH y/o MSH (enfermedad de Addison, síndrome de Nelson o síndromes paraneoplásicos).

La presencia de estrías rojovinosas en región axilar, abdomen, flancos y muslos, y de orientarnos hacia un síndrome de Cushing, aunque sin olvidar que esas estrías rojovinosas equimosis, púrpura y hemorragias, fundamentalmente en extremidades inferiores, debe pueden aparecer en la obesidad.

El aspecto de la piel debe explorarse siempre, ya que en el hipertiroidismo puede volverse fina, mientras que en el hipotiroidismo y en el hipoparatiroidismo puede aparecer seca y escamosa.

La disminución o ausencia del vello corporal en el varón nos orienta hacia un hipogonadismo, mientras que en la mujer la pérdida del vello axilar y pubiano sugiere un déficit de ACTH (síndrome de Simmonds-Sheehan).

Las uñas pueden volverse quebradizas, blandas y friables en el hipertiroidismo e hipoparatiroidismo o adquirir pigmentaciones como en la enfermedad de Addison. En los enfermos diabéticos puede aparecer con cierta frecuencia onicomicosis.

Imagen 2. Valorar el estado de la piel.

Signos de androgenización

En la mujer hay que valorar la presencia de hirsutismo y de otros signos de androgenización como el acné, tendencia a la calvicie de tipo masculino e hipertrofia del clítoris.

Tono de la voz

En algunos trastornos endocrinos el tono de la voz adquiere algunas características típicas. Así, en el varón afectado de hipogonadismo, la voz puede volverse fina y atiplada. En los enfermos de ambos sexos que sufren hipotiroidismo, la voz se torna áspera y ronca. En la mujer este cambio puede deberse también a un hiperandrogenismo.

Estado emocional

Debemos tener en cuenta los cambios del comportamiento, el equilibrio emocional y la forma de comportamiento que se asocian a patologías endocrinológicas. En el hipertiroidismo, por ejemplo, encontramos inquietud, nerviosismo, labilidad psíquica y hasta reacciones psicóticas. Al contrario, los pacientes hipotiroideos suelen mostrarse lentos, indiferentes y depresivos.

Imagen 2. Evaluar el estado de animo.

Existen numerosas alteraciones del sistema endocrino asociados a cuadros depresivos y confusionales como en la patología del eje suprarrenal, en el síndrome de Simmonds- Sheehan o en la encefalopatía hipercalcémica.

Región Cefálica

A continuación, pasamos a describir el aspecto de la facies y del cabello cuyos datos exploratorios aportan información hacia la presencia de un trastorno endocrino.

Facies

Diversas enfermedades pueden diagnosticarse casi únicamente a través de esta valoración. Así, una facies inexpresiva, abotargada, con caída de las pestañas y depilación del tercio externo de las cejas sugiere hipotiroidismo.

Al contrario, una facies con mirada viva y brillante, retracción palpebral y exoftalmos sugiere una enfermedad de Graves- Basedow.

Es característico del hipogonadismo en los varones, una facies con edad aparente superior a la real y con pérdida de vello.

Una facies con rasgos muy prominentes, es decir, prognatismo y nariz grande, puede corresponder a una acromegalia.
En el síndrome de Cushing, suele presentarse una cara rojiza y de luna llena.

Imagen 3. Ejemplos.

Si existe una hipersecreción de ACTH y/o MSH el aspecto del paciente será el de una facies hiperpigmentada.

El examen de la boca abarcará la exploración de las encías y de las mucosas, que pueden presentar pigmentaciones sugestivas de enfermedad de Addison. Debemos observar el aspecto de la lengua, agrandado en la acromegalia, hipotiroidismo y en las amiloidosis; las micosis linguales, asociadas al hipoparatiroidismo primario, enfermedad de Addison y a la candidiasis mucocutánea crónica.

En la exploración ocular podemos observar exoftalmos y retracción palpebral sugestivos de la enfermedad de Graves- Basedow. Debemos valorar la agudeza visual, la campimetría y el fondo de ojo, que pueden estar alterados en la retinopatía diabética y en la patología hipofisaria tumoral.

Folículos pilosos

Es útil valorar el aspecto del cabello, áspero, seco y con tendencia a la caída en el hipotiroidismo. Al contrario, suele ser fino y frágil en el hipertiroidismo. Debemos, también, tener en cuenta su distribución. Una calvicie de tipo masculino en la mujer sugiere androgenización.

Región Cervical

Es de gran importancia, sobre todo en el estudio de la patología tiroidea. La exploración física del tiroides comprende la inspección, la palpación y la auscultación.

Inspección

En primer lugar, debemos observar la existencia de cicatrices operatorias o lesiones dérmicas de una antigua irradiación. Es fundamental inspeccionar el cuello en busca de un bocio, que puede hacerse más visible cuando el paciente habla o hiperextiende el cuello.

En el síndrome de Cushing, la inspección de la región cervical posterior puede demostrar la presencia de la llamada giba de búfalo, que consiste en un cúmulo de tejido adiposo en la zona de unión cervicodorsal.

Palpación

No debe omitirse nunca puesto que es la maniobra que aporta más información. Se realiza detrás o delante del paciente, con los pulpejos de ambos pulgares.

Si existe un bocio, la palpación deberá precisar su tamaño, consistencia, simetría o asimetría y la presencia o ausencia de nódulos. La palpación del tiroides no presupone, en todos los casos, la existencia de una patología de la glándula, puesto que un tiroides normal puede ser palpable en un sujeto delgado.

En los bocios de gran tamaño, con progresión intratorácica, es muy importante precisar si existen signos de compresión venosa como la estasis yugular, la cual puede ponerse de manifiesto al elevar el paciente los brazos con la cabeza inclinada hacia atrás (signo de Marañón).

La consistencia del tejido tiroideo palpado debe reseñarse siempre, aunque sea un dato muy subjetivo. La presencia de dolor a la palpación es un hallazgo infrecuente y que nos orienta hacia una tiroiditis subaguda de De Quervain o hacia la presencia de una hemorragia intraquística.

En la enfermedad de Graves-Basedow puede apreciarse un frémito, debido a la compresión arterial de la abundante vascularización por la gran masa tiroidea. La palpación de la región laterocervical permitirá descubrir frecuentemente la presencia de adenopatías, sospechosa, entre otras patologías, de una metástasis de un carcinoma papilar de tiroides.

Auscultación

No suele revelar datos muy importantes. Puede, por la gran vascularización en la enfermedad de Graves-Basedow, apreciarse un soplo. Éste también puede auscultarse cuando se produce compresión arterial por la presencia de una gran masa tiroidea.

Sistema Nervioso

En Endocrinología, la exploración del sistema nervioso es de gran utilidad para demostrar la presencia de alteraciones neurológicas y en especial neuropatías, tan frecuentes en la diabetes.

Debemos, en primer lugar, explorar los pares craneales.La neuropatía diabética clásica se manifiesta como una polineuritis simétrica de extremidades inferiores y que en la exploración física se detecta por una abolición temprana de los reflejos aquíleos y una pérdida o disminución importante de la sensibilidad profunda. También, en esta patología endocrina, pueden existir mononeuritis del III, IV y VI par craneal.

En el hipotiroidismo es característica la hiporreflexia, en especial el enlentecimiento de la fase de relajación de los reflejos osteotendinosos.

Por el contrario, en el hipertiroidismo es característica la exaltación de los reflejos osteotendinosos, que se hacen vivos y rápidos. También existe hiperreflexia en el hipoparatiroidismo, dando lugar a dos signos clásicos:

  • Signo de Chvosteck. Consiste en la contractura del orbicular del labio superior al percutir con el martillo de reflejos las partes blandas de la mejilla por debajo del arco cigomático, con la consiguiente desviación del labio superior.
  • Signo de Lust. Consiste en la aparición de flexión dorsal del pie al percutir el cuello del peroné. Este signo debe buscarse especialmente en el lactante.

Región Torácica

Tanto a la inspección como a la palpación, la exploración somera del tórax puede ofrecer algún signo de evidencia de enfermedad endocrinológica.

Al exprimir manualmente el pezón podemos demostrar la existencia de galactorrea, que nos hará sospechar la existencia de un adenoma prolactínico.

Por otro lado, en el síndrome de Cushing observamos la giba de búfalo, la obesidad faciotroncular y las estrías rojovinosas. Estas últimas podemos apreciarlas tanto en la raíz de los brazos como en la región abdominal.

Extremidades

Mediante la inspección podemos descartar el aspecto tosco y la desproporción del tamaño de los pies y manos en el caso de la acromegalia.

En el hipertiroidismo podemos descubrir un temblor fino de las manos al extender forzadamente los brazos hacia adelante y con los dedos abiertos. Así mismo, es también característico del hipertiroidismo de Basedow el mixedema pretibial, que consiste en una induración violácea de la piel en la región pretibial y que es de causa autoinmune.

En la miopatía hipotiroidea podemos encontrar una hipertrofia de la masa gemelar. Para explorar la alteración miopática de la fuerza de la cintura pélvica y extremidades inferiores utilizamos la maniobra del taburete, que consiste en demostrar, en los casos de miopatía, la incapacidad del paciente para levantarse de aquél sin ayuda.

En el hipertiroidismo, hipotiroidismo, hipercorticismo e hiperparatiroidismo, puede apreciarse mediante la exploración de la fuerza o el tono muscular, un déficit en la fuerza o en el tono muscular sugestivos de miopatía.

Imagen 4.  Con la inspección podemos descartar el aspecto tosco y la desproporción del tamaño de los pies y manos.

Aparato Genital

La exploración de los genitales externos es de suma importancia en Endocrinología, especialmente en las alteraciones del eje hipotálamo-hipófiso-gonadal.

Unos genitales externos ambiguos, tanto en el hombre como en la mujer, y en especial en la edad infantil, deben hacernos pensar en un seudohermafroditismo. La presencia en la mujer de un clítoris aumentado de tamaño representa un signo importante de virilización.

La palpación testicular es fundamental para diagnosticar los hipogonadismos y la criptorquidia. Debemos efectuarla con las manos calientes para evitar el reflejo cremasteriano y con el paciente en decúbito supino o en cuclillas. Con la mano izquierda palpamos el canal, mientras que con la derecha exploramos el escroto y el orificio externo del canal inguinal.

El hallazgo de un escroto vacío sugiere una anorquia (falta de testículos) o una criptorquidia (falta del descenso testicular). En los casos de hipogonadismo hipogonadotrófico palparemos unos testículos pequeños y de consistencia blanda, como si se tratasen de testículos prepuberales. Por el contrario, en el síndrome de Klinefelter, que es un hipogonadismo hipergonadotrófico, es característico el hallazgo de unos testículos pequeños y de consistencia dura.

En el niño, un pene pequeño nos orientará hacia cualquiera de los tipos de hipogonadismo, pero sin confundirlo con un pene enterrado, situación muy frecuente en niños obesos en los que siendo el pene de tamaño normal se oculta en la grasa púbica, lo que da una apariencia de pene pequeño sin serlo realmente.

Por el contrario, un pene aumentado de tamaño en el niño es sugestivo de pubertad precoz o seudopubertad precoz. Si se trata del primer caso, los testículos estarán también aumentados de tamaño y de consistencia, por encima de lo que cabría esperar para la edad cronológica del individuo, pero en concordancia con el tamaño del pene.

Por el contrario, en la seudopubertad precoz, generalmente los testículos son de tamaño y consistencia concordantes con la edad cronológica del niño, es decir, prepuberales.

Del signo a la sospecha diagnóstica

Las glándulas de secreción interna dan sus principales síntomas por simple inspección física, ya que están encargadas del desarrollo del organismo, crecimiento (talla, peso y proporciones de las manos, pies y facies), metabolismo (adiposidad, delgadez), función sexual (caracteres somáticos y funcionales). Además, tiene una notable relación con el psiquismo y con el funcionalismo del sistema neurovegetativo.

En el examen de los trastornos endocrinos la observación de un simple detalle (facies, talla, etc.) nos puede orientar hacia una probable alteración endocrina, pero téngase en cuenta que un solo síntoma pocas veces puede tener un valor diagnóstico definitivo.

7.2 Examen de laboratorio y gabinete

Test de tolerancia a la glucosa

Definición

Es un método de laboratorio para verificar la forma como el cuerpo metaboliza o descompone el azúcar de la sangre.

Razones por las que se realiza el examen

  • La glucosa es el azúcar que el cuerpo utiliza como energía. Los pacientes que padecen de diabetes no tratada tienen altos niveles de glucemia. Las pruebas de tolerancia a la glucosa son una de las herramientas empleadas para diagnosticar la diabetes.

Identificación y descripción del procedimiento

  • El test consiste en la administración de glucosa vía oral y medir el aumento de glucemia durante dos horas. El/la paciente vendrá en ayunas de 10 a 12 h y dieta rica en carbohidratos (-150g/día) los tres días previos. Se administran 75 g (1,75 g/Kg. de peso en niños) de glucosa oral. Se extraerá sangre en situación basal y a la 2ª hora después de la administración de glucosa. El/la paciente deberá permanecer en reposo.

Beneficios

Si a nivel de glucosa a las dos horas es inferior a 140 mg/dl el paciente es normal, si a las dos horas, el valor es mayor o igual de 200 mg/dl la situación del paciente es patológica. Para valores entre 140 y 200 mg/dl se considera intolerancia oral a la glucosa.

Imagen 5. La insulina es utilizada médicamente para el control del metabolismo de la glucosa.

Preparación para el examen

  • El paciente debe comer normalmente durante algunos días antes del examen.
  • No debe comer ni beber nada durante las últimas 12 horas antes del examen y tampoco durante éste.

Durante el examen

Algunas personas experimentan náuseas o sudoración después de tomar la glucosa para el examen.

Cuando se inserta la aguja para extraer la sangre, algunas personas sienten un dolor moderado, mientras que otras sólo sienten un pinchazo o sensación de picadura. Posteriormente, puede haber algo de sensación pulsátil.

Riesgos

Las venas y las arterias varían en tamaño de un paciente a otro y de un lado del cuerpo a otro; por esta razón, puede ser más difícil obtener una muestra de sangre de algunas personas que de otras.

Otros riesgos asociados con la extracción de sangre son leves, pero pueden ser:

  • Sangrado excesivo
  • Desmayo o sensación de mareo
  • Hematoma (acumulación de sangre debajo de la piel)
  • Infección (un riesgo leve cada vez que se presenta ruptura de la piel)

7.3 Procedimientos específicos

7.3.1 Densidad urinaria

La densidad generalmente se obtiene mediante las tiras reactivas aunque la medición con el densímetro (examen físico) es un método más exacto.

Indica la cantidad relativa de solutos que contiene un volumen definido de orina. El 70% a 80% de estos solutos corresponde a la urea. En general, los valores normales para la densidad de la orina son los siguientes:

  • 1.030 (densidad normal)
  • 1.001 después de tomar cantidades excesivas de agua
  • Más de 1.030 después de evitar los líquidos
  • Concentrada después de recibir HAD

Los valores ≤1.005 g/l corresponden a hipostenuria, que puede producirse por una alteración de los mecanismos de concentración tubular o tubulointersticial, como ocurre en la pielonefritis, en las nefritis tubulointersticiales, tubulopatías, diabetes insípida nefrogénica o en la insuficiencia renal; otra situación corresponde a la respuesta que ofrece el riñón cuando tiene la capacidad de concentración urinaria normal y existe sobrecarga hídrica; en este caso, existe poliuria e hipostenuria (ingesta abundante de jugos diluidos, potomanía o intoxicación hídrica). Por último, cuando existe deficiencia de la hormona antidiurética, el volumen urinario supera los 3.000 ml/día y la densidad urinaria es cercana a 1.000 g/l (diabetes insípida central).

El valor ≈1.025 g/l, como se observa normalmente en la primera orina del día, corresponde a una concentración urinaria adecuada a la restricción de la ingesta de líquidos que ocurre durante las horas del sueño.

En las patologías que cursan con hipovolemia, si el túbulo conserva su capacidad de concentración, el riñón responde aumentando la densidad urinaria y disminuyendo la diuresis.

Hay determinadas sustancias que aumentan la densidad urinaria independientemente de la capacidad de concentración renal. Algunas de ellas son: glucosa, manitol, medios de contraste y la proteinuria masiva. La forma más correcta para evaluar la capacidad de concentración renal es la determinación de la osmolaridad urinaria, pero lamentablemente son muy pocos los laboratorios que cuentan con un osmómetro.

7.3.2 Administración de insulinas

La insulinoterapia o terapia insulínica, se refiere al tratamiento de la diabetes por la administración de insulina exógena. La insulina es utilizada médicamente para el control del metabolismo de la glucosa circulante en el plasma sanguíneo como parte del tratamiento de algunas formas de diabetes mellitus. (Ver documento Administración de insulinas).

Tabla 1. Tipos de insulina.

7.3.3 Glucosuria

La glucosuria renal es la excreción de glucosa en la orina en presencia de concentraciones normales de glucosa en la sangre. Por lo general, la forma heredada involucra una reducción en el transporte máximo de glucosa (la velocidad máxima con la cual puede reabsorberse la glucosa) y el posterior escape de esta molécula en la orina. La forma adquirida de la glucosuria renal aparece principalmente en la enfermedad renal crónica avanzada.

El trastorno heredado suele transmitirse en forma autosómica dominante, pero en ocasiones es recesivo. La glucosuria renal puede parecer sin otras anomalías de la función renal o como parte de un defecto general en la función de los túbulos proximales. También puede manifestarse en el contexto de varios trastornos sistémicos, entre ellos, el síndrome de Fanconi, la cistinosis, la enfermedad de Wilson, la tirosinemia hereditaria y el síndrome oculo-cerebro-renal (síndrome de Lowe).

La glucosuria renal es asintomática y no tiene secuelas graves. Sin embargo, si hay un defecto generalizado asociado en la función tubular proximal, los signos y síntomas pueden incluir raquitismo hipofosfatémico, depleción del volumen, baja estatura, hipotonía muscular y cambios oculares de cataratas o glaucoma (síndrome oculo- cerebro-renal) o anillos de Kayser-Fleischer (enfermedad de Wilson). Con estos hallazgos, deben buscarse otros defectos del transporte además de la glucosuria.

Típicamente, el trastorno se detecta por primera vez en un análisis de orina de rutina. El diagnóstico se basa en el hallazgo de glucosa en una muestra de orina recolectada durante 24 horas (cuando la dieta contiene un 50% de hidratos de carbono) en ausencia de hiperglucemia (glucemia < 140 mg/dL). Para confirmar que el azúcar excretado es glucosa y excluir pentosuria, fructosuria, sucrosuria, maltosuria, galactosuria y lactosuria, debe usarse el método de la glucosa oxidasa en todas las determinaciones de laboratorio. De acuerdo con algunos expertos, para el diagnóstico se requiere también un resultado normal en una prueba de tolerancia oral a la glucosa.

La glucosuria renal aislada es benigna; no se requiere ningún tratamiento.

7.3.4. Bililabstix

Son tiras reactivas para la detección de Urobilinógeno, Glucosa, Cetonas, Bilirrubina, Proteínas, Nitrito, pH, Sangre, Densidad, Leucocitos, Ácido ascórbico en orina. La muestra reacciona con los reactivos desecados unidos a una fase sólida que se encuentra adherida a un soporte plástico. Se proveen reactivos para la detección de urobilinógeno, glucosa, cetonas, bilirrubina, proteínas, nitrito, pH, sangre, densidad, leucocitos, ácido ascórbico.

  • Muestra: Orina
  • Recolección: Obtener orina de la manera usual. Realizar la prueba tan pronto como sea posible luego de la recolección. Si no puede ser dentro de la hora posterior a la recolección, refrigerar inmediatamente. Antes de realizar el ensayo, llevar la muestra a temperatura ambiente y homogenizar sin centrifugar. Este procedimiento DEBE SER SEGUIDO EXACTAMENTE para lograr resultados confiables. Las tiras sin utilizar deberán conservarse en el envase original. No tocar el área de lectura de la tira. El área de trabajo debe estar limpia, libre detergentes u otros contaminantes.

Imagen 6. Muestra de orina.

Procedimiento:

  • Confirmar que el producto esté dentro de su vida útil y que la temperatura del mismo y de las muestras sea superior a 20ºC.
  • Retirar la tira del envase y volver a tapar inmediatamente.
  • Observar la tira del envase y verificar que se encuentra en condiciones.
  • Sumergir la tira completamente por no más de 1 segundo en muestra de orina fresca. Retirar el exceso de orina escurriendo contra el borde del recipiente, sin permitir que éste toque las áreas reactivas. Una cantidad excesiva de orina puede ser removida tocando sobre un papel absorbente con el extremo de la tira reactiva.
  • Todas las áreas reactivas excepto la correspondiente a leucocitos, deben ser observadas dentro de los 60 a 90 segundos para la discriminación entre positivos y negativos. Leucocitos debe leerse entre 90 y 120 segundos.
  • Comparar los resultados cuidadosamente con la carta de colores que se encuentra en el envase, manteniendo la tira en posición horizontal, utilizando buena iluminación.

Diagrama 4. Esquema de la escala colorimétrica para la lectura visual de resultados.

  • Para obtener óptimos resultados debe respetarse el tiempo de lectura. Los cambios de color observados sólo en las esquinas de las zonas reactivas o luego de transcurridos los 2 minutos de reacción no tiene validez diagnóstica.

7.3.5 Osmolaridad Sérica

Los trastornos de la osmolalidad, que son reflejados en las concentraciones del sodio plasmático, son frecuentes en la clínica especialmente en los pacientes hospitalizados. La sospecha y corrección oportuna de estas alteraciones son fundamentales para disminuir la morbimortalidad derivado de ellas.

La mantención de la osmorregulación tiene un rol fundamental en la homeostasis. Estados de hipo o de hiperosmolaridad pueden producir manifestaciones neurológicas severas que pueden llevar a la muerte debido al movimiento de agua dentro y fuera del cerebro, respectivamente. La importancia de mantener las concentraciones plasmáticas de sodio dentro de un rango estrecho es debido a que este catión es el principal determinante de la osmolalidad plasmática. Esta regulación se produce por variaciones apropiadas de la ingesta y excreción de agua y es controlada por osmorreceptores hipotalámicos que regulan la sed y la secreción de hormona antidiurética (ADH).

Es importante tener presente que la regulación de la concentración de sodio plasmático en condiciones normales (y en la mayoría de las disnatremias) depende del balance de agua y no se relaciona con el balance de sodio del organismo. (Ver documento Osmolaridad sérica)

7.4 Proceso de enfermería en las alteraciones del dominio 2 Nutrición, clase 4 Metabolismo y clase 5

Hidratación

Los diagnósticos de enfermería relacionados con el dominio 2 nutrición clase 4 metabolismo y 5 hidratación contenidos en esta unidad, son los relacionados con un aporte de nutrientes que insuficiente que puede ser reforzado, así como los pacientes que son vulnerables a sufrir una disminución del volumen del líquido intravascular, intersticial y/o intracelular, que puede poner en peligro la salud, y las intervenciones de enfermería van encaminadas a la prevención o resolución de estos.

CONCLUSIONES

Las funciones del crecimiento, regulación de excreción de agua, regulación de la temperatura corporal, control de la acción y respuesta inmediata tanto física como mental de una persona y las funciones de reproducción de los seres humanos y muchas otras están regidas por las glándulas endocrinas. Pero estas funciones pueden verse afectadas por algún desequilibrio tanto hormonal como glandular originando serias patologías que incluso pueden ser irreversibles.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

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